Maratón 3/4
He tenido fallas de Internet por lo que no se subió el resto de maratón, espero y sirva para estos capítulos, besos.
-¿De dónde vienen?.- preguntó algo tranquilo mi padre.
-He tenido mi novatada esta tarde, Miranda me acompañó. Mucho gusto, Mike Duque.- este se acercó este y le extendió su mano a mi padre presentándose.
-Edgar.- correspondió mi padre.
-Ningún Uber nos quiso traer de regreso a casa, lo lamento es mi culpa.- dijo el disculpándose por ambos.
-No te preocupes querido, al menos sabemos que Miranda estaba en buenas manos y llegaron sanos y salvos.- respondió Sofía con una sonrisa reconfortante.
-¿No pudiste llamarme?.- le pregunté a mi padre.
-Lo hice varias veces la cuarta ni siquiera me llevó a buzón Miranda.- dijo molesto.
Miré mi celular y tenía completamente la razón, estaba este en silencio y con llamadas perdidas.
-Matthew pudo llamar a Mike.- le dije aún molesta
-Posiblemente no le llegan las llamadas querida, debe tener un chip americano.- me dijo Sofía intentando calmar la situación.
-No nos pasó nada malo, se los aseguro.- respondió Mike de nuevo por ambos
-Esta bien, pero la próxima quiero tu celular en volumen Miranda, no quiero tener que buscarte con la policía.- me amenazó mi padre un poco más tranquilo
-Mañana hablaremos de nuestro viaje y de todo esto, creo que ambos deberían darse una ducha.- dijo Sofía tomando de la mano de mi padre
-Esta bien, y mil disculpas por todo. Prometo que la próxima vez Miranda les enviará la ubicación si es necesario.- dijo Mike antes de subir las escaleras
-Perdón.- supe decir antes de subir igual que Mike.
Entré a mi habitación algo exhausta pero a la vez tranquila, la pasamos bien y no tuvimos ningún altercado. La paz interna recorriendo por mi cuerpo antes de acostarme era inexplicable.
Y empiezo a vibrar mi muñeca, la miré de reojo y me di cuenta que no le regresé el AppleWatch a Mike. Por lo que antes de que el duerma debería devolvérselo.
Salí despacio de mi habitación para que mis padres ni Matthew nos escuchen.
Golpeé dos veces su puerta, esperando a que abra la misma. Pero se abrió la puerta de la habitación de alado, o sea Matthew.
¡Maldita sea, porqué siempre hace esto cuando estoy aquí!
Abrí sin pensarlo dos veces la habitación de Mike y entré rápidamente.
-¿Disculpa?.- dijo Mike con una toalla en su cintura, literalmente solo una toalla.
-Matthew.- dije susurrando antes de darme la vuelta y no verlo así.
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¡QUÉ ASCO LA GORDA!
Novela JuvenilCreo que tengo un problema al afirmar que estoy completamente enamorada del sujeto patán de mi clase, pero no es por su actitud, es por que creo que oculta una personalidad que no se la deja ver con nadie. Ni él es tan rudo, ni yo soy tan valiente...