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Capitulo 10

Narra Daniela.

Al abrir los ojos me encontré con el rostro de Poche a escasos centimetros de mi. Recordé que la noche anterior insistió en que pasara la noche ahí pues ya era tarde y yo no llevaba coche. La observé notando por primera vez sus bellos rasgos. Tiene una hermosa y clara piel, unas pestañas tupidas que no había notado puesto que siempre lleva anteojos, una nariz pequeña y fina, y esos lindos labios carnosos que desde el primer día llamaron mi atención. Algo más que noté fue que tenía pequeñas pecas en su nariz y alrededor.

Ella estaba profundamente dormida y no quise molestarla, aún cuando estaba aplastandome un poco con su pierna. La observé dormir un poco más hasta que alguien tocó la puerta haciendola despertar. Su madre gritó desde atrás de la puerta que se levantara a desayunar y Poche despertó, primero se sorprendió al verme a su lado pero pronto recordó y sólo respondió a su madre que bajaría en un momento.

-Buenos días dormilona- dije haciendola sonreír

-Buenos días, ¿llevas mucho despierta?

-No realmente- contesté, ya que no diría que llevaba un rato viendola dormir, eso sería raro

-¿Qué hora es?- preguntó tallandose los ojos aún medio dormida

-Son las nueve

-Bien, ya es tarde

-Es sábado, hoy es ese día en que ningun horario es tarde para despertar

-En mi casa sí- dijo sentandose en la cama y poniendose sus pantunflas –Voy al baño, preparate, tenemos que bajar a desayunar

-Le dirás a tus padres que pasé la noche aquí?

-Sí, o qué planeabas? saltar por la ventana?- dijo riendose de mi y entrando a su baño

Reflexione en si saltar por la ventana sería mejor idea que tener que desayunar con sus padres, pero estabamos en el segundo piso, así que eso no apuntaba a que terminaría bien para mi. Me puse mis tenis y brasier, la noche anterior Poche y yo solo dormimos, pero aún así me quite el bra cuando noté que ella ya dormia, no pensaba torturarme toda la noche usandolo. Una vez que estuve lista Poche salió del baño y entonces entré a hacer mis necesidades matutinas.

Narra Poche.

Daniela había pasado toda la noche conmigo y ahora tenía que decirlselo a mis padres, ellos no eran lo que se dice unos padres normales así que no estaba segura de cómo iban a reaccionar. Por ello decidí bajar a decirselos antes de que Daniela saliera del baño, de esa forma no me regañarían frente a ella ni la harían sentir mal.

Bajé a la cocina y mi madre estaba ahí preparando el desayuno, mi padre no se veía por ningun lado. Me acerqué a la cafetera y serví dos tazas de café, mi madre me observó probablemente preguntandose por qué rayos me estaba sirviendo dos cafés.

-Anoche vino Daniela, no se sentía bien así que le pedí que se quedara a pasar la noche

-Anoche?- preguntó mamá –Después de que nos acostamos tu padre y yo?

-Sí, eran las once

-Muy tarde para andar de visita no crees?- y ahí estaban los comentarios que quería evitarle a Daniela

-Ella estaba pasando por un problema y fue mi idea que se quedara aquí

-Y dónde está ahora? no me digas que aún duerme

-No, ella está en mi baño, ya viene

-Bien, prepararé desayuno para tres entonces- dicho eso continuó cocinando