VIII. La traición no lleva a ningún amor

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Yuuji se miró al espejo y recordó el día en el que se casó con Gojo. Era una memoria muy arraigada en su mente. Había sido un día significativo que no podía olvidarse. Y, a pesar de que habían pasado solo unos cuantos meses desde aquel día, Yuuji sentía como si fueran años.

El sentimiento que ahora tenía parecía traicionero, ajeno a sus pensamientos. Él creía que la manera en la que debía sentirse era estar profundamente enojado, después de todo, Gojo resultaba ser un traidor incluso para todo el país. Pero no se sintió de esa manera una vez que llegó al recinto de Nanami y se encerró en un cuarto. Había aguatado durante el trayecto un llanto incontrolable que ni él mismo pudo comprender.

¿Por qué lloraba? se preguntaba una y otra vez, ¿era acaso por ser abandonado de nuevo? ¿Por brindar su confianza a alguien como Satoru a pesar de sus sospechas? ¿O lloraba porque no podía admitir que se estaba encariñado con él y la vida que llevaba? Todos esos meses junto a Gojo, esas extrañas palabras que en ocasiones el alfa le decía o las acciones para demostrar su inocencia influyeron en el dolor que oprimía su pecho y garganta.

Deseaba odiarlo de verdad, deseaba sentir repulsión al pensar en él. Por eso recordaba el día de su boda, porque necesitaba de nuevo ese sentimiento, necesitaba aferrarse a la ira y a la venganza para olvidarse de lo bueno. Sin embargo, no podía y eso dolía aún más. ¿Cómo era posible que con tan poco Yuuji se sintiera como si hubiera perdido una gran parte de sí mismo?

- ¿Yuuji? Tienes que salir a comer.

La voz amortiguada de Nanami al otro lado de la puerta hizo que apartara la mirada del espejo. Limpió su rostro, no quería que él lo viera de esa manera.

-No tengo hambre.

No hubo respuesta a esto durante varios segundos, Yuuji solo esperó a que Nanami entrara o siguiera insistiendo como todos los días, pero lo siguiente que escuchó fue diferente.

-Tu hermano se comunicó conmigo.

Ante las palabras de Nanami, Yuuji se puso de pie tan rápido como pudo y abrió la puerta.

- ¿Qué dijo? ¿Él está bien? Por favor, Nanami, necesito buenas noticias.

Nanami lo miró de la misma manera en la que lo había hecho durante esos días; como si Yuuji estuviera descosido, al igual que un muñeco de trapo.

-Fue un mensaje en clave, muy corto. Preguntó por ti. Y...

- ¿Qué más? Solo dilo, no me ocultes nada.

Nanami, sin embargo, no habló. Yuuji frunció el ceño.

-Es sobre él, ¿no es así? ¿Está con ellos?

-No. Pero creemos saber dónde está.

Yuuji no admitiría frente a Nanami lo muy aliviado que se sintió al escuchar aquello.

- ¿Y bien? ¿Irán tras él?

-Así es, Yuuji. Esta misma mañana un grupo salió liderado por el clan Shigemo. Pero... tienes que saber que la orden no es traerlo con vida.

Itadori Yuuji había jurado vengar a su familia matando a Satoru Gojo. Hubo un tiempo en donde eso fue lo único que deseaba y que pudo haber cumplido sino hubiera sido por el Consejo de Clanes. Aquellos ancianos quienes realmente habían matado a su familia para obtener esos documentos. Su abuelo había muerto y su hermano exiliado, mientras que él seguía cruzado de brazos sin hacer nada. Ahora sus deseos habían cambiado. Ahora escuchar que posiblemente no volvería a ver a Gojo lo hacía retorcerse de dolor.

¿Y si Gojo no era realmente un traidor como se creía? Esos documentos servían para tantas cosas y no solo para obtener poder a favor de algún lado de la guerra, sino que también para acabar con el mal que había entre el consejo de clanes.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2022 ⏰

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