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ㅡRuru, ¿estás jugando? ㅡ

El menor entre ambos, sin despegar ni un segundo la vista de su computadora e intentando lo más que podía en no perder la concentración para ser matado, asintió como respuesta.

Había extrañado demasiado jugar luego de pasar tres días en abstinencia por parte de Asahi, ya que este aseguraba que no era bueno para la salud jugar toda una tarde y, aún peor, dormirse hasta después de media noche, aún jugando. Haruto se sintió en la obligación de obedecer ante los hermosos ojos que fueron su punto de partida y llegada. Asahi sabía cómo convencerlo siempre.

ㅡPero necesito tu ayuda, Haru. ㅡ

El mayor, en un desesperado intento de obtener un poco de atención, se acercó a Haruto y lo abrazó por detrás, apoyando una parte de su peso en el respaldar de la silla en la que se encontraba el menor. Él en realidad necesitaba la ayuda de la altura de Haruto, urgentemente.

ㅡ¿Qué necesitas? ㅡ

ㅡDejaste las llaves de la casa encima del refrigerador por estar tan ansioso por jugar, y necesito cerrar con seguro la puerta. No alcanzo ahí. ㅡ

Todo era completamente cierto, y Haruto lo admitía.

En la mañana había salido con Asahi para conseguir los víveres mensuales, ya que se les habían acabado de imprevisto y definitivamente los necesitaban. Pero hubo un problema.

Debido a que Asahi había asegurado que Haruto no podía jugar al menos por tres días, este último andaba muy emocionado por haberse vencido la fecha del contrato y, por ende, podía jugar tanto como quisiera luego de tanto tiempo. Y por supuesto que eso provocó que olvidara hasta su existencia, tanto así que al llegar a casa colocó las bolsas, las llaves y su mascarilla en el primer lugar que mirara para luego salir corriendo a jugar.

Lo que pasa es que Asahi es más de diez centímetros más pequeño que Haruto, y el refrigerador no era necesariamente bajo. Incluso Haruto debía elevar un poco el brazo para tocar la parte superior.

ㅡLo haré yo luego, no te preocupes. Ve a dormir. ㅡ

Asahi de inmediato negó.

ㅡNo confío en ti. Por estar jugando puedes olvidarlo y... no, no. Ayúdame a bajar las llaves y luego puedes jugar tanto como deseas. ㅡ

Asahi, decidido, se incorporó completamente y se colocó al lado de Haruto, con sus brazos cruzados en su pecho y un tierno puchero que, por nanosegundos, cautivó la atención de Haruto y, en respuesta, este sólo suspiró y asintió. Asahi odiaba obligar a Haruto hacer cosas que no quería, pero era para la seguridad de ambos.

ㅡSiento interrumpirte mucho, pero es por nuestro bienestar, ¿sí? ㅡ

Asahi dijo, caminando detrás de su novio, el cual mantenía un rápido andar, otra vez temeroso por perder otra partida en su juego. Los juegos para él eran como Asahi. Tan importantes y amados por él.

ㅡLo sé, Hikun. No te preocupes, fue mi culpa dejar las llaves aquí. ㅡ

Haruto admitió. Por supuesto que no se molestaría en absoluto con Asahi teniendo en cuenta que el error lo cometió él, y no su pequeño novio. Sólo esperaba que desde ese momento, sus partidas no fueran más pausadas por ese tipo de errores.

ㅡMuy bien, Ruru. Ve a jugar, sólo esto me mantenía inquieto. ㅡ

Una vez las llaves fueron bajadas y entregadas por el menor, Asahi a como pudo acarició por cortos segundos las mejillas de Haruto y sonrió, permitiéndole a este el pase libre para perder ante todas las batallas que mantenía por negarse a besar los llamativos labios rojos de Asahi. Claro que perdió.

Y sin importarle más el juego o lo que suceda en él, rápidamente Haruto pegó sus labios con los de su novio y con suavidad empezó un corto vaivén, que fue detenido por él mismo, ya que empezó a correr hacia su habitación para regresar a su juego.

Haruto siempre se encontraba a sí mismo siendo estúpidamente débil ante su novio. No importaba qué estuviera haciendo este. Ya sea hablar, dormir, sonreír o hacer sus hermosos pucheros; no importaba en absoluto qué hacía con esos labios, Haruto se estaba volviendo malamente dependiente a los besos cada que su novio realizaba estas acciones, y era peligroso. Cada vez pensaba que tenía menos capacidad de soportar el pasar aunque sean minutos sin haber besado a Asahi.

Y le encantaba, claro que sí. Amaba como no había idea besar a su novio y, por medio de este acto puro de amor, demostrarle sus más profundos sentimientos y aquellos que, si era posible, mantenía ocultos. Los besos se había vuelto en su nueva forma de comunicación cuando sus sentimientos dominaban por completo su mente y las palabras simplemente no salían.

ㅡEste chico me está matando, por Dios. ㅡ

Murmuró para él mismo, mientras soltaba una risita callada y, sin evitarlo más, volvió a colocar su completa concentración en el juego que, milagrosamente, seguía en pie.

Pero, como pudo haber pensado, la nueva y llamativa presencia que se adentró a la habitación pudo más que el juego e, inconscientemente, dirigió su vista hacia su chico y sonrió hacia él, recibiendo una respuesta igual. Sólo esperaba que Asahi no lo desconcertara, aunque era casi imposible desde su punto de vista.

ㅡ¿No estás jugando con Junkyu y Shiho? ㅡ

ㅡNo. Ellos están en una cita. ㅡ

ㅡOh. ¿Con quién juegas? ㅡ

ㅡCon Hyunsukie, pero por lo visto se está divirtiendo un poco con una presencia en su casa. Jeongwoo. ㅡ

Asahi rió. Haruto imitó su acción.

ㅡRuru... ㅡ

Haruto no volteó, pero luego de que haya pasado lo que pasó, deseó haberlo hecho.

Asahi siempre buscaba a Haruto para recibir cariñitos, amor o las pequeñas muestras de calidez que este último siempre tenía para él. En todo momento, en todo lugar y con muchas excusas para hacerlo, y un juego desde luego no iba a ser ningún obstáculo para ello.

Y Haruto lo entendió cuando miró que su novio se colocó frente a él, bloqueando la mayor parte de su visión en la computadora y, sin antes esperar por una aprobación, se sentó en su regazo y lo abrazó delicadamente. Haruto encontraba aquello muy cómodo, pero únicamente cuando no estaba jugando.

O, bueno...

ㅡHikun. ㅡ

ㅡQuiero mis mimos. ㅡ

ㅡPequeño, ahorita no puedo, ¿lo sabes? ㅡ

ㅡTú ganarás de todos modos. ㅡ

ㅡPerderé si me distraes, bebé. ㅡ

ㅡ¿Puedo esperar por ti? ㅡ

Haruto apretó fuertemente sus ojos, ignorando con todo lo que podía el enorme escalofrío que recorrió por toda su columna vertebral.

ㅡY-Yo... ㅡ

ㅡEsperaré por ti, no te preocupes. ㅡ

Asahi se acurrucó más en el pecho de su menor y cerró sus ojos, notablemente dispuesto a esperar. Pero Haruto no haría eso.

ㅡVamos. ㅡ

Y sin pensarlo dos veces, Haruto apagó su computadora y se levantó con Asahi en sus brazos, para dirigirse a su cama y acostarse en ella. Él nunca podía preferir jugar antes que darle cariñitos a Asahi. Su cuerpo, su mente y su corazón simplemente no estaban hechos para ignorar a su novio.

ㅡ¡Ruru! No debiste hacerlo, yo iba a esperar por ti. ㅡ

ㅡYo no lo iba a hacer. ㅡ

ㅡP-Pero, el juego... ㅡ

ㅡEs un juego, mañana puedo jugar otra vez. ㅡ

Haruto sonrió con dulzura, incitando a Asahi a copiar su acción.

Podía amar los videojuegos tanto como quisiera, pero si eso implicaba dejar a Asahi de lado, no debía pensarlo dos veces.

Prefería a Asahi por sobre todas las cosas.

㍿┊𝗖𝗨𝗧𝗘 𝗥𝗘𝗟𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡𝗦𝗛𝗜𝗣 ↶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora