Capítulo 5: Octavo desastre.

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ASHTON

Coincidir no es lo mismo que conectar. Lo primero, es algo que todos hemos hecho con demasiadas personas. Hablar por hablar. Sin embargo, el conectar con alguien es asombroso. Ahí está la diferencia entre una cosa y la otra. Es agradable coincidir con alguien. Pero no se compara con lo mágico de una buena conexión.

Así me he sentido esta última semana. Desde el pasado viernes, mis días han acabado de la misma manera: largas conversaciones con la pequeña chica pelirroja de ojos azules. Muy bonitos, por cierto.

Conversaciones que suelen llegar a su fin cuando a alguno de los dos lo vence el cansancio—siempre suele ser ella— y ya no puede más. La mayoría de los temas que hemos tocado han sido, inconscientemente, todos con el fin de saber más del otro. Le he contado de cosas que ella no se hubiese imaginado nunca. Como el hecho de que había formado una banda con mis amigos hasta no hace mucho o que aveces trabajo en el estudio de tatuajes de Simon. Lo último hizo volver su curiosidad sobre mis tatuajes así que preguntó más sobre ellos.

Le conté que yo mismo los había dibujado y que tenía muchos más que los que había visto. Tengo tatuajes en las piernas, en el abdomen, en el pecho, brazos, espalda y unas pequeñas letras en...por ahí.

Ese último me lo hice a los dieciséis y estaba borracho. Además de que fue una apuesta que claramente perdí. Igual no es muy notorio, es pequeño, y nadie lo verá. A menos de que me vean completamente desnudo.

Si. De ese no le conté a Harriet.

Yo le hice preguntas más relacionadas a sus gustos: series, libros, música. Pero algo que realmente me da curiosidad es esa etapa rebelde que me comentó el otro día. Por más que quiero, no logro verla de esa forma. Se me hace imposible.

Las risas de las personas a mi alrededor me devuelven a la realidad. Estoy sentado en el borde de la piscina del club con los pies sumergidos en el agua y Simon a mi lado. Frente a nosotros, dentro del agua, están April y Tom.

Es básicamente mi círculo de amigos. Danna es parte de él, pero dudo mucho que la próxima vez que venga a la ciudad quiera andar con nosotros. De hecho, la razón por la que era parte es gracias a que es hermana de Simon y era mi novia.

—¿Hola?—escucho la voz de Simon y me doy cuenta de que está agitando la mano muy cerca de mi cara—Tierra llamando a Ashton—lo volteo a ver.

—¿Qué?—respondo y aún así no para—Ya, que solo pensaba en...solo estaba pensando—digo—¿De qué se ríen ustedes?

—El chiste no es bueno a la segunda vez que lo cuentas—habla April.

April es como una hermana para mí. Nos conocemos desde los siete u ocho años. Siempre éramos Simon, ella y yo contra el mundo. Claro, antes de conocer a Tom y que Ben, hermano de April, se uniera.

—Es broma—dice unos segundos después—Le contábamos a Simon sobre el nuevo guitarrista, dice que nos va a dejar con la boca abierta cuando lo escuchemos tocar.

—¿Cuándo lo escuchen tocar?—frunzo el ceño—¿No se supone que le deberían hacer una prueba antes?

—Dijo que su prueba sería hoy—dice divertida.

Sabe que eso no saldrá bien, como siempre.

—¿Frente a todos? ¿En el bar?—preguntó Simon y se notaba que se quería reír—¿No es lo que dijeron los siete "guitarristas" anteriores?—hace comillas con sus dedos.

—Si, si y...—respondió Tom—Si—concluyó después de un largo suspiro—Tenemos una suerte de mierda.

—Te sigo odiando por abandonar a tu banda, Jones—mi mirada va a la chica de pelo azul que me mira con fingido odio—Espero que al menos tengas la decencia de ir a vernos esta noche, ya tienes dos viernes que no vas.

Por Primera Vez © (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora