¤ CAPÍTULO 42 ¤

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Maratón Extra

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Maratón Extra

Me acerqué para abrazarlo, el querer sentir amor, sentirme amada todavía no sale de mi cabeza. Pero no podía permitirme abrir mi corazón así de fácil después de todo lo que he pasado.

-He estado leyendo un poco de un lugar que te va a ayudar a sacar todo lo que tienes aquí.- me tomó de la cabeza.

-¿Un lugar?.- pregunté.

-Sí, un lugar.- me regaló una pequeña sonrisa.

Lo miré por un momento. No sabría cómo llamar esta sensación, este momento en sí. Podía mirarlo por todo el día que no me indica ninguna pizca de inseguridad, más bien me transmitía paz.

-Quiero verte lista en 5 minutos.- dijo dándome un beso en la frente. 

-¿Qué? ¿Nos vamos ahora mismo?

-En cinco minutos.- sonrió saliendo de mi habitación.

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-¿Dónde estamos?.- le pregunté tras ver a varias personas caminar con bates de béisbol.

-Al mejor lugar que pude haber encontrado en internet.

-Hi, I have a reservation as Mike.- Mike saludó a la chica del mostrador- yes, there are two of us- una chica le pasó un par de cascos de soldador, es decir de aquellos potentes - okay, 50 minutes it's okay for us.

-¿Y esto?.- le dije preguntando al ver que me entregaba las cosas.

-Ya verás.

Caminamos a una habitación al fondo del lugar, el lugar estaba abandonado por así decirlo, a pesar de que la compañía cuidaba del lugar.

-¿Alguna canción en particular?.- me preguntó Mike prendiendo el parlante que se encontraba en el lugar.

-No realmente.- respondí algo dudosa de lo que iba a suceder.

-Te sorprenderé.- me dijo.

Recomendación: dale play desde el minuto 1:01 (:

-Buena canción.- le respondí bailando.

-Sabía que te gustaría.- me dijo- ahora, colócate los guantes, casco y toma el bate.- se acercó de igual manera bailando.

-¿Okay...?.- dije algo dudosa.

-Mira esto.- golpeó una botella de vidrio que se encontraba en una mesa de madera junto con muchas cosas más.

-¿Qué haces?.- le respondí asustada.

-Puedes romper todo lo que miras, libera tu enojo aquí, libérate Miranda.- dijo sonriente.

-¿De verdad?.- dije algo emocionada.

¡QUÉ ASCO LA GORDA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora