❝ the enemy's daughter❞
Su presentación era en menos de dos minutos, el escenario era para ella y sus canciones, solo esperaba no olvidar la letra.
Quizá espera mucho de los hombres de Ketterdam si pedía que no la vieran como otro posible entretenimiento que no fuera escuchar su música.
No trabajaba en una casa de placer y con suerte nunca lo haría, también sabía defenderse, pero no significaba que se salvaba de las cosas horribles que pasaban.
No si el no estaba ahí.
Sabía que Kaz no iría, una de las reglas que pusieron cuando admitieron lo que sentían por el otro, era no pisar el territorio del otro. Porque alguno podría salir lastimado.
Subió al escenario en cuanto la llamaron y empezó a cantar.
Hasta que lo vio.
Estaba escondido entre la gente, no puedo evitar abrir los ojos como platos al verlo.
Siguió la coreografía para evitar levantar sospechas, hablaría con el más tarde.
Al terminar el espectáculo se despidió de sus compañeras y salió caminando hacia el departamento que compartía con Kaz.
De pronto, siente como la toman del abrigo y la arrastran hacia un callejón.
Toma rápidamente el cuchillo de su bota y lo pone en la garganta del atacante.
-Muchos han intentado matarme, si tú lo hicieras, sería un honor- reconoció la voz ronca del chico Brekker y bajo con cuidado el cuchillo.
No sé separaron, la cercanía ya no era problema entre ellos, aunque Kaz todavía no había podido tocarla. Y ella esperaría lo que fuera necesario.
-¿Que hacés aquí?-
-¿Creías que me perdería tu gran noche?- el tono de burla era notable en su voz y eso la molestaba - Además tengo que cuidarte-
-Te lo agradezco, pero puedo cuidarme sola- el chico solo asentía con su cabeza en señal de que lo sabía - Además, podrían haberte matado, no quiero eso en mi conciencia-
El chico se separó y se paró en Medio del callejón, entonces lo escucho murmurar entre dientes.
-Quien me manda a enamorarme de la hija de un león de moneda-
Una gran sonrisa se dibujo en su rostro y se dedicó a admirarlo desde que lo vio.
Llevaba un sombrero y un gran abrigo, además de su clásico bastón pero lo escondía un poco para que no se viera la cabeza de cuervo y lo reconocieran.
-Estuviste preciosa hoy por cierto-
Su sonrisa se ensanchó mucho más, Kaz no era de hacer muchos cumplidos y ella valoraba cada unos de ellos.-Gracias- guardo su cuchillo de nuevo en su bota -¿Vamos a casa?-
El chico asintió con su cabeza, empezó a caminar hacia afuera del callejón.
-Espera- la voz del hombre que amaba la hizo darse vuelta -Yo realmente quisiera-
La voz de Kaz sonaba casi como un susurro, como si, no quisiera salir de su boca.
Ella lo interrumpió, sabía a lo que se refería.
-Lo se, te espere el tiempo que sea necesario-
Kaz levantó la mirada que antes tenía en sus propios pies. Y susurro un pequeño.
-Gracias-
A ella no le importaba esperar, esperaría mil años.
Siempre que el fuera el que esté al final.
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ONE - SHOTS | GRISHAVERSE
Fanfictionhistorias cortas de tus personajes favoritos del Grishaverse.