Capítulo 16.

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Los chicos (Y por chicos me refiero a la parte masculina del grupo) se encontraban en la terraza de la casa compartiendo una cerveza planificando la salida de la noche, algo tranqui en un bar dijeron.

¿Saben? decidí que no importa lo que hoy pase, ya no voy a tantear el terreno y me le voy a declarar a Danna.— Exclamó el muchacho de rulos dando un trago a la cerveza y mirando el rostro de sus amigos para examinar su reacción.

¡Al fin!— Exclamó Miguel levantando sus brazos al cielo en señal de alabanza y eso causó una risa en todos los presentes, incluido Jorge que después le hizo una seña para que bajara la voz.— Estamos solos, salame. Las chicas se fueron de compras.— Respondió el rubio rodando los ojos. 

Si no te apuras, voy a tomar la delantera.— Le replicó Peter a Jorge haciendose el canchero, logrando que Álvaro hiciera montoncito mientras Jorge soltaba una risa.

Primero tenés que soltar a Lali y después hablamos.— Contestó Álvaro tomando un trago de su cerveza, causando que todos sus amigos exclamaran un "Uh" y Peter le tirara con un almohadón por la cabeza que casi pega en la cerveza logrando que todos sufrieran un casi infarto.— Tenés suerte de que no se cayera porque te rompería la cara. — volvió a hablar mientras ponía la botella de cerveza más al centro de la mesa. 

Esa noche, salieron a un bar para probar el tequila y otras cosas típicas de México, todo iba bien y Jorge estaba tomando valor.— Me enamoré, es amor a primera vista.— Exclamó Danna mirando dos mesas más allá, causando la risa en casi todos sus amigos por el tono en el que lo dijo.

El chabón está en cualquiera, amiga tendrías que tener un poquito de dignidad.— Respondió Ester tratando de hacer un chiste pero le salió un comentario medio venenoso luego de que Danna se colgara mirando al chico como por 15 minutos. En la mesa se hizo un silencio y la incomodidad reinaba la mesa como cada vez que ella solía hacer este tipo de comentarios hacia la castaña.

¿Qué probabilidad hay de que le pidas su número?— Preguntó Eugenia que era la mejor sacando incomodidad de las situaciones. Todos respondieron que uno, porque no la creían capaz y al ser igual el número que respondieron ella debía ir a pedirle el número porque así funcionaba el juego decía Eugenia. 

No se va a animar, todos sabemos que es puro bla bla.— Bromeó Lali viendo a Danna caminar hacia el lugar donde el chico se encontraba, pero la castaña no contaba con que él decidiera abandonar la mesa y retirarse del lugar luego de sonreírle y cruzar mirada con ella.

Noooo, F.— La primera en romper el silencio fue Georgina, Jorge se sentía aliviado porque si no como iba a remar tal situación de comentarle sus sentimientos a alguien que se había quedado prendida de otro.

Era un bombonazo.— Mina se agarraba la cabeza con pena lamentandose, mientras el resto la retaba por haber demorado tanto.— Encima se notaba la tensión.— Jorge rodó los ojos ante la insistencia de sus amigas. 

Una hora después abandonaron el lugar y mientras se dirigían a la casa, Danna se lo encontró y él le pidió su número de teléfono,  y para el asombro de todos, después de unos minutos se besaron como quien no quiere la cosa siguiendo un completo y total impulso.— F por Jorge y su declaración.— Dijo Miguel en voz baja, y fue festejado por Álvaro que soltó una risita discreta. Jorge creía que ya no tenía chance y los celos lo comían vivo.

Le di mal mi número de teléfono a Pablo, soy lágrimas. —Dijo Danna pegandose en la cabeza quince minutos después de volver con sus amigos logrando que todos volvieran a quejarse de ella.— ¿Bueno le puede pasar a cualquiera no?— Preguntó para tratar de defenderse pero ni esto le aliviaba los celos a Jorge, que ya estaba de malhumor y decidió acelerar el paso para llegar más rápido a la casa pero los chicos hicieron lo mismo que él.

Le dió mal su número de teléfono, arriba las esperanzas abuelita.— Dijo lo último a modo de chiste y logró que todos soltaran una risa a excepción de Jorge que seguía malhumorado y es que Álvaro había dado pie a una seguidilla de chistes sobre esta situación.

Dejen de descansarme, los odio.— Suspiró pesadamente después de decir eso y ocasionó una carcajada en el grupo de chicos, lo que hizo que a las chicas les picara el bichito de la curiosidad y se pusieran al lado de  estos.

Cuenten el chiste, también nos queremos reír.— Rocío presionó a los chicos para que soltaran la lengua pero ninguno lo hizo como si se tratara de un juramento. Las cuadras que quedaban hasta la casa, tuvieron que aguantar a Danna quejándose de que le había dado mal el número de teléfono al que podría ser el amor de su vida.

Al otro día en la playa, Danna quería hacer un agujero en la arena y meter la cabeza ahí porque sus amigas gritaban "Pablo donde estás"— Podemos hacer un identikit y pegarlo por todo cancún.— Dijo Lali pensativa teniendo aprobación de todos ahí. 

Ni se les ocurra.— Se quejó Danna toda colorada por la vergüenza que estaba pasando, por suerte casi nadie conocía a las gritonas que buscaban a Pablo y esa historia quedaría guardada en cancún para siempre.

Desagradecida, te queremos ayudar a encontrar al hombre de tu vida.— Bromeó Candela y Jorge rodó los ojos y soltó un suspiro de cansancio, hace de anoche que estaban con el tema y por más que quisiera olvidarlo, ellas no hacían más que traerlo a colación una y otra vez, era agotador.

Disimula, Jorge, disimula.— Dijo Miguel en voz baja en el oído de Jorge, este volvió a rodar los ojos y luego Álvaro hizo otro comentario y otra vez volvieron a descansarlo, ante la mirada de confusión de las chicas.

Que amigos de mierda que tengo.— Dijo después de levantarse de la ronda mientras se alejaba de ellos con rapidez hacia algún lugar que pudiera estar solo y dejar de escuchar la historia de Pablo.

Epa, se te habrá escapado esa.— Gritó Aron para que llegara a escuchar la respuesta y Jorge le respondió con un fuck you, cada vez más lejos de ellos. Cuando volvió, estaba un poco mejor, pero al seguir escuchando esa historia se volvió a irritar, sus amigos decidieron poner música para destensar el ambiente, empezó a sonar la gozadera y Danna se levantó de su lugar ofreciéndole la mano para bailar pero él se negó y en su lugar salió a bailar Peter con ella para que no pasara vergüenza.— Que hombre Peter Lanzani.— Murmuró Lali arrancándole una carcajada a Candela que llegó a escucharla.

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Y acá estamos una semanita más, con un nuevo capítulo... Cada vez me gusta más escribir esta historia, se los juro.

Nos vemos la semana próxima, 

GIA

EnredaDos. (Jordanna/Laliter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora