Eleanor Davis, una chica de 18 años de edad proveniente de Miami que reside en Los Angeles, California junto a sus padres, dos asesores bancarios. Es alta, de contextura delgada, tez blanca y un largo y ondulado cabello castaño.
Crystal Hudson, nació en Los Angeles, California, tiene su misma edad, es alta, aunque un poco más baja que su mejor amiga, es de contextura delgada, tez morena y posee un corto y castaño cabello rizado. Su familia ha residido en Los Ángeles desde que ella tiene memoria. Su padre es arquitecto y su madre maestra de universidad.
Ambas son mejores amigas desde séptimo grado y se encuentran presenciando uno de los momentos más esperados por ellas durante los últimos años.
—No puedo creer que esto este pasando—le susurra Eleanor a Crystal, quien se encuentra de pie a su lado.
—Créelo—le responde Crystal a su mejor amiga para después tomar su mano. Ambas están muy emocionadas.
—¡Es un placer para mí presentarles a los graduados 2015!—dice el director culminando su discurso y los gritos de emoción de los recién graduados se escuchan por todo el auditorio mientras lanzan sus birretes por el aire.
—Lo logramos—dice Crystal emocionada mirando a su mejor amiga.
—Así es—dice Eleanor sonriente. Se dan un largo abrazo y luego se dirigen con el resto del grupo para felicitarse entre sí y tomarse fotos.
Una vez terminan de tomarse fotos y conversar con sus compañeros, las dos mejores amigas se retiran las togas, dejando a la vista sus elegantes prendas. Ambas llevaban puestos vestidos con cola de sirena, pero de diferente diseño. Eleanor traía uno color plateado, sin mangas y con un escote prominente en la espalda, además de unos tacones del mismo color. Por su parte, Crystal traía uno azul marino de una sola manga y tacones a juego. El par de chicas se veían, además de elegantes, imponentes.
Luego de dejar las togas en su lugar, se dirigen hacia donde se encuentra su familia, quienes por supuesto las felicitan con orgullo.
Los Hudson y los Davis eran muy cercanos, debido a la estrecha amistad que mantenían sus hijas, así que como era de esperarse ambas familias salieron a cenar juntas para celebrar tan importante logro.
—Quiero hacer un brindis—dice Caitlin, la hermana mayor de Crystal poniéndose de pie con su copa de vino en la mano—Estas dos personas que ustedes ven aquí son demasiado importantes para mí. Mi hermana, quien ha estado ahí para mí siempre y Eleanor, a quien considero una gran amiga. Estoy demasiado feliz por ellas y sé que el futuro les depara grandes cosas—levanta su copa mientras le sonríe a las homenajeadas y luego bebe. Los presentes hacen lo mismo.
Caitlin Hudson tiene 20 años y es un poco más baja que su hermana a pesar de ser mayor. Es estudiante de medicina y es una chica que se destaca por poner todo su empeño en lo que hace. Por su parte, Eleanor es hija única, pero Caitlin la denomina como su tercera hermana.
Luego del brindis, Caitlin vuelve a sentarse.
—¿Y? ¿Qué piensan estudiar?—pregunta Patrick Davis, padre de Eleanor.
—Yo lo supe desde el año pasado, y al igual que mi hermana, quiero estudiar medicina—dice Crystal, logrando que su hermana y sus padres esbocen una sonrisa.
—Nos sentimos muy orgullosos de ti—dice Richard, su padre.
—Estoy segura que serás una gran medica—dice Mary, su madre.
—Así será—dice Caitlin dándole una sonrisa.
—¿Y tú, hija?—dice Emma dirigiéndose a Eleanor, quien alza la mirada cuando escucha la voz de su madre—¿Qué piensas estudiar?—le repite la pregunta.
