012.

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La ceremonia no fue muy formal, después de todo lo importante era la intención de aquel acto.

Aún así _____ se sorprendió cuando su ahora esposo le había entregado una de las copas que tenían el sake llamado san-san-kudo, lo cual significaba que con eso cerrarían aquella "ceremonia".

En el fondo de su corazón deseaba que su hermano estuviera presente, pero sabía que su conexión era tanta que presentía que a Tengen le llegaría aquel sentimiento de felicidad, y sabría que era por parte de ella.
También le conmovió demasiado las palabras de Akaza, era como si estas ya estuvieran planeadas desde un inicio.

—Falta algo —dijo Akaza evitando que ella se levantara.

—¿Que es? —interrogó con felicidad.

—Bueno... —vaciló sobre contarlo lo sucedido con la Sexta Luna Superior—, digamos que es un regalo de una persona conocida a mi.

—Oh, comprendo.

Akaza se acercó a _____ y la abrazó por los hombros, seguidamente le quitó aquella prenda de la cabeza a ella para dejarle un beso en la frente.
Quería demostrarle que se encontraba feliz.

—Como mencioné es una conocida a mi, ella y su hermano. Me dieron esto —extendió la palma de su mano permitiendo que la mano de ella palpara aquellos objetos.

—Vaya —sonrió, eso ocasionó que el también lo hiciera—, ¿Son anillos?

—Exactamente, se que son difíciles de conseguir pero ellos tienen... ¿Cómo decirlo?

—¿Poder?

—Si, algo así —confirmó con algo de incomodidad.

Tanta emoción le había hecho olvidar el detalle más importante, _____ no sabía nada de él, solo sabía una identidad falsa, la cual incluía una vida falsa.

El ver cómo ella sonreía lo hacía sentir culpable.
Sabía que se había apresurado, pero ahora no era momento de arrepentirse.

El suspiro y dejó aquel par de anillos en la pequeña mesa que tenían frente.

—Opino que los usemos mañana, quién sabe que pueda pasar esta noche y podríamos perderlos —se acomodó en las piernas de ella, recibiendo unas cuantas caricias.

Sintió como las manos de su esposa empezaron a trazar su rostro, seguramente ella trataba de hacerse alguna imagen mental, sonrió, quería que ella lo recordara sonriendo.

Sus suaves manos delinearon sus ojos, luego su naríz, sus labios.

—¿Por qué sonríes?

—Tengo una excelente vista desde aquí —murmuró.

—Deberíamos ir a la cama, creo que tienes sueño —estiró sus brazos, sentía que hoy había sido un día cansado.

Akaza se levantó del regazo de la chica e imitó aquella acción.
Ambos se levantaron y se dirigieron a el lugar donde se encontraba el futón de la chica.
Caminaron lento hacía ese lugar, y cuando llegaron ahí se sentaron. Era un silencio agradable el que reinaba, ninguno de los dos de sentía incómodo.

—Entonces —_____ rompió el silencio—, ¿Te parece si mañana invito a mi hermano? Puedo llamar a mi cuervo ahora.

—¿Tienes un cuervo? —Akaza se interesó por aquello.

—Si —asintió con entusiasmo—, el Patrón me lo obsequio, es algo que realmente le agradezco ya que yo no formo parte del cuerpo de Cazadores de Demonios.

El se estremeció al escuchar aquel nombre, sin embargo le gustaba verla hablar de algo que le hacía feliz.

—¿Y dónde está aquel cuervo? —cambió de tema disimuladamente, tampoco es que quería escuchar información del cuerpo de Pilares, no quería que las cosas se malinterpretaran.

Tʜᴇ Sʜɪɴᴇ ɪɴ Yᴏᴜʀ Eʏᴇs [Akaza x Lectora] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora