—Las voy a extrañar muchísimo—dice Caitlin abrazando fuertemente a Eleanor y Crystal.
Era viernes en la mañana, por tanto, sus padres trabajaban y no podían acompañarlas en el aeropuerto. No obstante, antes de irse, se habían despedido de ellas, deseándoles un buen viaje.
Sin embargo, Caitlin fue quien estuvo allí, haciéndoles compañía y animándoles, porque pese a que este era su viaje soñado, estaban algo nerviosas.
—Hermana querida, nos asfixias—dice Crystal entre el abrazo.
—Sí, además solo nos vamos una semana-esta vez habla Eleanor dejando salir unas cuantas risas.
Caitlin deshace el abrazo y las mira a ambas.
—¿Por qué no me dejan tener mi momento de drama?—se cruza de brazos y finge indignación por unos segundos para luego reírse, contagiándoselo a las chicas-Estoy muy orgullosa de ustedes, chicas, y me siento muy feliz porque sé que esto es algo que han soñado por mucho tiempo, y por lo cual trabajaron. Las quiero mucho—expresó Caitlin.
Esta vez fueron Eleanor y Crystal quienes la abrazaron.
Abrazo que duro pocos segundos ya que escucharon la voz de mujer a través de unos parlantes anunciando que su vuelo despegaría en 15 minutos.
—Es hora—dice Eleanor mirando a Crystal, la cual asiente.
—Las quiero—dice Caitlin por sexta vez en la mañana.
—Y nosotras a ti—dice Crystal para después sonreír.
—Mucho—agrega Eleanor.
—No olviden lo que les dije. Es normal tener nervios ya que es una experiencia nueva, pero simplemente disfruten del viaje, vívanlo—dice Caitlin esbozando una sonrisa.
Las tres chicas se miran entre sí asintiendo con una sonrisa y finalmente las dos mejores amigas toman sus maletas.
—Que tengan buen viaje—dice Caitlin dándoles una sonrisa de boca cerrada, mientras hace un ademán de despedida con una de sus manos.
—Adiós—dicen Eleanor y Crystal al unísono correspondiéndole ambos gestos, para luego darse la vuelta y caminar hacia su vuelo.
Unos cuantos minutos después, ya se encontraban en el avión.
—Gracias—dicen ambas a la vez, cuando una de las azafatas le indica donde están sus asientos.
Una vez sentadas, voltean a verse.
—Está sucediendo—dice Crystal en tono bajo pero emocionada.
—Así es—dice Eleanor de la misma manera.
Era un vuelo de casi 15 horas, para ser más exactos, 14 horas con 36 minutos, por lo cual sabían que seria bastante agotador, pero lo valía.
El tiempo se les pasó entre conversaciones, ver películas en la tablet que tenían al frente de sus asientos, comer de aquello que les ofrecían en el avión, y por supuesto, preguntarle a la otra cuanto faltaba para llegar, no solo por la emoción, sino porque ya no hallaban posición en la cual estar cómodas.
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Despiadada
ActionEleanor Davis y Crystal Hudson, dos mejores amigas recién graduadas realizan su viaje soñado a China para celebrar este gran logro. Un viaje que llevaban planeando por años y esperaban fuera una experiencia inolvidable. Y sin duda lo sería, pero no...