VI. Desempolvando parte de la verdad

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Parte 2. La oscuridad nubla la vista

-¡Hermano, hermano! ¡Juguemos una vez más, por favor! - Yuuji gritó desesperado, como si aquella petición fuera la más crucial de su vida.

-No podemos, el abuelo se va a enojar si llegamos tarde- Sukuna hizo una mueca, Yuuji jalaba de su ropa mientras hacía un puchero.

-¡Prometo que esta vez voy a ganar, por favor, por favor!

La verdad era que Sukuna no tenía muchos deseos de ir y entrenar, amaba ese juego tanto como Yuuji.

-¡Bien!, pero si no ganas me darás tu postre en la cena.

La expresión de Yuuji cambió de inmediato, el puchero había desaparecido y un brillo emocionante adornaba sus ojos. Tan rápido como escuchó aquello, se echó a correr hacia el otro lado del patio, Sukuna esperó unos segundos para después unirse a su hermano.

El juego no era más que una gran exploración en busca del mejor lugar para esconderse, podría ser tonto a ojos de su abuelo, e incluso, en ocasiones, Sukuna sabía que llegaría el momento de decirle adiós a esos juegos infantiles, pero lo disfrutaba todavía y eso, para él, era suficiente.

No sabía dónde se había metido Yuuji, y no era como que pudieran encontrar demasiados sitios para esconderse, así que dejó de lado el juego y se dedicó a buscar a su hermano sin llamar tanto la atención de los sirvientes quienes, algunas veces, los reprendían por correr en la casa.

-Yuuji, el abuelo nos llama- decía Sukuna en voz baja tratando de alertar a su hermano.

No obtuvo ninguna respuesta en por lo menos cinco minutos, había buscado por todos los sitios posibles, aunque no se le ocurrió revisar en la oficina principal, los dos sabían que esa sala estaba prohibida. Caminó cerca de ahí con la esperanza de no encontrar a Yuuji en el lugar o si no estaría en problemas.

-¡Hermano! ¡Gané, gané esta vez! - tan rápido como Sukuna había pensado en aquello, Yuuji salió de ahí como si lo estuviera esperando-. ¡Mira lo que encontré!

Yuuji lo tomó de la mano llevándolo hacia adentro de la oficina. Pocas veces había estado ahí, pero cada vez era impresionante.

-No podemos estar aquí, Yuuji, el abuelo nos va...

-¡Mira, mira! Es un pasaje secreto- Yuuji jaló la esquina de una pared, la madera sobresalía si se prestaba la atención suficiente. Sukuna frunció el ceño.

Estuvieron a punto de adentrarse cuando escucharon pasos que se acercaban, Sukuna tomó a Yuuji y lo sacó corriendo tan rápido como pudo y como su hermano se permitió.

-Creo que no nos vieron- Sukuna agitado dijo, Yuuji a su lado parecía aún más asustado-. Sí, tu ganaste esta vez.

Yuuji sonrió entonces, una pequeña sonrisa a la que le hacían falta dos dientes frontales. Sukuna le revolvió el cabello.

[---]

Sukuna despertó por tercera vez esa noche, a pesar de no haber tenido una pesadilla, le era imposible conciliar el sueño. No sabía por qué tan de pronto se sintió nostálgico con tantos recuerdos de su niñez, quizás era el hecho de haber obtenido una pista certera, pero no justificaba que entre esos recuerdos, se involucrara a alguien más que no tenía conocimiento de su vida pasada.

Aun así, cerró los ojos de nuevo, esta vez sin la intención de dormir, tan solo quería el rostro de aquella persona en su mente, tan fresca como lo recordaba. Era un recuerdo memorable, digno de repetir una y otra vez. Sukuna podía apostar a que no había belleza igual, aun si solo fuera su perspectiva.

Broken places | GoYuu [omegaverse AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora