Recuerdos dolorosos.

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Eran las 8 de la mañana y la mayoría de estados unidos se encontraba despierto. 

— Sabia respuesta señorita Lillis. — Dijo la reportera en cuanto cambio de pantalla. — Ahora nos vamos a Idaho en donde tenemos una desaparición excesiva de animales de granja y de mascotas. — Se empezó a reproducir imágenes de carteles de desaparecido en donde salían mascotas. 

— Aún no sabemos a qué se debe esto, pero los residentes teorizan que las "criaturas" se llevan a sus mascotas. — La periodista de apellido Lillis movía sus manos energéticamente antes de que la pantalla se pusiera en negro. 


— Buen día, ciudadanos del mundo. — Uriel estaba hablando frente a la cámara de forma muy tranquila. — Esperamos que ya hayan oído hablar de nosotros, queremos que nuestro mensaje llegue asta el último rincón. — Ana veía todo desde detrás de la cámara. — No somos malos, de hecho nosotros combatiremos el mal. — Hizo énfasis en él "nosotros" y me hizo una señal para que me metiera al plano de la cámara. 

— Queridos ángeles caídos, dejen salir sus alas y despierten. Sabemos que fueron tiempos duros, no se escondan y únansenos, les garantizamos protección, amigos, más como ustedes, ser poderosos y como no, sus amadas alas. — Dije abriendo mis alas sabiendo que los que hayan escuchado este mensaje ya estarían cambiando. Les pasaría lo mismo que a mí.  

Todos los ángeles caídos estaban obsesionados con tener sus alas de vuelta, sienten un vacío, una profunda tristeza  que crece en su pecho y nunca acaba. Depresión por sentir que les quitaron una parte de sí mismos. Ninguno se negaría a nuestra oferta. Además los Ángeles caídos no son malignos, la mayoría cayeron a la tierra por pensar en el bienestar de los que se irían con Lucifer y por eso se negaron, en el fondo ninguno de los ángeles que se encuentran en la tierra son malos. 

— Este mensaje es para reunirnos, espero que entiendan que es con el fin de protegerlos y entregares información lo antes posible, no entren en pánico y por favor no salgan de noche. — Dijo Uriel con una sonrisa que daba calma. 

— Respecto a en donde nos vamos a encontrar, necesitamos que nos manden un mensaje al mail que pondremos al final del video enviando una foto de sus alas y de ustedes, si nos mienten, solo retrasaran nuestro trabajo y no ganaran nada. —  Dije seria mirando a la cámara. 

— Nos gustaría contarles todo lo que haremos por ustedes y lo que tenemos planeado, pero asta que no estemos en grupo ni con la ayuda del gobierno no nos arriesgaremos a que nos maten. Somos los únicos que pueden destruir a lo que se está llevando animales y personas. — Dijo Uriel de forma comprensiva. — Entiendan que si no hackeábamos la televisión e íbamos a hablar con alguna periodista era seguro que el gobierno nos encerraría y experimentaría con nosotros o algo por el estilo.

— Es mejor no arriesgarnos y aunque lo estemos haciendo ilegalmente, proporcionarles información. — Dije con una media sonrisa, volteo a ver a Raúl y él me mira sabiendo lo que estaba pensando. 

Se corta la transmisión, se muestra nuestro contacto y mis músculos se relajan. 

— Estuvieron excelente, chicos estoy segura de que funcionara. — Dijo Ana sonriéndonos. 

— Ahora solo tenemos que esperar, ya subí su video pre-grabado a internet y las redes están ardiendo, al parecer tienen toda clase de público. — Dijo viendo su teléfono. 

Yo me acerqué a verlo también y vi como había comentarios apoyándonos, diciendo que estábamos mintiendo, sorprendidos porque no se esperaban que éramos reales y no faltaban las personas diciendo al segundo que eran unos de nosotros.

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⏰ Última actualización: Sep 03, 2021 ⏰

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