Del odio al amor...Quedate Conmigo [Iván Martínez]

Maraton 2/5

-Iván amarró con agilidad aquella corbata con rayas laterales de color negro en mis manos, sin quitarme la mirada de encima-

Ivan: No las muevas de ahí...-Pone mis manos amarradas arriba de mi cabeza- Es una orden...-Doy una risa de picardia-

T/n: Me gustan las ordenes...-Ivan me da una sonrisa, haciendo notar esos dientes tan perfectos que tiene-

Ivan: Te gustara más lo que te voy a hacer...-No lo dijo dos veces y comenzó a rozar su cara sobre mi abdomen hasta llegar a mi parte íntima lentamente, arqueaba mi espalda por el roce se su aliento y cara, por que no estaba tocando mi piel, solo me provocaba para hacerlo desear aun más.-

-No podía ver la cara de Iván, por que dejé caer mi cabeza sobre la cama mientras cerraba los ojos, así profundizaba cada roce que hacía, sintiendolo más.-

Ivan: Aprieta los labios...-Dijo en un susurro sin despegarse del lugar donde estaba, el cual era justo enfrente de mi parte íntima, solo asentí y apreté mis labios lo mas que pude para que los gemidos que soltara no se escucharán tan fuertes. Los suspiros que daba Iván, rozaban con mi intimidad y créanme que los sentía demasiado, su aliento era un poco cálido haciendo que me mojase aún más...- Hacerlo en susurro...Eso es nuevo para mi...-Escucho como ríe haciendo que sonriera, deshaciendo el aprieto de mis labios, hasta que siento como los dedos de Iván juegan con los lados de mis bragas- Esto es un gran pecado...

T/n: Me gusta pecar...-Dije mientras miraba el techo con una sonrisa sintiendo las respiraciones de Iván tan cerca-

-Iván nunca me respondió con palabras, sino con actos, sentí como hecho a un lado la parte de abajo de mis bragas, haciendo que mi intimidad fuera expuesta, rozó aún más cerca sus labios y sentía sus ojos clavados en mi, sabia que se sentía bien, así que lo siguió haciendo.
Los roces se sentían cada vez más placenteros, solo deseaba sentir lo frío de su lengua y esos movimientos extraordinarios que hace, pero en cambio, solo hacia que me los imaginará, exitandome más.-

Ivan: Di que lo necesitas, que me necesitas dentro de ti...-Mire hacia dónde el estaba y note que sus manos viajan de mis muslos a mi cintura, donde desabrocho la falda color rojo que traía.-

T/n: Lo necesito....Lo deseo....Y sobre todo me gustaría...Quiero sentirte adentro de mi, Martinez...-Tira a un extremo de la cama la falda color rojo dejándome en puro sostén y bragas, las cuales ya estaban movidas hacia un lado-

Ivan: Esas son las palabras mágicas que necesitaba...-No dijo ni una palabra más y prosiguió a poner su fría lengua en mi, no pude soportar no gemir, fue totalmente inesperado, así que después de ese leve gemido al contacto físico, cerre aún más fuerte mi boca, ahogando los gemidos que soltaba en breves momentos.-

-Iván jugaba con mi parte íntima, a veces con sus dientes mordia mi clitoris suavemente, haciendo que cada vez se me hiciera mas imposible retener los gemidos.
Prosiguió a darle una última lamida a mi intimidad, para después apoyarse con sus brazos y mirarme a los ojos-

Ivan: Alza un poco la cadera...-Dijo en un susurro que ¡Oh, por dios! Hizo que se me erizara la piel de lo seductor que se oyó, además de que sentí como mis bragas empezaron a deslizarse por todas mis piernas cuidadosa y delicadamente.-
Tendrás que soportar el placer querida...
-Dijo para finalmente dar unos pequeños besos humedos en la parte de arriba de mis muslos, donde por ende, estaba muy cerca de tocar mi intimidad.
Con mis bragas en su mano derecha apretandolas, por fin volvió a poner esa lengua divina en el lugar más placentero, soltaba suspiros leves acompañados de gemidos por el placer que este chico me está haciendo sentir.-

-Aprete mis labios lo más que pude, pero no podía retener esos pequeños gemidos que salían por si solos. Con mis manos atadas, no podía apretar ningún objeto trasladando mi placer a este, o al menos disminuyendolo según yo, pero por lo menos aprete mis manos entre sí, mientras arqueaba mi espalda haciendo llegar aun más placer, por el simple hecho de mi posición, ya que sentía la lengua de Iván un poco más a detalle, haciendo que me mojara aún más.-