CAP 8

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-No todo el que se enamora consigue lo que quiere- Estas eran las palabras de mi amiga Carmen siempre, pero no le prestaba mucha atención, sordo al fin, como todo aquel que entra en la trampa del amor.
Se volvió un día el destino contra mí, cuando el viento y el tiempo iban a mi favor la suerte no me acompañaba, esta era la letra de una canción, la cual me identificaba mucho la verdad, me costaba trabajo avanzar en mi situación.
Fue un día en el que fui a verla, la primera vez que me adentré en su casa y conocí a su familia. Me topé de primera plana a su padre, un hombre alto con una voz
grave que me apretó fuertemente la mano al recibirme. Su madre era más agradable, me ofreció café, me dio un lugar para sentarme, mientras yo distraído, como buen analista miraba minuciosamente cada detalle de lo que me rodeaba .
Sammy me llamó desde su cuarto aunque yo apenado no quería pasar, su padre me miró seriamente mientras de fondo la madre me decía:
-Pasa corazón, no tengas pena-
Entonces decidí pasar aunque su padre me siguiera mirando con cara de custodio. Al entrar a su cuarto ella cerró la puerta y puso el pestillo, ya estaba nervioso y ahora aún más, luego de cerrar las ventanas me dijo:
-Hey te apetece jugar algo?- Quedé pensando a qué juegos se refería. Mal interpretando sus inocentes palabras ya tenía mi mano sobre el cinto que traía,
me miró con cara de desentendida y me dijo
-Qué mierda haces?-
-Emmm jugar-
-No idiota, aquí tengo la laptop, espera-
Sacó de una gaveta grande la compu y dijo:
-Te pasas de tonto, ven, vamos a jugar a mi juego favorito- ya estaba suponiendo que sería algo ridículo o aburrido pero de repente abrió una carpeta y me dijo:
-Te gusta el FIFA o mejor te dejo jugando a las barbies?- no lo esperaba pero aún así, metió su mano en la gaveta y sacó dos mandos diciendo:
-El que gane el partido tiene que ir a buscar algo de comer a la cocina-
Le seguí el juego y acepté, no tenía intenciones de perder así que afirmé:
-Hecho!-
Empezó el partido y todo marchaba bien hasta que de repente luego de los primeros 20 minutos dijo Sammy:
-Ok James, ya te di ventaja voy a empezar a jugar- no le creí
-Inténtalo anda, a ver si puedes- pura especulación, me estaba siendo dificil, aparté los ojos de la pantalla por unos segundos y el susto que me llevé fue oírla gritar:
-GOOOOOOOOOOOOOL!!! TOMA!! Eres más malo que mi mamá en esto, te veo buscando la merienda- decepcionado hice crujir los dedos y decidí no perder y mucho menos pasar la pena de ir a la cocina a pedir o preparar comida
-Ok, esto es la guerra-
Empezamos a jugar y el marcador estuvo 1-1, 2-1, 2-2. Justo unos minutos antes de que acabara se coló uno de sus perros en su cuarto y me quedé mirándolo, completamente un error, al volver mi vista a la pantalla veo a Sammy de pie gritando como una loca y el comentarista del juego
-Gol gol gol gol gol gol gol GOLAZO!- quería morir y encima de eso aquella chica me dijo:
-Adelante, a la cocina, que me apretó el hambre con esta partida-
Bajé la cabeza como buen perdedor que soy y fui callado a la cocina, abrí el refrigerador intentando hacer el mínimo ruido, agarré un trozo de pan y al mirar detrás de mí estaba ese hombre alto con su cara seria.
-Qué estás haciendo James?- me dijo seriamente mientras yo ya estaba sudando. Justo antes de dar una explicación entró la madre de Sammy diciendo:
-Hey deja al muchacho, seguro Sammy lo mandó a buscar algo de comer, sabes que ella por tal de no salir de la cama hace cualquier cosa-
Sentí todavía tensión, pero ella estaba de mi lado, mientras su marido le decía:
-Bueno eso es probable, pero qué falta de respeto entrar en una cocina ajena a coger comida-
Yo no sabía en dónde meter la cara y estaba ahí, escuchando toda la discusión con aquel trozo de pan en la mano intentando calmarme, hasta que su madre dijo:
-Ya no discutas más, amargado! James coge lo que quieras y vuelve al cuarto con Sammy, no te preocupes-
Así que cogí un pomo de jugo y unos vasos que ella me dio, unas rodajas de pan con mayonesa y con eso salí de nuevo al cuarto a llevarle algo de comer a Sammy la cual cuando irrumpí en la habitación estaba cambiándose de ropa
-Oye James acaso no sabes tocar? Menos mal que no viniste unos segundos antes, estaba casi sin ropa, para la próxima toca la puerta-
Pasé una gran pena pero mi cerebro no tenía más que pensar que en su piel tan blanca y perfecta. Quedé conectado todo ese día con lo poco que vi, luego volví a tocar la puerta y me dijo
-Adelante pasa, ya me vestí- entré al cuarto y se había puesto un short más corto aún, al parecer quería que me diera un infarto o algo así
-Qué miras tanto James?- salí del trance y con cara de idiota dije:
-No, nada, solo que tengo hambre, dame un espacio para sentarme a merendar contigo-
-Ok, lo siento- se mueve del lugar en su cama dándome un espacio -Coge James, come algo que yo sola no me voy a comer esto- Rompí un poco el cuidado que tenía
porque el hambre me superaba así que empecé a comer.
-Oye, si que tenías hambre, hemos bajado este plato completo en un solo momento- yo con la boca llena, aún medio atragantado dije
-Sí, no duró mucho pero estaba bueno-
En ese preciso momento dejé de sentirme incómodo, así que me recosté en su cama y ella se puso de pie y fue al baño.
Al verla alejarse no pude evitar ver su cuerpo, no era la más perfecta, simplemente una chica delgada de pelo largo, siempre supe que lo que me gustaba de verdad era
su personalidad, por la cual yo me enamoré perdidamente, su forma de ser.
Al regresar del baño me había quedado dormido ya que ella vivía un poco lejos y me cansó mucho el viaje para ir a verla, de repente llega su madre al cuarto y yo que
en ese momento me desperté me hice el dormido y escuché la conversación que tuvo con Sammy en ese momento, la chica por la q suspiraba cada noche dijo con voz sorprendida:
-Mira mami, se quedó dormido en mi cama-
-Ay hija, sabrá Dios de dónde vino ese muchacho a verte, debe estar cansado, acuéstate ahí al lado de él en una esquina, si al final la cama es bastante grande-
Escuchar esto me hizo prácticamente dejar de respirar, pero seguí la farsa
-Bueno ok mamá, igual yo no dormí muy bien anoche, así que si nos quedamos dormidos tú despiértanos- a lo cual su madre le advirtió:
-Ok, adelante pero no vayas a dormir sobre él- y Sammy respondiendo a la advertencia dijo:
-Tranquila yo no haré eso, no te preocupes- Caminó hasta la orilla de la cama, agarró una almohada y se acostó a mi lado- no sabía qué hacer en ese momento.
Esperaba que se quedara dormida y que entrase en un sueño profundo así que ahí esperé unos minutos hasta que sentí que su respiración era suave, se había
quedado dormida.
Sin tener idea de qué hacer, salí de la cama suavemente para no despertarla y la tapé con una colcha que estaba a sus pies, apagué la luz y me senté en la sala.
Viéndome la madre sentado solo me dijo
-Hey James, qué tú haces aquí solo? Pensé que estabas dormido-
-Sí, bueno, me acabo de despertar, no quería molestar a Sammy, así que salí de la cama con cuidado para no despertarla-
-Es que ella anoche no durmió bien, pero tranquilo al rato se despierta. Eres un buen muchacho me gustaría que Sammy estuviera con un chico como tú-
Con razón la madre me trataba tan bien, pero no esperaba que me lo fuera a decir.
-Bueno suegra, ella es una chica genial- me la estaba ganando, así ya tenía puntos a mi favor para que me apoyara.
-Sí, lo sé, sé que te gusta, lo noto en tu mirada desde que llegaste, en lo que más te fijas es en ella- pues con razón
-Es que ella es tan linda al igual que usted- me reí de forma nerviosa y en mi mente pensaba(otro punto más)
-Ya James, me sonrojas bobo- nos reímos juntos pero tenía que marcharme
-Bueno tengo que irme, sé que ella no va a despertar en un buen rato, pero antes de irme me puede dar una hoja de papel?- tenía intenciones de dejar en su mesa
una flor de papel.
-Sí, por supuesto, ahora te la traigo-
Esperé pacientemente hasta que regresó con lo que le había encomendado y empecé a hacer la flor, doblando, plegando y cortando con las manos, la terminé. Pasé a su cuarto y me acerqué a su mesa de noche sin hacer ruido y cuando puse la flor me percaté que justo a la derecha estaba allí la primera q una vez le regalé, me sentí especial por un momento, pero tuve que irme, ya se me hacía tarde así que mirándola mientras dormía, sonreí y me marché.

El recuerdo de una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora