Capítulo 8.

37 5 2
                                    

Danna había decidido ambientar el quincho al estilo hogwarts, con velitas por casi todos lados (como las que colgaban del techo de la famosa escuela de magia) y había colocado dos puffs frente a la mesa del televisor que le había echo llevar a su papá a ese lugar, porque sentía que iban a estar más cómodos que en su habitación. 

Sinceramente no había un motivo para que ella le pusiera tanto énfasis, porque solo eran amigos, también había muchos nervios de su parte porque, con la única persona que solía juntarse a hacer este tipo de cosas era con Miguel. Jorge le agradaba y le parecía lindo pero las posibilidades de que pasara algo eran nulas, porque se conocían poco y estaban a nada de tomar caminos separados y probablemente verse solo en ciertas ocasiones y ella no estaba dispuesta a sufrir otra vez.

Cuando terminó de acomodar los últimos detalles, sonó el timbre y para cuando había llegado al living su papá ya le había abierto la puerta a Jorge con dos bolsas grandes de cosas, ella simplemente tomó su mano y lo llevó para el garage, no confiaba en su papá y en las cosas que pudiera decirle al pobre chico. Cuando este entró al quincho, se quedó maravillado con lo que ella había preparado, decidió sacarle una foto y la subió a las redes sociales.— Danna, realmente estoy sorprendido, esto es maravilloso... Como vos.— Lo último lo dijo en voz más baja de lo que solía hablar, Danna llegó a escucharlo de todas formas pero decidió fingir que no y se limitó a sonreírle.— Igual siento que te las ingeniaste para que esté lejos de tu vestido de graduación.— Bromeó robándole una carcajada a la castaña.

Está guardado bajo siete candados hasta el día de la fiesta... ¿Qué hay de tu atuendo?— Preguntó ella con algo de curiosidad mientras desarmaba las bolsas para dejar todo en el piso al lado de los puffs, e indicándole que se sentara en uno de ellos.

Es algo que nadie se espera, y que creo que también completamente diferente a lo que usé alguna vez pero también muy muy cómodo. Es lo único que voy a decir.— Respondió el chico de rulitos mientras se encogía de hombros y se sentaba en el puff de la derecha, a la vez que Danna lo hacía en la de la izquierda y se ponía a vaciar la bolsa de palomitas en un bol que había traído previamente a la llegada de Jorge.

Después de unas horas de ver la primer película, reírse cuando completaban diálogos mutuamente o aplaudir cuando se emocionaban demás...Jorge se animó a tomar la mano de Danna, y la mejor parte de todo fue que a ella no le disgustó y sintió mucha ternura cuando Jorge acariciaba sus dedos inconscientemente concentrado en la película. Estaba tan concentrado que nunca se dio cuenta la manera en la que ella examinaba su perfil, se dio cuenta que tal vez estaba un poco jodida porque era evidente que ese chico de rulos le atraía. 

Heeey, me spoileaste.— Se quejó la castaña tirándole palomitas en la cara cuando Jorge se adelantó un poco a las líneas que se estaban diciendo en la película, lo que hizo que él soltara una gran carcajada.

Pero si ya la viste fácil mil veces.— Se excusó despegándose palomitas de los rulos mientras reía y negaba con la cabeza.

No me importa, me spoileaste.— Le respondió burlona mientras volvía a tirarle un puñado de palomitas a la cara riendo.

Créeme que este es un juego al que no querés jugar.— Respondió el morocho mientras le vaciaba un puñado de palomitas en la cabeza ante la cara de desafío de Danna. La guerra se prolongó por minutos que parecían horas llenas de risas y burlas hasta que cuando metieron sus manos en el bol ya no había palomitas dentro, si no por fuera y todo el piso, entonces fue cuando Jorge se inclinó sobre Danna para hacerle cosquillas, tirando una lluvia de palomitas sobre ella que cayeron de todos lados y a ella no sabía que era lo que le daba más risa.

Permiso, ¿Jorge te pensás quedar a comer?— Preguntó la mamá de Danna que los miraba enternecida hace unos minutos, y los escuchaba reír desde la cocina. Las risas cesaron y ambos se incorporaron rápidamente, Jorge miró a la castaña tratando de conseguir su aprobación pero ella solo se encogió de hombros. 

No, señora... Me esperan en mi casa, de hecho se hizo bastante tarde hoy, así que debería irme.— Respondió él con toda su educación lo que causó una risa en Danna y Jorge la miró mordiéndose el labio, tirándole un bollito de papel con el que se había limpiado las manos y la guerra comenzó nuevamente, la mamá de Danna al verlos en su propio mundo decidió volver a irse y dejarlos solos.

Eran las once de la noche cuando Jorge se pidió un taxi para volver a su casa, antes de salir de la casa de la chica, se despidió de sus padres y cuando ella lo acompañó hasta la puerta, dejó un beso en su mejilla. Al ver el celular en el taxi tenía muchos mensajes de sus amigos preguntando por esa reunión con Danna y él sintió que se le iba a salir el corazón de la felicidad y que pronto la invitaría a repetirlo. 

No sabía como se sentiría ella, pero él sentía que algo bueno pasaba entre ellos dos y que iba a dejar que crezca hasta transformarse en algo lindo. 

Danna también tenía el celular reventado de mensajes y hasta descubrió que la habían agregado a un grupo de whatsApp de chicas. Estaba muy contenta por los acontecimientos ocurridos de esa tarde, y sintió que tal vez no sería tan malo abrirse con él después de todo, Parecía ser diferente.

__________

Gente lindaaa, hice lo más rápido que pude para hacer algo hermoso y tratar de marcar como el comienzo de algo lindo que empieza a crecer de a poco. La próxima vez que regrese será con un especial del grupo de whatsApp de chicas para que veamos las reacciones de sus amigas a esto y ver si ella puede reconocer que él le atrae. 

¡Nos vemos el finde! 

GIA.

EnredaDos. (Jordanna/Laliter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora