Perfecta por un pacto

Cap.7 Sueños

Narra Angie

Viento.

Solo podía percibir como este mismo se envolvía en mi cuerpo, venia de enfrente de mi, en el lugar cual sea en donde me encontraba.

Oscuridad.

Todo lo que podía ver, parecía como si hubiera perdido el sentido de la vista, ya que por mas que me esforzaba solo seguía viendo aquella penumbra.

Silencio.

Como si no pudiera escuchar pero no, solo era el lugar el cual al parecer carecía de sonido alguno.

De repente el viento se detuvo simplemente se fue, me concentre para lograr intentar captar algo a mi alrededor.

Mas silencio y absoluta oscuridad.

Mi mente solo me decía "otra vez pasara otra vez" me negaba a creer eso, era imposible no había dado señales así que solo era una paranoia.

Pero salí de mi pelea mental al escuchar como algo por que sabia que era un algo, se arrastraba por la estancia en donde estaba, solo escuchaba el pequeño sonido que hacia al moverse por el suelo.

No.

Imposible.

No es verdad.

Eso se volvió como un mantra en mi cabeza de tanto que lo repetí, de tanto que me estaba obligando a creer, mis piernas comenzaron a temblar, amenazando con dejarme caer al piso pero las puse rígidas de nuevo.

Otra vez.

Debes de correr.

Sin hacerle ningún caso a esa voz de mi cabeza me quede en el mismo lugar, todo estaría bien, solo era un susto mas, solo era eso.

Tonta.

La burla de mi consciencia tuvo razón yo era una tonta, eso queda mas que claro cuando pude sentir por mis piernas como algo, ese algo, se rozaba contra ellas. Mi primer instinto fue apartarlas pero sabia que eso lo haría peor, así que solo me quede en el mismo lugar, sintiendo todavía como eso seguí tocando mis piernas de vez en cuando.

Después de un rato todo se detuvo de nuevo.

No sabia si eso era bueno o malo, las otras veces no había sido así.

Mi cerebro pareció conectarse a mi sentido de la vista por de pronto veía todo o bueno lo poco que se podía, era como ver todo en tercera persona, veía a dos niñas, riéndose y siendo felices luego caía una fuerte lluvia las pequeñas corrían y se metían en una casa.

Todo alrededor era de colores vacíos o tristes, el cielo de color gris ocasionado por la lluvia que seguía cayendo, pero las casas igual se veían de tonos bajos, eran blancas con gris o solamente grises, eso hacia ver al lugar mucho mas melancólico.

Intente dar un paso o moverme, pero parecía estar anclada en el mimo sitio, todo tuvo sentido en el momento en que volvieron a salir las niñas, aquellas veían saliendo de la casa pero lo que mas llamaba la atención era el distintivo color rojo que chorreaba de sus prendas de vestir.

Ellas solamente sonreían como si fuera lo que hallan hecho hubiera sido lo mas divertido del mundo, se pusieron en medio de la carretera, al parecer no me podían ver, ya que yo igual me encontraba ahí, ellas se encontraban enfrente mío. Ellas solo se reían.

Ahora si las podía distinguir bien, una era rubia con el cabello tan claro que parecía resaltar en todo el lugar tan oscuro como ese, pude observar sus ojos tan azules como el mismo mar, pequeñas pecas en la nariz y los pómulos y con una cara tan angelical que no parecía que fuera acorde con el rojo de su ropa; algo en ella se me hizo familiar, tal vez su cabello o esas pecas, era yo.

O al menos eso creía.

La otra niña por el contrario tenia el cabello negro como el carbón, pero este parecía ser muy sedoso a pesar de estar mojado, sus ojos, esos eran como plata derretida, grises, como la mayoría de las cosas que había alrededor, igual tenia su vestimenta manchada de rojo, la cual se escurría y hacia un charco debajo de sus pies, ella se me hacia demasiado familiar.

A quien me recordaba ella? Tal vez a...

Un fuerte ruido se escucho de repente, era como hubieran dejado caer algún metal y las pequeñas empezaron a correr al escucharlo igual, se escondieron en algún lugar, yo aun me encontraba aun sin saber que estaba ocurriendo, que era todo esto y el por que lo estaba viendo.

Susurros.

Fueron lo que se empezó a escuchar primero, luego de ver al montón de personas que venían delante de mi.

Monstruos.

Eso son.

Era lo que decían los susurros que lograba escuchar, no sabia a que o quien se referían, pero la imagen de las pequeñas con ese color rojo encima de ellos me regreso a la mente.

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Desperté de golpe, no recordaba nada de lo que había soñado solo tenia pequeños pedazos.

Eso es malo

Murmuro mi consciencia y si que lo era, el recordar mis sueños fue lo que me ayudo a sobrellevar las cosas y siempre los recordaba, hasta esta vez.

El sol se metía en medio de las cortinas y parecía aun ser algo temprano, me levante y fui por un vaso de agua a la cocina, aun no estaba totalmente despierta pero el verlo sentado en mi sala me activo todos los sentidos.

- Me puedes explicar que haces ahí?- solté con un volumen alto pero sin gritar, el solo levanto la cara para verme-

- Estoy sentado que no ves- dijo en un tono burlón pero con cara seria-

- ja ja que chistoso eres- le respondió por su intento de chiste- pero ya dime el por que de venir y casi darme un infarto por el susto- lo mire y pensé que no me respondería pero lo hizo-

- Las viste- afirmó- Volvieron- me quedo viendo como si yo supiera a lo que se refería-

-Quienes volvieron no entiendo- el bufo y me vio como si yo fuera una idiota-

- Las legendarias- dijo en un tono que parecía de emoción y fascinación-

- Se supone que debo saber quienes son?- su cara me demostró que no, pero lo que soltó fue algo que no me esperaba-

- No, pero ahora mismo te hablare un poco sobre ellas- dijo aun en ese tono ya hora parecía haber orgullo pero no lo se- Ellas no tienen mucho tiempo en el mundo, pero si que han hecho un desastre en donde sea que pasen-

La imagen de dos pequeñas apareció de repente en mi cabeza y el lo pudo notar, era parte de mi sueño lo sabia, dos niñas debajo de la lluvia y cubiertas de un rojo carmesí.

No entendía nada pero por la cara de el sabia que esto solo traería mas problemas.

Y si que lo harían.