Vinculados

4 1 0
                                    

No reconocía donde estaba, era todo tan raro... Esos sonidos que a pesar de no ser agudos asaltaban mis oídos como para denominarlos insoportables. Sentía un pequeño ardor pero ¿donde?... Ayy me habré dado en la cabeza y me habré vuelto loca, no pero parece todo tan real.
-Paseme esas pinzas, yaa- oía pero no caía en que pasaba a mi alrededor.
-Se nos está acabando el tiempo doctor Collins.
-No la dejaremos morir, comprueba su pulso.
- Se nos va- replicó una voz de mujer. Yo misma sentía que no había perdido del todo la consciencia, una parte de mi subconsciente estaba vigente pero, joder, que débil me sentía.
- Necesitamos terminar ya, enfermera, esta operación tiene que acabar.
Y ahí en un trance entre la vida y la muerte perdí todo mi conocimiento.
-No puede ser- dijo el doctor llevándose las manos en la cabeza.
-La hemos perdido-
Hola me llamo Jinny Masson, aunque siempre he preferido Jin, es más no se, simplemente agradable. Vivo en España, voila, pensé y solté una risita. Aquí he creado muchos recuerdos, amigos, mi escuela, todo en mi pertenece a este lugar. Menos mi origen, soy de Canada y pues algo que no me pude traer conmigo fue a mi familia. Todas se tuvieron que quedar allá. No somos tan acomodados económicamente que digamos y pues somos tantos que es imposible traerlos todos para acá aunque no hay día que no los extrañe. Vine para acá hace no más de un año porque me dieron una beca en una fabulosa escuela. Allí compartía piso con mi escalofriante amiga Lily, disculpa, no es cierto, es la persona mas dulce que hay y parece entenderme a la perfección. Aunque no tuviera una familia porque sus padres se murieron en un accidente pero igual sabía que ella era como mi hermana, no es hermoso, hasta nuestros nombres combinaban mágicamente " Jinny y Lily".
-¿Ya estas lista?- gritó mi compañera irradiando alegría por todos los poros de la piel.
-No se que ponerme, tu ya estás vestida y mira que elegante-dije con voz cansina.
Ella estaba tan bella con ese vestido negro ajustado y sin tirantes que hacía resaltar su color pálido de piel, su pelo negro totalmente suelto,esos ojos castaño oscuro que tenía y esos zapatos blancos con plataforma que la hacían lucir más alta que yo aún ella siendo de mi tamaño, la hacían lucir espléndida.
-Vamos, apúrate q no podemos llegar tarde- resopló
-Puedo no ir y ya- solté sin sentir una pizca de emoción.
- Es importante que vayamos las dos o si no como quieres que nos den el trabajo- contestó en tono más elevado como si le estuviera sacando un poco de su paciencia infinita.
-Pero no te parece demasiado atrevido que nos haya invitado a cenar en su restaurante cuando solo seremos camareras-respiré- no se tú pero a mi me parece fuera de lugar.
- Puedes tener un tilín de razón- admitió la q nunca da su brazo a torcer- pero... Esta es nuestra única oportunidad-
- Vale, iré, solo dame un rato para vestirme.
Me decidí al final por un vestido rosa viejo con encaje en la parte de la cintura y unos tacones blancos al igual que mi amiga, no quería quedarme atrás, en cuanto al pelo me hice una coleta y al contrario de Lily a mi no me gustaba maquillarme, creía que lo natural y sencillo era más bonito. Al salir de la habitación mi mejor amiga se me quedó mirando impresionada, yo era de ropa normal.

-Ey ¿quien es esa chica guapa de ahí? Ahh pero si es mi mejor amiga- dijo la loca pareciendo querer tratar de animarme.
-Cállate ya o harás q me arrepienta de ir.
- Sea como sea ya te tienes q venir pero... Emm... Te tengo una mala noticia, empezó a llover-agrego la moustrosa mientras yo la quería matar, sabía que odiaba la lluvia, demasiado frío para mi gusto y menos lo soportaba si tendríamos que ir caminando y con una sola sombrilla para ambas.
- Pagarás esto cuando volvamos- contesté yo saboreando la venganza que me esperaba, simplemente sería una bromilla pero igual me vengaría.
- Si si si- dijo entre risitas- esconde ya los dientes gatita que hay mucho recorrido por delante.
Caminamos mucho en ese día espeluznante, hubiéramos evitado todo esto si pudiéramos ir en su audi negro, lo malo es que estaban arreglándolo y no nos quedaba de otra que ir a pie. La calle estaba llena, me sentía como un bicho raro cuando veía que al parecer era la única a la que no le gustaba ese grupo de gotas de agua que caían en sintonía manteniendo el día húmedo y frío. Lily acabó el silencio.
-Esperame aquí, tengo que comprar algo- expresó mientras se desvanecía entre las personas. ¿Qué estaría haciendo Lily?¿Qué tenía que comprar? Ni siquiera me dejo preguntarle. Se fue tan rápido. Al parecer mis pensamientos me mantuvieron tan entretenido que ni me di cuenta que había un charco delante, por lo menos no hasta q tuve mi cuerpo a unos centímetros del piso. Pensé q me caería, realmente lo pensé, pero unos brazos me agarraron antes de que todo pasara, unos brazos que eran cálidos al contrario de este terrible día. Era un desconocido para mí, pero cuando nuestras miradas conectaron fue como si lo conociera de toda una vida.

-Ten más cuidado, mujer- ¿Estas bien?- me preguntó, parecía q le habia apartado de sus pensamientos, sentía q estaba perturbado y se notaba preocupado aunque ¿Por qué? Como le importaría a alguien q ni me conocía.
-Estoy, emm, creo q bien- dije un poco fuera de lugar porque aún me agarraba entre sus brazos. Iba a continuar pero me interrumpieron.
- Cuidate mejor ok, adiós- expresó el desconocido mientras me volvía a mi lugar y se desaparecía entre la multitud. Poco después llegó Lily con una botella en mano.
- Ya compré la botella de jinebra, Jin- ella sabía q no bebía aunque nunca le conté la razón. Le encantaba joderme con que muchas bebidas alcohólicas combinaban con mi nombre, como la que acababa de comprar, le parecía gracioso y todavía no le encuentro la gracia. Pero en fin su mente era toda una sorpresa.
-Esto no es gracioso- solté con una pequeña sonrisa dibujada en mi rostro.
-Si lo es nena-soltó entre carcajadas mientras se apresuraba en llegar a nuestro futuro lugar de trabajo.
-¿Que haremos para celebrar cuando lleguemos a casa?- dijo confiada.
-Todavía ni sabemos si nos aceptarán y ya estas pensando en la fiesta, de veras no tienes cura-dije y me reí aunque la sonrisa no era por lo que acababa de decir. A pesar de Lily ser muy buena para entretener a cualquiera, no logré sacarme de la mente la mirada de ese chico, sus ojos azules oscuros, la piel blanca y el pelo negro rizado, daba un aire a ser frío pero en sus brazos se sentía todo lo contrario y su mirada preocupada pero...¿De verdad se preocupó? ¿Por mi? No se, lo único que tenía en mente era q no lo volvería a ver así q era mejor concentrarme y sacármelo de mi mente.

Un pedacito de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora