Tʜᴇ Sʜɪɴᴇ ɪɴ Yᴏᴜʀ Eʏᴇs [Akaza x Lectora]

004.

El demonio reía algo fuerte.

—¿Tanto así?

_____ asintió.

—Estoy segura de que mi hermano se casaría con el mismo si pudiera.

Akaza volvió a reír.

Pasaba más de la media noche, para la [c/c] ya era costumbre aquellas visitas nocturnas por parte de su ahora amigo.
Mayormente se la pasaban en conversaciones triviales.

—¿Y tú? —cuestionó la joven—, ¿Tienes hermanos?

—No —fue una respuesta rápida.

—Siento mucho si te incomoda el tema.

—No es eso, solo que —Akaza examinó aquella pequeña casa en busca de algo que lo pueda ayudar, finalmente su vista se posó en ella—, tuve un accidente, no recuerdo a mi familia. Aún así tú presencia me basta.

_____ miraba al frente.

—Oh, ya veo.

El demonio río nuevamente, y ella cayó en cuenta.

—Es una expresión que solía usar —también empezó a reír leve—, espera ¿Que quieres decir que con mi presencia basta?

La actitud de su compañero no le incomodaba en absoluto, sabía que el no lo hacía con mala intención.

Tres toques en la puerta alertó al demonio, mientras que la chica estaba confundido.

_____ se levantó suavemente dispuesta a atender la puerta, como era de esperarse Akaza la detuvo.

—No vayas —mencionó autoritario pero con una voz suave.

—¿Disculpa?

—Quiero decir, pasa más de la media noche ¿No es algo extraño?

Ella no respondió.

Otros tres golpes se hicieron presentes.

El demonio sujetaba suavemente la muñeca de la chica, evitando que avance.

—Al menos debo saber quién es —insistió.

—_____ por favor, no es seguro —Akaza logró divisar por la ventana una cabellera rubia.

Un olor particular llegó a el, un Pilar.

—¿Que te parece si vamos a dormir?

—¿Vamos? —las mejillas de _____ se tiñeron de un leve rosa, no tan visible ya que solo los iluminaba una vela.

—Me quedaré hasta que duermas, me contaste que solías tener insomnio.

—No quiero que salgas tarde de aquí, es peligroso.

—¿_____, estás ahí? —una voz del otro lado de la puerta se hizo presente—, veo que hay una vela encendida, puede ser peligroso.

—Kyojuro-san —murmuró la chica con una sonrisa.

Aquella pequeña acción causó una sensación agria en la boca del demonio, ¿Por que ella sonrió así cuando escuchó la voz de el?

—Akaza, tengo que ir a abrir.

—Bien —el la soltó suavemente, tampoco se dejaría dominar por aquella sensación—, yo me iré por la puerta de atrás.

—Pero-

—Buenas noches _____ —sintió una caricia en su mejilla

Después de aquello dejó de sentir la presencia de su amigo, el calor en sus mejillas era más fuerte.

Negó para atender la puerta. Por suerte el Pilar aún seguía ahí.

—Oh ¡Buenas noches _____! —saludó alegre—, siento el haberte despertado, pero miré una luz y bueno, eso suele ser peligroso —rió nervioso.

—Todo está bien, suelo quedarme hasta tarde haciendo algunas cosas —se apoyó en el marco de la puerta—, ¿Y que hace a esta hora Kyojuro-san? Creo que pasa más de la media noche.

—En eso tiene razón, regresaba de una misión y simplemente pasaba por aquí, además quería ver cómo se encontraba.

—Como ve estoy bien —sonrió—, debería regresar a su hogar, podría ser peligroso.

—Concuerdo con usted, señorita _____ fue un gusto saludarla.

—Buenas noches Kyojuro-san.

Escuchó los pasos cada vez más lejos.

—Un Pilar ¿Eh?

_____ dio un salto.

—¡Creí que te habías ido! —giró al lugar donde provenía la voz, pudo sentir a Akaza cerca de ella.

—Bueno, me arrepentí —comentó en un tono juguetón—, no me respondiste la pregunta.

—No hiciste una pregunta, y si la hubieras hecho no tendría porqué responderla —le dio unas palmadas en el hombro para entrar nuevamente a su hogar.

Akaza negó con una sonrisa y la siguió.

Nuevamente ambos se sentaron quedando iluminados por una vela, la cual tenía una llama luminosa.

El silencio era cómodo.

—¿No has pensado en casarte? —soltó _____ de repente—, quiero decir, cuando era joven mis hermanos y yo estábamos destinados a matrimonios arreglados.

—Continua —dijo aquel demonio.

—Gracias a Tengen pude salir de ese destino, aunque él no se salvó de eso. Cuando tuve el accidente mi padre volvió a insistir, fue cuando dejé de vivir con mi hermano, solo el, sus esposas, Kyojuro y tú saben de este lugar.

—Bueno —Akaza divago por su mente, no había pensado en la idea de casarse, no es como si pudiera pensar en eso—, mi respuesta es no.

Ella río.

—También pienso lo mismo —Akaza la miró—, para mí es algo que no es importante, además en alguien como yo —_____ arrugó su nariz y negó—, no me sentiría cómoda.

Ahora el río.

—Deberías dejar esos pensamientos, te fijas en tu condición, si alguien de verdad te llega a querer no le importará eso.

—Vaya, no sabía que a estas horas te ponías sentimental —rió suavemente—

—Dañas los momentos —secundó aquella risa.

—Akaza ¿La vela se apagó? —comentó aquello con total tranquilidad—, iré a buscar algo para volver a prenderla.

El demonio cambio su expresión bruscamente, la vela aún seguía radiante.

Uzui se casaría con el mismo, ¿apocono?