Siren es un joven compositor talentoso y sentimental del cual gusta por las nuevas experiencias, mientras que Kappa es un chico tranquilo al que le gusta su rutina diaria. Un día, mientras Siren hacía una pequeña presentación en un parque, se enamor...
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Día que pasaba, día que Kappa divagaba. ¿Las cosas iban a ser así de ahora en adelante?
Desde que vio por primera vez al chico de cabellos celestes, su mente no dejaba de atormentarlo con un pensamiento. "Te enamoraste de él".
¿Era posible aquello? No se conocían lo que se debe para decir que estaba enamorado, así como existía la posibilidad de jamás volverlo a ver. No negaba que en parte le parecía sexy, pero más que nada sentía como si lo conociera de antes.
Jamás lo había visto, pero esa sensación no se retiraba de sus pensamientos.
Entre más lo analizaba, más inconsistencias encontraba. Entre más lo pensaba, más latía con fuerza su corazón.
No es como si fuera la primera vez que le atraía alguien, pero probablemente era la primera vez que se enamoraba de verdad. Antes, solo estaba curioso de aquel chico de cabellos celestes, ahora, quería salir a recorrer la ciudad solo para tener la oportunidad de toparse con él. Aunque no quisiera admitirlo por completo, había caído ante los encantos de aquel guitarrista.
Le gustaba la música, pero no a tal punto de dedicar mentalmente más de una melodía a su nuevo interés. ¿Acaso eso lo sientes cuando te enamoras?
Tenía el impulso de buscarlo, encontrarlo, abrazarlo y amarlo, pero sus sentimientos no estaban tan claros. Además, tenía tantas cosas en que enfocarse que no le daría tiempo de salir con alguien... ¿Verdad?
Estaba a la deriva, esperando que algo lo salvara de asfixiarse.
Aunque tardó un poco, no esperaba que de verdad tuviera noticias de aquel chico. No era lo que esperaba, pero por algo se comienza...
Su teléfono sonó cuando estaba por dormir. Un "Hola" de un número desconocido le llamó la atención, pero igual tenía sueño. Dudoso de si responder o no, mandó al diablo el pensamiento cuando recibió el siguiente mensaje: "Conoces a Siren, ¿no?"
"Si. ¿Quién eres?" Preguntó, con la esperanza de que no fuera alguien malvado como en las telenovelas en donde dos personas se enamoran y alguien externo a ellos le hace la vida imposible a una de ellas. Definitivamente no quería pasar por ello.
"Me llamo Pagoon. Soy amigo de Siren." Trataba de ignorar el sueño a la par que recordaba.
"¿Eres el chico que lo acompañó en la presentación de mi cumpleaños?" Cuestionó.
"Sip. Por cierto, una disculpa por robarme tu pastel. Siren me regañó horrible :("
"Espera... ¿¡Fuiste tú!?"
"Em... Si. Pero no te mando mensaje solo para disculparme." Lo único que Kappa quería en ese instante era descansar.
"Verás... Esto te podrá sonar raro y absurdo, pero mi amigo se está enamorando de ti."
-Dios... Yo... Pero... -¿Era verdad?, ¿no era el único que de a poco caía en ese estúpido sentimiento?
"Dime que hablas en serio, por favor." Respondió.
"Hablo en serio. Quiero preguntarte... ¿Qué opinas de él?"
¿Qué opinaba de él? Pues, que tiene buen parecido, es entretenido, canta como un ángel y toca la guitarra más que hermoso, su rostro es perfecto ante sus ojos, al recordarlo le dan ganas de bailar y jamás detenerse a descansar, ganas de saborear sus labios no le faltan y... De verdad se había enamorado.
"Todos estos sentimientos son confusos para mí, pero creo que estoy enamorándome de él." Respondió.
El siguiente mensaje por parte de Paggon tardaba una eternidad -según Kappa-, cosa que hizo desaparecer su cansancio. Al no ver respuesta alguna, mandó otro mensaje.
"Mira... No lo conozco del todo para decirle de frente que me gusta, pero me gustaría tener la oportunidad de verlo y seguir conociéndonos. Por culpa de mi trabajo no tengo tiempo, pero haré hasta lo imposible para verlo."
Ahora estaba sobre pensando las cosas por culpa del sueño y del amor acumulados en su ser. Por una parte, era consciente de que tenía responsabilidades y metas en las que enfocarse, pero por otro lado, no podía ignorar a su corazón. Por más que lo intentaba, sentía profundo dolor.
También resaltaba el hecho de que no puedes enamorarte a primera vista o solo por una interacción, pero entonces... ¿Qué era lo que tanto sentía cada mañana, cada noche y cada segundo de su vida?
"Wow, no esperaba que le correspondieras." Por fin había contestado. Seguido de eso, llegó otro mensaje.
"Puede ser difícil para ambos, pues no se conocen del todo y existe el miedo de intentarlo y salir lastimados en el intento, pero nada garantiza que todo saldrá mal. Inténtenlo, hablen, salgan, hagan lo que tengan que hacer, pero sin arrepentimientos."
Ahora tenía mucho que pensar. ¿El amigo de Siren era así de comprensivo siempre? Para la mala noticia de Kappa, no. Pagoon no era de hablar sobre temas cursis, pero haría lo que fuera posible con tal de ver a su amigo feliz.
"Gracias, de verdad necesitaba esas palabras." Estaba por dormir, cuando otro mensaje iluminó la pantalla de su celular.
"Una cosa más" primer mensaje, "Siren está trabajando en una canción que hizo para tí" Segundo mensaje, "Sé que no tienes tiempo libre por culpa del trabajo, pero... ¿Podrías intentar ir al restaurante de Ermi y escucharlo?" Ultimo mensaje.
Una canción para él, de solo imaginarlo, quería llorar. El ser inspiración para una melodía era uno de los típicos sueños pasajeros que tienes cuando piensas en parejas, relaciones y amistades. No imaginaba que aquello podía cumplirse de la noche a la mañana. Estaba emocionado, inspirado y enamorado. Sentía que su corazón flotaba cuando imaginaba la letra de dicha canción.
"Voy a intentarlo. Acordemos una fecha y hora. Por cierto, Siren no sabe qué estás hablando conmigo, ¿verdad?"
"Obviamente no, me mataría si se entera. Por cierto, no le digas hasta que llegué el día por favor. No quiero morir joven :(. En cuanto a la fecha..."
Los siguientes 5 minutos planeaban una reunión sorpresa para el chico peli celeste. Cuando dijo que haría hasta lo imposible solo para seguir conociéndolo y darle una oportunidad, hablaba en serio.
Se despidieron y por fin Kappa pudo dormir. Llegó al trabajo con ojeras, pero con una sonrisa de enamorado.
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