IV. Fuerza Espiritual

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-Si mantienes ese ritmo tan lamentable, jamás podrás defenderte- Kugisaki dice una vez que esquiva los golpes de Yuuji.

-En realidad- Yuuji jadea en busca de aire-, no entiendo de qué podría defenderme.

Ella sonríe, luego, como si fuera la respuesta que Yuuji pidió, lanza otro clavo impulsado por el martillo, Yuuji puede notar la cantidad de fuerza espiritual con la que Nobara envía el objeto. Sus reflejos son bastante buenos, así que esquiva el primer golpe siendo ágil, sin embargo, gracias a eso, no puede notar el golpe que Nobara está a punto de darle cerca de las costillas. Ella se detiene antes de tocarlo.

-Gojo Satoru es el líder más fuerte, no solo de nuestra Región- ella dice completamente seria, Yuuji aún conmocionado por el ataque imprevisto, escucha con atención-, sino que también de las Regiones vecinas. Pero no significa que siempre pueda proteger lo suyo.

-¿Él sabe de esto?- pregunta en un susurro.

-Por supuesto, según Nanami, él fue quien lo sugirió.

-Oh.

Kugisaki miraba su martillo en busca de alguna mancha mientras que Yuuji procesaba aquello.

-¿Cuándo podré tener mi propia arma?- pregunta minutos después.

-Hasta que me muestres un avance.

Nobara sonríe y a Yuuji de verdad no le agrada demasiado eso.

Vuelven a ponerse en posición de ataque, Yuuji puede sentir cómo es que poco a poco predice los movimientos de Nobara, pero eso no quiere decir que ella no tenga trucos nuevos, justo cuando piensa que se ha acostumbrado a recibir un golpe casi directo viniendo por la derecha, ella disminuye su fuerza y cambia su trayectoria.

Según a palabras de Kugisaki, él debe aprender a canalizar su propia fuerza, para que una vez que lo logre, se le facilite saber de qué manera el oponente se moverá. Yuuji había aprendido bastantes trucos de su abuelo, cosas básicas de cómo manifestar en el puño (sin necesidad de un arma) la fuerza espiritual, también, los reflejos que poseía naturalmente fueron gracias a que Sukuna lo obligaba a ser rápido.

Pero todo eso fueron tantos años atrás que el cuerpo de Yuuji necesitaba más tiempo para que se volviera a acostumbrar.

Para su fortuna, las clases con Nobara eran diarias. Salía de casa temprano y regresaba al atardecer. Así que, en ese momento, ya era una semana y media desde que Gojo le confesó lo de su abuelo y Sukuna, también diez días desde que no veía a Nanami.

Estaba lejos de Gojo solo por costumbre, porque a pesar de no sentir la misma tensión que antes, él realmente no sabía cómo mantener una conversación normal con el alfa. Era más fácil estar alejado de él hasta que se pudiera demostrar lo que tanto Gojo defendía.

Con eso en mente, y también ahora sabiendo que Gojo tuvo la idea de que tomara esas clases, se sentía realmente obligado a decirle algo. Mientras iba de camino hasta su casa, después del entrenamiento, pensaba de qué manera podría hablar con Satoru, quizá llegar con lo más casual como lo era su avance sería de gran ayuda. Gojo en realidad no era grosero, Yuuji lo sabía, resultaba extraño que fuera de sonrisas y actitudes alegres casi todo el tiempo.

Suspiró una vez que estuvo en la puerta de su casa, y se sorprendió a sí mismo al ignorar el aroma de la comida (que seguramente Gojo había preparado), por notar otra esencia diferente invadiendo el lugar. No era fuerte o abrumador, al menos, no desde donde Yuuji estaba.

Caminó adentrándose a la casa, platillos de comida tradicional yacían en la mesa aun calientes y esperando a ser comidos. Yuuji trató de averiguar qué sucedía. Sabía que el aroma invasor provenía de Gojo, sin embargo, no entendía por qué de pronto el alfa dejaba que sus feromonas estuvieran por toda la casa sin control.

Broken places | GoYuu [omegaverse AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora