CALLIE
DOS HORAS ANTES DE LA EXPOSICIÓN–¿Puedo hablar contigo un momento?
Mi madre se gira al oír mi voz y me ofrece una sonrisa.
–Claro, cariño. –Se echa a un lado en el sofá para dejarme sitio–. ¿Qué pasa?
Si soy totalmente sincera, me ha costado reunir el valor para bajar a hablar con ella. No porque no haya confianza entre nosotras, sino porque siento que el miedo se hará aún mayor si lo verbalizo.
–Creo que Andrew me está evitando –suelto mordiéndome el labio.
Hay silencio durante un momento, lo que me pone todavía más nerviosa.
–¿Por qué piensas eso?
–Lleva un par de días sin hablar conmigo prácticamente nada, Peter dice que ayer volvió a casa muy borracho y evita contestar mis llamadas y mis mensajes –explico–. No quiero pasarme ni parecer controladora, mamá. Es solo que no entiendo qué he hecho mal para que esté así.
–¿Que te hace pensar que eres tú la que has hecho mal? Hasta donde yo sé, todo iba genial entre vosotros.
–Yo también creía que era así, pero viendo cómo se ha comportado estos dos días me cuesta demasiado no pensar que ha ocurrido algo.
–Quizá no tiene nada que ver contigo, Callie. No has hecho nada malo.
–¿Entonces por qué no habla conmigo? Soy su novia... debería poder sentirse seguro acerca de sus sentimientos cuando se trata de compartirlos entre los dos –digo con frustración–. Sé que es muy inseguro en algunos aspectos, pero puedo intentar ayudarle si se abre un poco.
Mamá hace que apoye la cabeza en su regazo y empieza a acariciarme el pelo para calmarme. Sabe que eso me ayuda siempre, y ahora mismo no puedo darle las gracias lo suficiente, porque el agobio empezaba a traspasarme.
–La inseguridad es la peor arma contra el ser humano. Lo malo acerca de ella es que, a diferencia de las demás, este tipo de arma es interna. No es algo que se controle ni se pueda rebajar con facilidad, ni es algo fácil de contar a los demás cuando te limita tanto.
–Lo sé, mamá. Yo también soy muy insegura y sé que es un tema muy complicado... Es sólo que parte de mí siente que él no llega a confiar del todo en ambos como para ser su mejor versión. No para mí, yo lo querré igual, sino para él.
–Como has dicho, es muy complicado. No puedo arrojar mucha luz al asunto porque no estoy en su cabeza y no sé qué le ocurre, pero lo mejor que puedo recomendarte es que seas tú misma y que intentes hablar con él en cuanto tengas oportunidad –asiento, dándole a entender que he captado su consejo–. Quizá lo único que le hace falta es que le muestres que no tiene nada que temer para abrirse contigo. Puede llevarle tiempo y esfuerzo, pero tiene mucho que decir y sabe que estás dispuesta a escuchar siempre.
–Puedo intentar hablar con él en la exposición...
–Si sientes que es lo que debes hacer, hazlo. Es tu día y tú decides, hija.
–Lo haré, mamá.
–Genial –concluye.
Me hallo con un debate en la cabeza. No se si debería contarle lo que realmente me aterra. Finalmente decido contarle parte de ello.
–¿Y si Andrew no viene a la exposición?
Mamá me mira con los ojos muy abiertos antes de contestar.
–Él no haría eso, Callie.
–Me da mucho miedo que lo haga –admito.
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Saudade
Roman d'amour• Saudade. (n.) un anhelo nostálgico de volver a estar cerca de algo o alguien lejano que se ha amado y luego se ha perdido; "el amor que se mantiene." ----- Callie Peterson vivió el desamor de primera mano cuando el hermano de su mejor amigo des...