Habían trabajado por largo tiempo, y se habían encontrado con que congeniaban de formas más magníficas de las que ellos hubieran podido creer.
En aquel momento, Diego, Jason y Klaus habían salido para conseguir una pieza que la máquina necesitaba, mientras Allison, Luther y Dick dormían, en una escena interesante, pues Spaceboy se encontraba al centro y los otros dos abrazados a él como si fuera un enorme oso de peluche.
En teoría, habían dejado a Five y a Damian solos, por accidente, (ya que ninguno consideraba buena idea que aquellos dos convivieran), pero los chicos parecían simplemente aprovechar el tiempo para conocerse mejor:
–Entonces un hacha de "emergencias" ...
Instó Damian.
–¿Qué te digo? –procedió cinco con mueca casi orgullosa–. Me encanta improvisar, y por supuesto, no omitamos la ironía en usar un objeto que salva vidas en "caso de emergencia"
Damian respondió con una sonrisa arrogante:
–Yo he hecho más, con menos...
Cinco torció el gesto y respondió con Desdén:
–¿Sin apoyo?
–Siempre... –Dijo Damian cortante–. He incluso, cargado a un grupo de lastres imbéciles que se hacen llamar mis hermanos, y con los que afortunadamente no tengo parentesco genético...
–Entiendo de qué hablas... –Dijo cinco con sorna–. Odio admitirlo, pero tenemos más en común de lo que me gustaría decir en voz alta...
–Soy el príncipe de Gotham...
–Y yo, el amo del tiempo...
Ambos títulos eran auto-impuestos.
En aquel momento, llegaron a la mansión, Klaus, Diego y Jason, y mientras el primero y el último soltaban carcajadas y decían estupideces, Diego parecía al borde de explotar.
–¿Consiguieron la pieza?
Preguntó Allison fingiendo que no acababa de despertarse.
–Si –confirmó Diego poniéndola abruptamente en sus manos–. Pero la próxima vez, que sea otro el que acompañe a estos dos malditos psicopatas suicidas…
Klaus y Jason soltaron otra carcajada.
–¡Oh, viejo, cuando disparaste a la caja, pensé que moriríamos!
Cuatro se enjugaba una lágrima.
–No no, Cuando los muertos hicieron esa mierda de… –Jason miró a su alrededor–. Espera ¿Dónde está Damian?
Klaus miró en su entorno, señalando cómicamente hasta que entendió el problema.
–Carajo… ¿Y cinco?
Número cuatro manoteó y comenzó a correr.
Al parecer los más preocupados por que los dos jóvenes psicópatas se quedaron solos, eran ni más ni menos, que sus hermanos más "cercanos"; los conocían bien, y temían seriamente que se asesinaran entre ellos.
Pero al encontrarlos, en el laboratorio del sótano, descubrieron que sólo charlaban, y ambos tuvieron la abrupta misma idea de mantenerse ocultos tras la puerta y escuchar, pero claro que los menores, sabían que estaban allí:
–¿Sabes qué es lo que más odio?
Comenzó cinco, sin realmente desear desahogarse.
–¿A los idiotas que son incapaces de tomarse las cosas en serio?
Aventuró Damian.
–Si, –confirmó cinco–. Encima de todo creen que pueden meterse en tu cabeza e implantar la semilla del caos, donde de por sí, hay un apocalipsis...
Cinco pensaba en su propio Red Hood; cuatro
–Creen que alcanzarán tu corazón y con ello borrarán una infancia de dolor y sufrimiento...
–Están empecinados en su propia idiotez, pero cuando aciertan, cuando un halo de precisión perfora sus sienes insulsas, y te muestran su grácil verdadero ser...
–Es entonces cuando no puedes evitar querer apoderarte de ellos...
El tono de Damian surgió profundo, gutural, caprichoso.
–Y que toda esa maldita locura, te pertenezca...
Mientras el de cinco se forjó aterciopelado y rasgado por una sonrisa ambiciosa.
No había nombres de por medio, pero un escalofrío ascendió por la espina dorsal de Klaus, mientras un calor irreverente se posaba en el vientre de Red Hood...
–Lo verdaderamente más molesto, es la subestimación
Damian habló, mientras ambos comenzaron a caminar, forjando un amplio círculo, cuáles fieras.
–Por supuesto, pasar años siendo entrenado como un asesino, para que venga un idiota de caderas afiladas, a desestabilizar todo…
Damian se sentía profundamente identificado con la afirmación de cinco.
–Ser tratado como un niño, cuando la mente ha alcanzado un poder de madurez superior…
Y a su vez, cinco temía la tremenda acertividad de los diálogos de Damian.
–Poder hacerlo todo, y aún así…
Cinco cerró los puños con impotencia.
–No poder resistirse a…
Damian desvió la mirada, pero mantuvo la barbilla en alto.
Las mejillas de ambos se encendieron…
–Klaus
Dijo cinco.
–Jason
Dijo Damian.
–¡Es un odiota!
Terminaron al unísono.
Se miraron, ambos con el arma ajena apoyada contra el hombro derecho y las mejillas drásticamente encendidas, en una mezcla de coraje y certera vergüenza.
Al otro lado de la puerta, Klaus y Jason se miraron también, al parecer fue este último quien abrió la puerta y cuando entraron vieron a ambos chicos, viéndose con todo ese fuego en las miradas, y algo se encendió en la mente de Jason y cuatro; tal vez no terminaran "matándose" pero había una chispa entre los menores.
–¿Qué pasó?
Preguntó Allison entrando por aquellos gritos de los adolescentes.
–¿Alguien está herido?
Cuestionó Dick corriendo tras ella.
–Si, creo que acabo de ser dañado en el orgullo…
Dijo Jason riéndose levemente.
–A mi me dieron justo –Klaus impactó su mano dramáticamente contra su pecho–. Justo… en donde no me interesa…
Completó y rió también.
Cinco y Damian dieron la espalda, totalmente concentrados en negar lo que acababa de pasar, lo que en esencia habían admitido; la forma en la que Klaus y Jason, podían sacarlos de control y desestabilizar todo en ellos.
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Notas finales:
Estoy tan emocionada de este proyecto, que de una vez, les dejo, Capítulo 1 \(o.o)/
La verdad me encantan estos dos, y el fuego entre ellos, anuncia algo grande, ¡seguiré adelante hasta el final!
Los veo pronto...! ❤️
-Misha fuera~❤️
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Romper la tensión
FanfictionBatman ha muerto, y en su enloquecido intento de traerlo de vuelta, Damian Wayne, su hijo biológico, persigue un punto de poder en el mapa. Un viajero en el tiempo, cuyo potencial emerge de sí mismo, ha llamado la atención del hijo del demonio, y s...
