CAPITULO 8: Extraviado

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— Buenos días, Marce — decía la rubia estilizada al momento de ingresar a la oficina de su mejor amiga.

— Hoooola, Patricia.— la saludo con beso y procedieron a sentarse.— Y bueno que te trae por aqui... espera, dejame adivinar... tiene que ver con la nueva colección ¿verdad?.

— Que comes que adivinas, pues sí, ya sabes que Hugito siempre me quiere como modelo principal para los lanzamientos.

—Sí, por eso lo supuse.

La oficina de la ejecutiva era en su mayoría de vidrio y en ese preciso instante tenían las persianas destapadas. Fue entonces cuando notaron la llegada de uno de los diseñadores, era Armando que con cuidado se percato de las miradas de las féminas, él simplemente asintio a dar un media sonrisa que demostraba lo extrañado que estaba producto que las mujeres lo estuvieran observando.

Pero de vuelta en el ambiente de oficina, la acompañante de Marcela se dio cuenta del actuar de su amiga.

— Uhhh así que ya tienes un nuevo incauto. —lanzaba una sonrisa delatadora hacia la azabache.

—Pero de que hablas, Armando es nuevo aquí, es mi deber tratar que tenga un trato cordial aqui en la empresa.

— Sí, claro, ¿Que más? AY MARCE, te conozco muy bien e incluso se tus gestos. ¿Acaso crees que 20 años de amistad no valen nada?

— Bastante Patricia, pero a decir verdad solo tengo una atracción por él— Marcela mencionaba estas palabras con un poco de rubor en las mejillas.

—Bien, yo creo que eso es ya más que suficiente para llamarlo un incauto tuyo, Jajaja. — la rubia caminaba de un lado a otro.

Solo pasaron unos minutos para que vuelvan a fijar su mirada en Armando, pero esta vez siguiéndolo hacia su recorrido a la oficina de Hugo Lombardi.

—¿Acaso él también tiene una reunión con él o qué?— pregunto Patricia extrañada.

—Debe ser, sino no hubiera entrado ahí, ya sabes que en las decisiones de Hugo yo no me meto. Siempre ha sido muy quisquilloso y ya lo hemos acostumbrado a tratos diferentes pero con muy buenos resultados, asi que qué más da.—  finalizando con una exhalación puesto que recordaba pequeños momentos en donde su diseñador estrella perdía la cordura pero ella siempre estaba ahí para apaciguar las cosas y llevar la empresa por buen camino.

—¿Y la que vienes detrás con muchas prisas quien és?

—Ah, ella es Aurora. Tan bien es nueva aquí, trabajará junto con Armando.— la azabache contestó sin darle importancia.

—Pues es muy linda, pero demasiado serena. Si trabaja con Armando, ¿no tienes miedo de que te lo quite?— contraatacaba tan impertinente como siempre.

—Deja de decir alucinar despierta, y ven a los regalos que dejaron el otro día mis padres para ti.—  la ejecutiva logró hacer aterrizar a su mejor amiga y que esta se concentre en los obsequios.

— Ay, pero que gran gusto tienen.— los ojos celestes de la rubia brillaban al ver los accesorios que su amiga le mostró.

Sin embargo, Marcela se quedó pensando en eso último que su amiga respondió. ¿Realmente había que preocuparse por si la relación de trabajo de esos dos iba más allá de simplemente una relación de trabajo?

                               •••
7:30 am

A las 8 en mi oficina.

Una recién bañada Aurora recibía el mensaje. Entonces tuvo que apresurar su paso para poder llegar a tiempo.

Después de 20 minutos ya salía de su casa, no quería culpar a nadie pero desgraciadamente el tráfico de Bogotá era caótico y estresante. Aún así logro llegar a la empresa, y al salir del elevador se topó con Michelle.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2021 ⏰

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