Lauren
Había pasado una noche movida, no con actividades si no con pensamientos.
Algo extraño había pasado desde que había dejado de espalda a aquella chica en la puerta de la casa de a lado.
Era....ufff me costaba trabajo admitirlo hasta en mi mente, era muy hermosa, atractiva o había intentado coquetear conmigo. Eso último lo tachaba a cada rato, era imposible, ella apenas me conocía, éramos vecinas ¿cómo iba a saber que yo estaba interesada en mujeres? Había lidiado con ello hace años y vaya que lo hice, me casé con una mujer.
Negué un par de veces mientras intentaba acomodar mi cama. Llevaba mucho tiempo en eso, por que no me gustaba como quedaba. Además necesitaba comer, tomar un café.
Camila como me dijo su nombre, era probablemente la primera mujer después de Lucy que me había causado esa impresión, quería saludarla de nuevo y a la vez solo olvidar que estaba en la siguiente casa.
Cerré los ojos al darme por vencida y me senté en la cama al terminarla de arreglar.
Fui al armario y coloqué el primer pantalón y playera casual que encontré. Deje todo en orden, arregle un poco mi cabello y salí a la cocina.
Mi teléfono sonó en alguna parte, busqué él sitio donde lo deje ayer por la noche y también noté el montón de papeles que tampoco pude ordenar.-¿Hola?
-Lauren, buenos días hermana. Saludo mi hermana Taylor por el teléfono.
-Buenos días. Salude de mal humor. Sabía que su llamada era para recordar algo.
-No olvides la cena de papá, quiere que estés ahí y por favor no pongas excusas, además creo yo que todo lo relacionado con tu vida ha sido bastante comentado entre ambos, no dejarás de ser gay nunca y el no dejará de ser un pesado.
-Estaré ahí, solo por mamá.
Me recargué en la encimera y solté un poco el aire.
Habían pasado ya meses, un año y mi padre aún no superaba mi matrimonio con Lucy, desde joven el trataba de enmendar mi camino, como siempre decía, pero en medio de todo eso mi hermana tenía razón, yo no dejaría de ser lo que era y mi padre jamás lo entendería, ahora solo podría tratar de sobrevivir en medio de su mundo. Ya me daba igual.-Esta bien, es una respuesta aceptable, me dijo mamá que tenías nuevos vecinos.
Rodé los ojos, parecía que ellas ahora no tenían un mejor tema de conversación, solo yo.
Desde la muerte de Lucy no dejaban de dar vueltas por la casa, parecían preocupadas por que yo me saliera de piso y comenzará a hacer locuras.-¿Eso es relevante?
-Cariño, solo convive con las personas.
Bufe y aleje el teléfono por unos segundos. Lo hice ayer y ahora tenía un pésimo humor y sueño acumulado.
De repente deje de lado la conversación, ella seguía diciendo cosas pero mi mente estaba en la mujer de ayer. Me sorprendí bastante al verla en ese atuendo, no cubría totalmente esas partes interesantes. Su cabello húmedo y el constante movimiento de su mano en el.
Había recorrido su cuerpo en segundos y me hizo sonrojar, supuse que ella lo notó de inmediato y no me sentía con mucha seguridad para verla otra vez.-¿Lauren? ¿Lauren?
Interrumpió enfadada Taylor.-Si, te veo en la noche. Contesté confundida. No la escuche hablar por un rato y por fin colgó molesta.
Respire profundo y me puse en preparar un buen desayuno. Tenía hambre y probablemente sería la mejor opción para mejorar mi humor.
Cuando iba a sentarme apenas en el comedor, el timbre sonó.
Camine a la puerta sin interés, quien quiera que interrumpiera, tendría que irse pronto.
Abrí la puerta y para mi sorpresa.-Hola Lauren, buenos días.
Camila saludó amable desde el umbral. Mi cuerpo se tensó de inmediato.-Bu...buenos días. Titubeé.
Soltó una risita graciosa y extendió una pequeña bolsa de papel hacía mi.-Quería agradecer por el pay, mis amigas quedaron enamoradas y no pude evitar venir para compensarlo.
Extendió la bolsa a mis manos. Con un movimiento un poco torpe la tomé.
-Claro que yo no lo hice pero se veía delicioso cuando hice las compras.
Casi estuve a punto de cerrar los ojos, ella olía increíble, con una mezcla dulce y a cítricos, llevaba el cabello húmedo por un baño reciente y toda esa ropa ajustada que la hacía lucir como alguien saliendo de una sesión de fotos para revista. Sus ojos café no se apartaron de los míos y miré su cuello.
Era mi debilidad. Exactamente esa parte del cuerpo, su piel parecía tan suave, el color moreno claro. Percibí el movimiento e interrumpí mi inspección.-Yo...te lo agradezco. Dije torpe.
-No es nada Lauren, espero verte pronto, ten un lindo di...
-¿Ya desayunaste?
Mi voz salió de alguna parte interrumpiendo sus palabras de despedida. Me asusté no entendía que había pasado con mi deseo de despachar a quien fuera de mi puerta y la molestia de que interrumpieran mi solitario desayuno.-Aún no. Apenas y la dejé contestar.
-Quédate, prepararé algo para ti. Sonrió ampliamente y apenas dio unos pasos para que yo cerrara la puerta. Lo último que vi fue a Collins del otro lado de la calle curioseando por que yo dejaba entrar a alguien a mi casa.
Me di la vuelta y ella esperaba de pie tras de mi. Sus manos relajadas a cada lado de sus caderas y una sonrisa amable.-Gracias de verdad.
Indiqué que me siguiera y entro después de mi a la cocina, ahora no sabía que decirle, yo estaba actuando raro, respire y decidí ponerle alto a mis pensamientos.
La miré observar el plato en el comedor e inspeccionar la silla donde yo debería invitarla a sentarse.-Estaba a punto de sentarme a desayunar ¿Quieres café o té? Temo que es lo que tengo o....
Recordé. Dejé la bolsa que me entregó en la encimera y esperé atenta a su respuesta.
-Jugo de naranja fresco.-Café esta bien. Sonrió.
-Puedes sentarte donde gustes.
Levantó las cejas de forma entretenida y mordió su labio inferior.
Usó una de las sillas altas en la corta barra de la cocina y me miró desde ahí.
Un poco más relajada serví su café y lo dejé cerca de sus manos.
-¿Te gustó el vecindario? Intenté sacar una charla casual.-Es muy lindo, me gustó incluso antes de comprar la casa.
Sentí como me miraba fijamente por un rato y aunque no le pregunté sobre lo que comería, intentaba hacer su desayuno sin quemar nada. Me sentía muy nerviosa y sorprendida de todo lo que hacía.
La había invitado entrar a la casa, a desayunar y con esa mirada, no se que más significaba.
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Al lado mío
FanfictionLa casa de al lado estará ocupada, Lauren intenta manejarlo de la mejor manera posible, ser amable, intentar una buena relación. No imaginaba que al llevar comida a esa puerta se encontraría un par de ojos cafés que pondrían en caos a su vida.