Varios años habían pasado desde su partida. Al principio fue difícil, realmente difícil y no lo iba a negar; incluso ahora, ya un poco más acostumbrada a esta nueva vida algunas cosas se le dificultaban.
Su edad corporal giraba al rededor de los 27, pero su edad mental no se podía medir...
Tres años después de su partida la guerra había estallado en todas partes, y aunque había prometido no cortar la comunicación con sus amigos, hacerlo en esos tiempos era casi imposible.
Ella, vió muchas cosas, tanto buenas como malas. Observó como conocidos, desconocidos y amigos que había hecho en sus viajes morían en sus brazos. También ayudó a varias mujeres a parir, estuvo en la crianza de varios niños, escuchó las historias de muchos ancianos y curó lo mejor que puso a todos aquellos que la necesitaban.
Amelia también estuvo al borde de la muerte incontables veces y cuando se rendía por que 《Solo quería descansar 》 los recuerdos de su antiguo equipo, en especial de aquel erizo azabache, inundaban su mente diciéndole que no se rindiera ya que había prometido volver a su hogar.
Después de un lustro 《o quizás un poco más 》la guerra acabó dejando muchas muertes y pesares a sus espaldas.
Estaba angustiada por que no tenia noticias de su familia, pero al mismo tiempo un poco aliviada ya que las malas noticias son las primeras en llegar.
Después de varios meses al fin pudo regresar a Möbius, la mayoría de cosas estaban destruidas pero los ciudadanos ayudaban a reconstruir su amada ciudad.
Sin más preámbulos se dirigió al taller de aquellas aburridas reuniones que la habían obligado a salir de allí.
Corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron y al entrar pudo observar a todos reunidos al rededor de la sala, como en aquellos años de antaño, como si nada hubiese pasado.
Todos allí se quedaron sorprendidos por su presencia, pero en sus ojos se podía apreciar una enorme sorpresa al ver al de ojos rubí acercarse a ella y besarla como si no hubiera un mañana.
Se separaron por falta de aire y jadeantes se sonrieron el uno al otro, luego, su mirada ojijade cristalizada se posó en sus compañeros y les dedicó una sonrisa llena de amabilidad, para luego abrir sus labios y decir unas palabras antes de estallar en una fiesta de abrazos e interrogatorios para saber como estaba.
- Ya no quiero descansar
Fin.
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Lustre: Tiempo que abarca 5 años.
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Solo quiero descansar
FanfictionHan pasado 7 largas primaveras desde que tenia 12 años hasta la actualidad, y siempre era lo mismo. Todos los días se reunían a primera hora de la mañana para hablar sobre los ridículos ataques de Eggman y de cómo a pesar de su vejez sigue teniendo...