Como enamorar a Lan Sizhui

ᴘᴀsᴏ ɴᴜ́ᴍᴇʀᴏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀʀ ᴀ ʟᴀɴ sɪᴢʜᴜɪ: ᴘʀᴇsᴇɴᴛᴇ ᴄᴏɴ sɪɢɴɪғɪᴄᴀᴅᴏ ᴏᴄᴜʟᴛᴏ

El amor se expresa de muchas formas, algunos lo hacen de manera cariñosa, recordándote cada día lo mucho que te aman.

Algunos lo hacen de manera menos directa y hasta más fría, pero aún así sabes que aunque no te lo digan, darían cualquier cosa por ti, irían en contra de su propia secta y de las reglas con las que crecieron desde pequeños con el fin de mantenerte a salvo, incluso si ellos mismos son sometidos a el peor y más injusto castigo por parte de los que durante toda su vida considero su familia.

Existe también personas que son más torpes, y ya que nunca tuvieron esos sentimientos en su vida, no saben cómo tratarte realmente y terminan humillandote cuando en realidad les gustaría hacerlo con sí mismos, son tan torpes mostrando sus sentimientos que no se dan cuenta de que realmente los sienten hasta que creen que te están perdiendo y terminan confesando todo en medio de una cacería.

Hay veces que incluso piensan que el no recordarle a la persona que amas que las amas, no es importante ya que ellas lo saben, mientras que los otros viven pensando que realmente nunca los amaste, y solo se dan cuenta de que no era así el día que mueren, viendo en su último momento de lucidez, lo mucho que perdieron por no ser sinceros.

Y otros simplemente piensan que lo manga cortada venía incluido con el cuerpo dado.

Pero hay que saber cómo expresarle nuestro amor a las personas, dependiendo precisamente de la personalidad de estás.

No puedes expresar tu amor de forma ruda con alguien frío porque solo se cerrará más.

Y por supuesto que tampoco puedes expresarte con indirectas a alguien tan denso que tiene la sangre coagulada.

Sin embargo, los adolescentes denominados juniors no saben acerca de esto. Así que no se puede esperar mucho.

—¿Entonces propones que le regale algo? — preguntó él de la marca bermellón al Lan.

—Exacto.

Alzó una ceja — ¿Qué acaso no recuerdas como terminó la última vez que le regale algo?

—Con los curanderos durante tres días — se metió a la plática el Ouyan. —y debo decir que desde entonces Hanguang-Jun te mira con cautela.

—No ayudas Zizhen — rodó lo ojos.

—No te estoy diciendo que le regales dulces, joven ama. Es mejor regalarle algo no comestible para evitar intoxicarlo.

—¿Y qué propones? — preguntó el Jin.

—¿Recuerdas la mariposa de jade que le robo un niño?, Por qué no le regalas una igual — dijo con una sonrisa. Él sabía quién había sido el niño que la robo, pero no perdería sus alitas de pollo, no después de haber mantenido el secreto durante tanto tiempo.

La cara de el Jin brillo en un tono escarlata intenso al recordar lo que había hecho con la pequeña mariposa de jade. No quisiera regalarle una cuando el mismo fue el que se la quito —Ya no es un niño, seguro que preferirá otra cosa en lugar de una mariposa de jade — evadió el tema de manera pobre.

—SiZhui es tan inocente como un niño, no veo el problema en regalarle una mariposa — trato de convencer al Jin, aunque sabía que no lo lograría.

—Si crees que una mariposa es demasiado infantil, ¿Por qué no le regalas una peineta? — sugirió el de túnicas verdosas.

—¿A caso trato de conquistar a una dama? — pregunto frunciendo el ceño.

—Una peineta no es solo un regalo para una dama, y si no te agrada la idea, ¿Por qué no le regalas flores?, Tal vez esta vez no sea alérgico a ellas —sugirió con evidente burla en su voz.