La situación se pone incómoda cada que veo a Mario, esa mirada hace que me den ganas de decirle "También siento cosas por ti" pero no dejaré caer tan fácil, debo de dejar de ser una inútil y hablarle.
Subi las escaleras y entre a su cuarto, estaba como la primera vez que lo vi, semidesnudo.
-Entra- decua mientras me jalaba del brazo. Se acercó rápido a mi para tratar de besarme pero lo esquive-
-¡Estas loco!
-Perdoname, yo, no pensé con seguridad
-Mario baja al mundo real, no me gustas. Tengo sentimientos por Bratt
-Sigues enamorada de ese camarero?
-Si, ¿algún problema?
-Crei que te gustaba.
no puedo ser más normal, me entra el pánico cada que lo veo, ahora m está hipnotizando por completo, ese cuerpo fino y esa cara con esa mascarilla hace que se vea muy tierno y ganas de querer abrazarlo..
-Tu también me gustas pero- antes de que dijiera demás se acerca y me toma de las manos-
-¿y por que no somos algo?
-Hablas de, ¿ser novios?
-Si, dios mío alfin lo entiendes
Estoy exhausta con las palabras que dijo, estoy tan contenta y ala vez tan confundida. Nose que responder.
-Supongo que si
-¿De verdad? Te juro que haré lo mejor para que seas feliz a mi lado Anabelle, agradezco que me dieras tu nombre para llamarte Mía.
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De brazos cruzados
RomanceAnabelle lanes llega a New York para mudarse al nuevo hotel más famosos de la cuidad. Los cuartos ya estaban llenos, así que tenía que compartir con algún paciente. Ahí, es donde conoce a Mario.