II

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Sizhui pasó la manga de su túnica por el rostro, secando el agua que el tritón acababa de lanzar con el intencionado chapoteo de su aleta.

—Sé que estás enojado porque no recuerdo nuestra amistad, pero me dio una fiebre muy alta —se excusó en un vano intento de aplazar la creciente molestia del castaño.— y aunque sea difícil olvidar que mi amigo de la infancia en un tritón, solo tenía seis años. Estoy seguro que después habría creído que era un niño con una imaginación muy activa.

Sizhui debió haber visto venir la nueva mojadura.

Tras volver a secar su rostro (sus mangas comenzaban a humedecerse), miró como el castaño alzaba cuatro dedos de su mano derecha para después señalar su cabeza y cruzarse de brazos.

El cultivador se quedó un momento en silencio, pensando en el significado de esos gestos.

—¿Dices que tenías cuatro años pero aún lo recuerdas?

Su amigo asintió pero parecía negarse a verle a los ojos, a juzgar como mantenía su mirada fija en las flores de loto que crecían a su alrededor. Parecía tener un conflicto en sus emociones sobre el conservar aquellos recuerdos, como si estuviera orgulloso de poder rememorarlos pero al mismo tiempo era vergonzoso.

Simulando secar su rostro, cubrió como sus labios se habían curvado ante tal reacción. Estaba seguro que si su amigo lo notaba volvería a salpicarle con agua.

En un principio Sizhui había estado preocupado que el tritón decidiera no volver a aparecer frente a él, o que les costara a ambos entrar en confianza tras tantos años separados considerando que Sizhui solamente contaba con pequeños fragmentos de su memoria donde el castaño era partícipe. Afortunadamente en cuanto Sizhui cruzó aquella extraña niebla que escondía el lago, un par de ojos castaños ya le recriminaban el haber llegado tan tarde. Como si su amistad no fuera algo nuevo, sino como algo pausado.

Escapar del Receso entre las Nubes no fue tan difícil como creyó. Fue de mucha ayuda que contara con algo de experiencia gracias a su A-Niang, quien en su infancia le llevaba junto con JingYi a los festivales nocturnos que se celebraban en Caiyi y regresaban por la madrugada siendo cuidadosos de no ser atrapados. Pero aunque su salida de su hogar fue tan sencilla, su tardanza fue debido a que su primera vez en Yunmeng fue por haber sido lanzado desde donde habían estado investigando, tardó un poco en recordar el camino.

El ver al tritón esperándolo le llenó de felicidad. Durante todo el día los nervios le habían acompañado no solo por su escape, sino también por el pánico en que descubrieran las mentiras escritas en su reporte de la Cacería nocturna.

Aunque durante su crianza le enseñaron que no siempre debía seguir las reglas de la secta, Sizhui solamente ignoraba aquellas que no podían causar un mal y seguía el resto. Era muy distinto el conversar mientras comía a mentir en sus reportes.

Le era amargo el no decirles a sus queridos A-Niang y A-Die sobre su descubrimiento, pero estos habían sido los primeros en ocultarles la verdad, aunque quería pensar que tenían una buena razón por la que lo habían mantenido en secreto.

Se prometió mentalmente que les contaría a futuro. Solo necesitaba tiempo para saber más del tritón. Cuando estuviera listo para afrontar las consecuencias de su pequeña aventura les diría la verdad.

Por ahora solo quería aprender sobre su singular amigo de la infancia.

—Los tritones deben tener muy buena memoria.—Murmuró para sí mismo, notando como el castaño asentía con una sonrisa llena de orgullo.

Se notaba que era presuntuoso. Aunque esa característica podría ser un defecto para la gente en Gusu, Sizhui encontraba que iba perfecto con el tritón.

I could feel my life begin - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora