Extinto // Klance

02

Lance

¿Es posible sentir culpa de algo que no no te afecta en lo personal?

Está bien, yo admito que me comporté terriblemente con ese galra supuestamente Omega. Pero yo no sabía que era eso.

Luego del juicio Allura simplemente me arrastró hasta mi habitación y me encerró. Según ella: para que tenga tiempo para pensar en mis responsabilidades y demás cosas.

Ni siquiera quiero ser rey ¿por qué debo preocuparme por mis responsabilidades?. Ella lo hace de maravilla, es la mayor y es a la que dejaron de encargada nuestros padres hace muchos años, por algo lo habrán hecho.

Digo, era un niño cuando se fueron a un viaje político y realmente no sé cómo funcionan los viajes intergaláctico con o sin gusanos de tiempo porque voy a terminar muriendo viejo antes de que lleguen mis padres.

Ni siquiera mandan cartas o las responden. Simplemente dijeron:

Regresaremos pronto.

Creo que interiormente también tengo miedo a preguntar si siguen vivos o no.

- Espero que hayas pensado sobre tu actuar de hoy, Lance.

La voz de Allura me regresó a la realidad ¿cuánto tiempo pasó? Creo que de nuevo estoy sobrepensando todo... ¿o no?

- No realmente.

¿Pensar en mi actuar? No creo haber hecho gran cosa, sí, casi mato a un niño pero fuera de eso no pasó nada.

- Bien. Shiro y Keith vendrán mañana a una consulta con Pidge.

La observé levantando una ceja, no entendía el punto de su comentario.

- ¿Y?

Allura me miró mucho más seria que antes, tenía que obedecer o varias libertades mías peligrarian. Mejor prevenir que pagar.

- Te lo digo porque TÚ los recibirás y atenderás. ¿Se entendió?

Asentí efusivamente sin pensar exactamente en qué me estaba metiendo. Seremos hermanos pero en cuanto a órdenes todos tenemos pavor a la princesa enojada.

- Hasta mañana, entonces. No quiero ningún fallo, aprovecha esta oportunidad para disculparte.

Se dió la vuelta para salir de mi cuarto y antes de cruzar la puerta me regresó la mirada, aún bastante seria.

- y con aprovechar la oportunidad me refiero a que lo hagas, si no lo haces tendrás que cumplir tus obligaciones como príncipe en todas las juntas de consejo.

Volví a asentir aún mudo, detestaba esas juntas. Por nada en el mundo quiero perder mi privilegio de poder saltear esa obligación. Además, una disculpa no daña a nadie ¿verdad?

Pasé la tarde en mi cuarto alistando mi ropa para mañana, porque seguramente en la noche me escape al bar para ver a la linda alteana que dejé en la mañana. Y es que era perfecta. Por lo menos en lo que resta de la semana.