Capitulo15: Los caníbales.
-… Donde mierda estoy…-Chris, creo que está despertando.
El líder del grupo dejó lo que estaba comiendo y se acercó a Tyresse, el hombre que habían logrado cazar desprevenido hace unas horas atrás.
-Bienvenido a la parrilla, amigo. ¿Cómo te sientes? – Le pregunta Chris, bastante cínico.
Tyresse miró para todos lados, desconociendo por completo el lugar en donde estaba. Solo veía la noche oscura, él estaba tirado en el césped… Y detrás de él había una gran fogata. Delante de él había una mesa, donde había cinco personas comiendo lo que sea. Levantó la mirada para encontrarse con la siniestra sonrisa de un hombre, totalmente desconocido, bastante corpulento y con pelo corto.
-Quien eres… Quienes son ustedes…
-Mi nombre es Chris, y soy el líder de esta pandilla – Dijo, y señaló a los demás – La mujer es Theresa. Greg es el viejo. Albert es el tipo gordo. David es el rubio y Charlie el alto. Desde ya todos te agradecemos por el gran favor que nos hiciste… Todo está delicioso.
Tyresse seguía confundido, sin entender nada de lo que el hombre decía. El tipo que le hablaba se chupaba los dedos, enrostrándose en su cara. Los demás seguían devorando, tratando de evitar a la persona que estaba ahí.
-¿Qué quieren de mí? ¿Por qué me tienen aquí?
-Oh… Lo que queríamos de ti ya lo estamos obteniendo. Pronto querremos más, pero no te preocupes. Hay suficiente anestesia y hambre aquí – Sonrió Chris.
-¿Qué dic…? ¡Oh por Dios!
Con tan solo bajar la mirada… Se dio con la respuesta. Él ya no tenía ninguna de sus dos piernas. Miró a su costado y le faltaba su brazo derecho. Uno de los tipos alzó lo que estaba comiendo… Mostrándole su pie. Observó más claramente el panorama y pudo notar que los demás se comían las extremidades que le faltaban… Habían sido ellos.
Esos tipos le habían arrancado las piernas y el brazo a Tyresse.-¡QUÉ MIERDA ES ESTO! ¡QUÉ MIERDA HACEN! ¡ESTÁS LOCO!
Sonrió y negó el tipo – Tal vez… Pero ya sabes, el mundo se vino abajo, los animales son rápidos y más inteligentes… Pero los vivos no. Son más fáciles de pillar que un ciervo o un puerco. Sinceramente preferíamos a las mujeres, ellas tienen más grasa que los hombres por todo eso del embarazo y nutrir un bebé… Pero que se de eso yo – Rió – ¿Cierto? Pudimos atraparte a ti… Y míranos aquí, saboreándote.
El silencio invadió la escena y el lugar. Instantes después… Tyresse sonrió. Segundos luego, la sonrisa se convirtió en carcajada. Cada vez reía y reía más fuerte, dejando a los demás consternados.
-¿Qué mierda le pasa? ¿Se ha vuelto loco? – Dijo Charlie.
-Eso parece – Asumió Theresa.
-Estúpido, ¿Acaso no entiendes? ¡Estarás muerto! ¡Eres nuestra comida! – Le gritó un molesto Chris.
Rió nuevamente Ty – ¿Acaso no me vieron? ¡ESTOY INFECTADO! ¡ME MORDIERON! ¡ESTÁN COMIENDO CARNE INFECTADA!... ¡YA VALIERON MIERDA! – Contestó, sin borrar la sonrisa de su rostro – ¿Creyeron que sería lo suficientemente estúpido para salir sin armas al bosque? ¡Esperaba morir allí! ¡Ahora ustedes me comieron y se infectarán! ¡Ya no valen nada!
-¿¡QUÉ!? – Gritó uno de los hombres.
-¡DIJO QUE ESTÁ INFECTADO! ¡CHRIS!
Todos soltaron la carne y comenzaron a dar ahorcadas, esperando vomitar lo que habían consumido. El grupo se acercó rápidamente a Ty, helados, muertos de miedo. Él no paraba de reír, aterrorizándolos a los caníbales aún más.