Las gotas impactando duramente con la ventana, se acoplan a la perfección con el conjunto de sentimientos vacíos que habitan en mi pecho buscando libertad de una vez por todas.
Pau quien estaba levemente recostado en la puerta de mi habitación, me mira con pena por el estado en el que me encuentro.
- Gabri, es hora de dejarlo ir, de soltarlo- Repite, en esta ocasión apretó con fuerza mis párpados- Para que puedas ser libre, le tienes que dar libertad, dejarlo volar.
Un suspiro sonoro se escapa de mis labios juntó a un sollozo.
-Es muy fácil decirlo Pau, incluso pensarlo, lo difícil es cuando sabes que tienes que hacerlo y no puedes.
-Cada uno tiene su destino, quizás el vuestro no era juntos.-Se acerca y posa su mano en mi hombro.- Tu tienes que buscar el tuyo. Martín ya tiene el suyo.
En un movimiento rápido, consigo limpiar una lágrima rebelde que intentaba rodar por mi mejilla.
- Todo pasa por algo Gabri- Repite la misma frase que tanto me había repetido María, la madre de mi ex.
Palmea mi hombro y sale de mi habitación para dejarme sola, un sollozo ronco de tanto llorar consigue escapar de mi garganta.
- Pasa, pero nunca deja de doler.- Susurró mentalmente.
Me abrazo a mi misma tumbandome en la cama.
Mis lágrimas saladas no dejaban de caer a las sábanas creando una mezcla con las gotas dulces que caían afuera.
Miró el techo, esas estrellas que pegamos, cuento cada estrella que era un sueño. Un sueño que íbamos a cumplir juntos. Sueños que quedaron en la nada misma cuando él se fue.
¿Debo arrancarlas?, Me preguntó; total son solo eso, sueños que jamás se llegaran a cumplir, y menos juntos.
Respuestas vacías, sin sentido son todas las que vagan sin rumbo por mi mente.
"Quien no conoce su historia, esta condenado a repetirla" resuena esa maldita frase una y otra vez por mi cabeza.
No quiero volver a pasar por lo mismo.
Pero tampoco quiero olvidar. Porque olvidar es perder una parte de sí. Sin pasado no tenemos conocimiento, y sin conocimiento no somos nada.
El ardor e hinchazón de mis ojos no me permite ver más, tampoco quiero hacerlo.
Me tortura, porque aunque su recuerdo siga vivo, será en vano porque no va a volver, nada va a cambiar.
Debo continuar, porque lamentarme ya no quiero más, no puedo más.
- Hace un año que está así, no puede más- Solloza Paula, mi madre con dolor.-No sé que más hacer, no se como ayudarla.
- Tiene que sanar mamá, aún lo siente junto a ella, y no puede sanar si aún está.
-Necesito que se vaya, que se vaya de su mente, de sus recuerdos. Quiero a mi hija, a la niña feliz, no una muerta en vida.
Mi padre la abraza con fuerza sintiendo el resonar de las gotas caer juntó a los sollozos de su pequeña.
- Eso es imposible mamá- Interviene nuevamente Pau.- Lo suyo fue siempre más fuerte que todo y ha traspasado barreras inexplicables. Creeme cuando te digo que esta situación no será un impedimento para su amor, no se si será aquí o en otra vida, pero que será es una realidad
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Se empieza a llorar desde ahora y no se para hasta el final.
La escritora que os quita la estabilidad emocional siempre ✨MARIAN✨
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𝐋𝐈𝐁𝐄𝐑𝐓𝐀𝐃
Teen FictionSiempre me han dicho que él amor no es para siempre, y que para ser libre primero tenemos que aprender a soltar