—Ustedes lo saben, desde noveno grado lo he dicho y hasta hoy lo mantengo—dice Eleanor mirándolos. Todos ríen. Era cierto, ella sabía desde hace mucho lo que quería estudiar y era muy apasionada por el tema, tanto así que todo lo que leía e investigaba lo compartía con los demás en conversaciones casuales—Pero respondiendo a la pregunta, quiero estudiar psicología y especializarme en psicología forense—dice finalmente.
—¿Te das cuenta de esto?—dice Emma dirigiéndose a Patrick, quien le da una sonrisa—nuestra hija será quien desenmascare a los criminales. Me encanta, simplemente me encanta—dice logrando que su hija suelte una pequeña risa.
Hay un pequeño momento de silencio.
—Bueno, yo no puedo esperar más... ¿Qué opinan si les damos la noticia?—dice Caitlin con una sonrisa plasmada en su rostro.
Eleanor y Crystal se miran entre sí, luego miran a todos de forma expectante.
—¡Irán a China!—dice Mary emocionada.
—¿Qué?—dicen ambas estupefactas.
—No están jugando, ¿verdad? porque no es para nada divertido—dice Crystal con la respiración entrecortada por la emoción.
—No, claro que no—esta vez quien habla es Emma—Caitlin...—dice volteando a ver a la mencionada, quien saca de su bolso dos tiquetes de avión y se los entrega a Eleanor y Crystal.
Una radiante sonrisa se les dibuja a las dos mejores amigas mientras están recibiendo los tiquetes y cuando los tienen en sus manos, se miran la una a la otra e inmediatamente se levantan de la mesa para ir a abrazar a sus respectivos padres.
Una de las cosas que Eleanor y Crystal tienen en común es que ambas siempre han querido conocer China, en especial Pekín. De hecho, dicha cultura es uno de sus temas preferidos.
Sin embargo, el viaje era un tanto costoso. En sus anteriores vacaciones habían llegado a un acuerdo con sus padres, ellas obtendrían un trabajo de verano, del cual ahorrarían el dinero y ellos les ayudarían con el resto. Sus padres aceptaron el trato, pero ellas nunca los vieron muy seguros.
Y así fue, el dinero que obtuvieron, lo guardaron, y cuando empezaron a cursar último año, se ofrecieron como tutoras para aquellos compañeros que tenían dificultades en ciertas asignaturas. Además de realizarle los trabajos a algunos chicos de cursos menores, y por supuesto, cobrar por ello.
Todo lo que iban ganando, lo guardaban en un pequeño baúl y durante la última semana reunieron a sus padres para entregarles el dinero.
—Esto es lo que reunimos—dice Crystal con una sonrisa de boca cerrada.
—Es casi la mitad, hicimos nuestro mayor esfuerzo—dice Eleanor.
—No quiero que parezca que estoy ejerciendo presión sobre ustedes, pero Eleanor y yo amaríamos poder hacer este viaje luego de graduarnos—dice Crystal abrazando por los hombros a la mencionada.
Emma, Patrick, Richard y Mary se miran entre sí y luego las miran dándoles una sonrisa.
—Hagamos un trato—dice Patrick y ambas lo miran expectantes—Esperemos al día de su graduación y luego vemos que pasa—dice con una sonrisa. Eleanor y Crystal asienten.
No estaban muy seguras de lo que eso significaba, pero pronto lo averiguarían.
Efectivamente ya sabían la respuesta y no podían estar más felices.
—Yo también quiero un abrazo—dice Caitlin levantándose de su asiento y extendiendo los brazos. Eleanor y Crystal se dirigen a ella y la abrazan.
Después de tal momento, las dos mejores amigas vuelven a sus lugares en la mesa. Una vez hecho esto, se miran la una a la otra.
—¡Iremos a China!—dice Eleanor con una gran sonrisa.
—¡Ya lo creo!—dice Crystal emocionada.
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Despiadada
AcciónEleanor Davis y Crystal Hudson, dos mejores amigas recién graduadas realizan su viaje soñado a China para celebrar este gran logro. Un viaje que llevaban planeando por años y esperaban fuera una experiencia inolvidable. Y sin duda lo sería, pero no...