Capítulo 24.

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A mi vieja no le andaba el auto, entonces como no lo pudo arrancar me tomé un uber. Te dije que iba a venir para que hablemos y acá estoy.— Peter le habló con la tranquilidad que lo caracterizaba. Eran como polos opuestos, Lali era enérgica, ansiosa y chispita todo lo contrario a Peter que era tranquilo en todos los aspectos de la vida. Dice un viejo dicho que los opuestos se atraen ¿no? Bueno no voy a divagar más y vamos a ir a lo importante o mejor dicho lo que nos compete, aunque pensándolo bien tampoco nos compete porque estamos echando chisme sobre la vida de alguien más pero quién soy yo para juzgar diría mi abuela.
Lali se sentó en la hamaca y suspiro, sabía que palabras decir pero no sé animaba a decirlas algo en los ojos de Peter le dió la valentía que necesitaba para soltarlas.— Lo pensé bien y lo medité mucho... Quiero que nos demos una segunda oportunidad, porque te amo Peter Lanzani. No sé cómo hice todo este tiempo sin vos, pero tampoco quiero averiguarlo ni seguir así. Podemos empezar de a poco y volver a construir lo que teníamos o algo mejor, no importa si sale bien o mal, es un riesgo que estoy dispuesta a correr.— Largó todo eso con rapidez y sin respirar, tenía miedo de que si frenaba le agarrara la cobardía y no poder seguir hablando con el corazón en la mano y sinceridad. Peter se encontraba en silencio y el corazón de ella se arrugaba cada vez más y es por eso que decidió mirar el piso, su mirada y el silencio la estaban poniendo muy nerviosa.— Bueno, decí algo, lo que sea.— Le reclamó a un Peter tildado que soltó una risa por el tono que usó para decir la frase.
— Lali, yo no sé que decir.— Habló en voz baja siguiendo la mirada de Lali mientras se sentaba en la hamaca de al lado.
— Entonces no digas nada y besame.— Le respondió ella con fastidio y el sonrió, por un momento creyó que la había cagado y que ella se había enojado. Como él seguía tildado o en shock, Lali decidió tomar la iniciativa y besarlo, y parecía como la primera vez que lo besó.

A todo esto, Eugenia y Candela, vieron la situación por la ventana.— Apuesto que Danna ni se imagina lo que está pasando.— Le susurró a Eugenia en el oído y la rubia rió negando con la cabeza.
— Está muy ocupada en su nube de Jorge.— Esta vez fue el turno de Eugenia de bromear con Candela.— ¿Me parece a mí o somos las únicas chusmas?— y al mirar alrededor comprobó que no le parecía, que eran las únicas chusmas porque el resto estaba pendientes de divertirse... También de Danna y Jorge que estaban bailando el baile de la botellita juntos en el medio de la ronda.
— Que importa, volvió Laliter, lo logramos hermana.— Candela festejó esto como un gol y Eugenia se rió, cuando vieron que Lali y Peter se acercaban al vidrio para volver a entrar a la fiesta, se incorporaron con rapidez a la ronda dónde ahora Álvaro y Georgina bailaban sobre la botella en medio de la ronda.
Y así fue como estuvieron toda la noche, y después fueron a despedir a Mina amanecidos y borrachos al aeropuerto, Danna abrazaba a Miguel con fuerza, mientras Mina subía las escaleras del aeropuerto y saludaba tirando besos y con una mano, tragando sus lágrimas para que ni sus amigos, ni su novio o su familia la vieran llorar... A veces para estudiar y avanzar en la vida debés hacer grandes sacrificios y este era uno de ellos. (Dato de vital importancia que no modifica nada, Mina se fue a estudiar a Nueva York con una beca de las encinas por ser el mejor promedio)
Danna abrazaba a Miguel porque quería que supiera que no estaba solo y que tendría su apoyo para pasar este momento y porque le había prometido a Mina que iba a cuidar de él.

EnredaDos. (Jordanna/Laliter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora