Creo que tengo un problema al afirmar que estoy completamente enamorada del sujeto patán de mi clase, pero no es por su actitud, es por que creo que oculta una personalidad que no se la deja ver con nadie. Ni él es tan rudo, ni yo soy tan valiente...
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Maratón 2/?
-No te separes de mí, no conozco a nadie y no quiero que te llegue a suceder algo.- me mencionó al oído Mike antes de entrar al lugar.
¿Acaso Matthew le comentó lo que pasó la última vez que me dejó sola?
¿Acaso nació de él "protegerme"?
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Era una casa sencilla de dos pisos, con una pequeña piscina afuera (ya saben, típica estadounidense).
Caminamos juntos hasta la zona en la que se encontraban todos y nos pusimos hasta el frente para escuchar lo que mencionaban por el micrófono.
-Todos los chicos nuevos al centro, sin celulares, relojes, pulseras, chaquetas y cosas de valor.- valor repetía un muchacho por el micrófono.
-Creo que debo acercame, ¿me ayudas?.- me dijo retirándose la chaqueta.
-Sí claro.- me dió su AppleWatch, teléfono, y una pulsera de oro.
Guardé la pulsera de oro en el bolsillo dentro de mi chaqueta, me coloqué el AppleWatch para no perderlo y tomé el resto de cosas con mis manos, para dirigir mi vista a su "iniciación".
Varios chicos vestidos de negro, con guantes y botas negras se acercaron al grupo de aproximadamente 7 personas incluyendo a Mike. Solo había una chica, por lo que se colocó en medio de todos.
Las luces se opacaron un poco, y uno de los chicos vestido de negro se acercó al micrófono para hablar.
-Bienvenidos pequeños Mártires. Desde hoy comenzarán un camino de dignidad, inteligencia, bondad y sobretodo contarán con una hermandad de por vida.- todos comenzaron a aplaudir- Comencemos con la bienvenida.
Les colocaron una venda en los ojos a los nuevos y los hicieron voltear.
Trajeron tres tambores/tachos/cubos grandes negros, con líquidos algo sospechosos, y al final colocaron a alguien con una manguera.
-Van a tomar del hombro de su compañero y me van a seguir todos.- dio las instrucciones nuevamente el chico.
-Pueden retirarse la venda.- dijo este antes de guiarlos frente a los cubos.
-Van a sumergirse en cada uno hasta la cabeza, sin detenerse, caso contrario deberán pasar nuevamente por cada balde.
Miré cada uno de los recipientes gigantes llenos de líquidos, el primero era de color amarillo, el siguiente de color verde y el último color negro. No se qué esperar con respecto al contenido de cada uno.
Empezó la chica, y pensé que se iba a retractar o a darle un poco más de asco el sumergirse pero no. Salió de los dos primeros sin ningún problema, hasta llegar al último.
-¡HAY ALGO VIVO ALLÍ SE LOS JURO!.- dijo saliendo apurada del último, con ayuda de los otros chicos de negro la ayudaron a salir, limpiaron su rostro y un poco de su cuerpo con la manguera al final del recorrido.
