TXT ❥Es mejor si te evito/ Segunda Temporada【 YeonHyun/ YeonTae🎔】

ꕥCapítulo 26ꕥ

Arranqué la última hoja del calendario con mucha emoción, no es que fuese fin de año, más bien, era mi último día viviendo en esta casa.

En mi mente aún estaba presente el día en el que me mandaron a llamar para informarme que había quedado en la alineación debut.

Y pensar que antes creía que no iba a durar ni tres meses debido a la carga que conlleva ser un aprendiz y a eso sumarle la de ser estudiante.

Los meses habían pasado en un abrir y cerrar de ojos.

En aquel entonces creía que el tiempo pasaba muy, pero muy lento, a tal punto que ya no resistía más estando allí, sin embargo, ahora que ya había cerrado esa etapa, lo sentía tan rápido.

Mi habitación ahora se encontraba algo vacía y no pude evitar sentirme más nostálgico de lo que ya estaba.

Caminé hacia la puerta con las maletas en mano, dispuesto a salir de la habitación. La puerta fue abierta primero antes de que siquiera tocase la perilla.

—¿Necesitas ayuda con eso? —apuntó la maleta para después verme a los ojos.

—Estoy bien así. Son muy pocas cosas —observé la hora que marcaba el reloj—. ¿No se te hace tarde para ir al trabajo?

—Yo... —se rascó la nuca y desvió la mirada—. No quiero perder la oportunidad de verte por última vez.

Sonreí.

—No es para tanto. Los visitaré cuando pueda y no olvidaré llamarlos para ver cómo se encuentran.

—Quien lo diría...todo este tiempo esperando a que realizaras tu sueño, y ahora no quiero perderte —cubrió sus ojos con su mano izquierda, le apenaba que lo viera así. Sabía que me quería, pero no esperaba que tanto, después de todo, llevábamos apenas unos cuantos años conociéndonos—. Ahora me arrepiento de no haber hecho muchas cosas en el pasado.

No supe que responder así que decidí cambiar de tema.

—¿Y mamá?

—Lleva horas en la cama, no ha salido de ella, pero no la juzgo. Es muy duro ver a su pequeño irse de casa. Quedarse sola.

Sonó mi tono de notificación. Saqué el celular, lo desbloqueé y abrí el mensaje. Ya estaban a nada de llegar.

—¿Me podría ayudar con las maletas? —pregunté apenado por lo de hace un rato. Lo habría hecho yo mismo de no ser que sentía que me quitaría tiempo—. Quiero hablar con ella antes de que lleguen.

La puerta se volvió a abrir. Ella había llegado antes de que fuese a su habitación. Papá asintió tomando las maletas para después abandonar la habitación.

—¿Podemos hablar?

Me senté sobre la cama y con mi mano le indiqué que se sentara junto a mí. No quería ni verla a los ojos, no por ser cruel, sino porque no quería terminar llorando también e irme en ese estado.

Ninguno de los dos sabía cómo iniciar la conversación.

—Solo te pediré dos cosas: que te cuides mucho y que cuides de mi Hobak.

La miré a los ojos con una sonrisa, sonrisa que ayudó a que ella se sintiera un poco mejor.

—Lo cuidaré mucho, como si se tratara de un hijo.

Al escuchar lo último que dijo sus ánimos disminuyeron un poco, terminó por soltar un suspiro.

Realmente quería decirle algo, pero no podía porque podría afectarla más de lo que ya estaba, además de que no era tan fácil hacer eso luego de muchos años.