CAPITULO 6: Acciones precipitadas

218 39 1
                                    

Flashback

— Me iré, me ire con ella.Tendremos un gran futuro. — decía un joven francés bastante enfadado al escuchar como sus padres se mostraban renuentes ante su decisión.

—Pero, hijo, por favor piensalo bien. No te precipites, por que te quieres ir así. — mencionaba su madre con una reacción acongojada acerca de lo espóntaneo que había sido la confesión que su único hijo partiría sin más.

—¡¿Qué quieres que piense, madre?! ¿Acaso no quieres que sea feliz? ¿Es eso?— su expresión era una mezcla de enojo y frustación al ver que su madre que nunca le daba la espalda en esta ocasión se mostraba en contra.

— Te digo todo esto por que te quiero, hijo. No quiero dejarte ir, aún no. — su corazón dolía, su retoño se había encaprichado con la idea de volar tan alto que no podía ver las muy posibles consecuencias.—Aquí puedes ir consiguiendo todo lo que quieras, pero paso a paso y no de golpe como ella te lo ofrece, dudo mucho que tantas cosas buenas sean verdad. — finalizó.

—Pues yo no, no dudo. Confío plenamente en ella. Y sí, me iré. Es un gran futuro el que me espera. Espero que lo entiendas con el pasar de los días. Te estaré llamando. Por favor, sólo dejame seguir mi camino. Te quiero, madre. — el muy agraciado joven sentenció para después presurosamente salir del departamento.

Fin del flashback

                                   ●●●

Narrador omnisciente

El momento facilmente se vió paralizado cuando esa señorita de cabello azabache entro a la oficina de Don Hugo para encontrar con una situación basta extraña, ella no quería juzgar a nadie por sus acciones pero en definitiva las instalaciones de trabajo no eran buen lugar para este tipo de encuentros. Mencionó unas pocas palabras y optó por la mejor solución, atinó a salir rápido de la habitación a lo que instantáneamente escuchó como los dos hombres se ponían se pie. Uno de ellos dijo:

— No es lo que piensas. — mientras se acomodaba de un tiron el saco blanco que vestía. — Así que por favor, obvia este terrible encuentro. Me llamo Michelle Doinel, modelo de Hugo. — guiñó el ojo.

— ¡Ah! Sí, Michelle tiene razón, en un tropezón quedamos en la situación en la que nos encontraste. Por lo tanto, todo esto no significó nada, hay que dejarlo así. — pronunció Armando con un rostro bastante aliviado.

—No era necesario las explicaciones pero aún así las agradezco por que fue bastante incómodo esto. — Aurora por fin pudo mostrar la sonrisa que tanto aguantaba minutos antes. — Soy Aurora Solano, diseñadora, mucho gusto. — procedió a estirar su brazo en afan de dar un apretón de manos con el modelo.

— El gusto es mío. — Michelle besó con delicadeza la mano que Aurora había aproximado. Esto le llamo la atención pues no era tan común que digamos.

En unos cuantos segundos y sin que se dieran cuenta, Marcela Valencia entraba en la oficina.

— Deja a la pobre muchacha, galán. — en clara mofa hacia el rubio, quienes al parecer eran buenos amigos debido a los tratos. — Me alegra que se hayan dispuesto a venir un poco más temprano de lo normal, por favor acompañenme para que firmen su contrato.

Tanto Armando como Aurora movieron sus cabezas ligeramente en muestra de aceptación para después salir de la oficina en dirección a la de Valencia, la cual guiaba el camino encabezado la fila.

— Entren y acomodense. Los papeles estan encima de mi escritorio, tomense un tiempo para leerlos, yo estaré leyendo otras cosas pendientes y por ultimo cuando esten seguros de todo me avisan para alcanzarles una boligrafo.— ambos acataron correctamente todo lo que la ejecutiva dijo.

Aurora leía rápido debido a su costumbre en textos y comprendía muy bien asi que fue bastante sencillo terminar de examinar su contrato. Levanto la mirada para encontrarse con una situación un tanto tensa, Marcela veía muy fijamente a Armando. No quizo hacerse ideas pero cualquiera que pudiera leer el lenguaje corporal diría que sentía un gusto por él.

La azabeche trató de aparentar lo de lo que se habia percatado obligando a la ejecutiva a salir de trance y alcanzarle la pluma.

Armando tardo unos minutos más en firmar pero al fin lo hizo. Los dos se dirigieron hacia donde debían reunirse con Don Hugo en silencio, no había interés en conversar ni mucho menos.

Estos dos jóvenes aún no sabían que se desencadenaría.

                                  ●●●

Horas más tarde, la noche de Bogotá había caído. La aprendiz de diseñadora, Aurora, se encontraba ordenando sus cosas para finalmente salir del establecimiento.

En ese momento se vio interrumpida por Michelle, ella lo recardaba bien. Jamás lo olvidaría, la manera en que se conocieron.

— Hola, preciosa. ¿Ya vas de salida?— pronunció fijando sus celestes ojos en la nueva asistente de diseño.

— Eh... sí, ya estaba por irme. — contestó algo desencajada por lo rápido que se había acercado a donde ella estaba pues minutos antes lo había visto la pasarela.

— ¿Bien, aceptarías que te alcance a tu domicilio?— dijo sin más con ansiedad de escuchar la respuesta.

— ¿Sí?, de hecho quisiera pasar por un lugar antes. — contestó mientras pensaba si este aceptaría la pequeña condición si podria considerarse así.

— Perfecto, vayamos al estacionamiento. Ahí se encuentra mi auto, me diriges a donde quieras ir. — acción seguida ella tomo sus cosas.

Ambos caminaron hasta el ascensor, despidiéndose de otras personas en recepción y luego llegaron a la cochera de la empresa.

Dentro del auto la charla era tranquila, conversando acerca de lo exhausto que iba a ser complacer a Don Hugo con todos los requerimientos que necesita para que cada lanzamiento de una nueva línea salga de ututuy. La palabra era muy característica del diseñador famoso así que no tardaron en reír un poco al mencionarla.

— Aquí es, una de mis librerías favoritas. No tardaremos mucho o eso espero. — Aurora se mostraba claramente emocionada, desde pequeña las obras la fascinaban y todo gracias que su padre le inculcó esto.

— No te preocupes por el tiempo, dejame estacionarme. — este culmino de acomodar correctamente el auto, para después abrirle la puerta a Aurora.

La librería estaba al costado de la calle principal, y se podria decir que era algo concurrido.

Ella al parecer iba decidida a encontrar un libro en específico. Mientras que él ojeaba algo que pudiera interesarle.

Michelle al levantar el rostro en dirección hacia fuera del lugar, se topo con que una mujer pasaba, esa mujer. Pronto iba a sentir los ojos de ella clavados en él y no él no iba a dejar que  vea la vulnerabilidad en ellos.

En un movimiento rápido se dirigió hacia Aurora para darle un beso.

Esto fue captado por la mujer fuera del lugar y al reconocerlo solo acelero su paso.

______________________________________
Autora:

Llegó aqui con un nueva actualización, poco a poco les dejare unas pistas que deben tomar en cuenta para próximos capítulos. Ahí lo dejo jajaj.

De por sí esta historia tardará bastante en escribirse así que ruego paciencia.

Estoy muy feliz por que ando practicando hacer los capítulos más largos de lo normal, así darles más contexto y que disfruten del fanfic.

No se olviden de votar y comentar, para saber que les gusta el fanfic.

Orozcoxtexts

Trabajando con el "Enamor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora