PRÓLOGO

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Las personas somos armas de doble filo.
Las personas tenemos el poder de dañar, de llevar a que los demás hagan daño.

Sin embargo, prefiero mirar hacia el otro extremo de la daga. No el punzante, no. El otro. El que no hace daño.

Las personas tenemos el poder de sanar y continuar adelante.
Y eso es lo que pretendo hacer.
Sanar, seguir adelante.

Olvidar y superar ese pequeño capricho.
Capricho precioso y emotivo, a la vez que hiriente y destructor.

Ese capricho llamado Andrew Richards.

Bienvenido/a a la mente de Callie Peterson.

SaudadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora