IV [Compañía]

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Seguía caminando sin rumbo fijo 《ahora soy una nómada 》 pensó

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Seguía caminando sin rumbo fijo 《ahora soy una nómada 》 pensó. Pero, varias dudas inundaban su cabeza, le inquietaba saber como haría para comer cuando se le acabase el dinero, ¿casaría? ¿Recolectaría fruta? Sacudió su cabeza haciendo que esas preguntas se borraran. Ya pensaría en eso cuando se quede sin presupuesto.

Seguía caminando y caminando, y a los transeúntes mirando, mirando como reían a carcajadas, ya que su paz había sido salvada.

Se regocijba al saber, que gracias a ella otro día sin disturbios podían tener.

De un momento a otro la pelirosa frenó, cuando con un espaldar musculoso ella chocó.

Se sobó la nariz y ya se iba a quejar, cuando vió mejor a ese hombre detuvo su hablar.

— ¡Shady! — Gritó ella con euforia

— Rose — no se podía decir lo mismo de él.

Sus ojos rojos pasaron de su mochila en la espalda de ella a sus labios y luego nuevamente a su mirar jade.

— ¿De viaje?

La rosada alzó sus hombros despreocupada.

— Vagaré por ahí, quien sabe cuando vuelva

—Hmp

Amy se río por el típico monosílabo del azabache. Él no era un buen conversador.

— Acompáñame — susurró ella.

El de ojos rubí no pudo ocultar su sorpresa.

— Rose, tengo cosas que hacer acá, no puedo simplemente tirar todo e ir a quien diablos sabe donde por quien mierda sabe cuanto tiempo.

Agachó su mirada y soltó un suspiro lleno de mucho pesar. Shadow rodó los ojos y también suspiró.

— Mira, no es que no seas especial para mí,  por que lo eres y mucho, pero debes entender que tengo muchas cosas no resueltas...

Ambos se miraron por unos minutos, hasta que ella decidió hablar otra vez.

— Lo siento Shady, quizás nos encontremos en uno de mis viajes o cuando vuelva...

Dicho eso, siguió su caminar, pero ahora con un pesar en su corazón que no sería fácil de olvidar.

—Sí... quizás  — dijo el de ojos rubí para si mismo, viendo como su primera y más importante amiga se desvanecía en aquella ahora solitaria ciudad.

 quizás  — dijo el de ojos rubí para si mismo, viendo como su primera y más importante amiga se desvanecía en aquella ahora solitaria ciudad

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Solo quiero descansar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora