Capítulo 25.

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Varias semanas pasaron desde la partida de Mina, Aron y Rochi y se habían ido también y no había noticias, más que Lali y Peter estaban intentándolo nuevamente.
Lo que realmente intrigó al grupo fue la salida repentina de Mina del grupo, razón por la que Danna fue a casa de Miguel y lo encontró en su habitación hablando por teléfono desencajado. Ella salió de la habitación para darle privacidad y se puso a conversar con su mamá, quince minutos después, Miguel le mandó un mensaje de que podía entrar a su habitación, y cuando ella entró Miguel corrió a abrazarla mientras lloraba, juro que son contadas las veces que lo había visto llorar y se le rompía el corazón de verlo así.— Si no me decís que te pasa no sé cómo ayudarte.— Murmuró ella mientras le acariciaba el pelo para tranquilizarlo, tenía el corazón en la boca y no sabía que hacer.
—La llamé para ver cómo iban las cosas, hace semanas que no me respondía y yo quería saber cómo estaba, como se estaba adaptando, si le gustaba el lugar y no pensaba recriminarle los mensajes y las llamadas que no me había contestado...— Hizo una pausa y Danna supo de lo que estaba hablando.— Y me dejó, me dijo que era mejor terminar, porque no podía soportar una relación a distancia, que le costaba adaptarse y que lo mejor era alejarse de nosotros y empezar de cero.— El suspiró y el silencio invadió la habitación color crema con pósters de bandas musicales, Danna no sabía que hacer ni que decir.
— ¿Querés que hable con ella?— Ofreció sin saber que hacer, ni decir... Ella se había desencajado tanto como Miguel, aunque por un lado la entendía.
— No, yo respeto su decisión. Además tarde o temprano sabía que esto iba a pasar.— Danna asintió aunque sabía que él no la iba a poder ver porque todavía estaba abrazado a ella.
— ¿Y si llamo a los chicos? Una vez yo me sentía mal y con el corazón roto, vinieron con películas y golosinas para sentirme mejor.— Preguntó nuevamente ofreciendo una nueva alternativa pero Miguel se negó.— ¿Querés que me vaya? — Miguel volvió a negar, Danna se sentó en la cama de Miguel apoyando la cabeza sobre el espaldar y extendiendo las piernas sobre la cama, él acostó su cabeza en sus piernas como solían hacer siempre, ella le acariciaba el pelo... A veces lo sentía llorar pero lo dejaba, tenía que descargarse y así fue, lloró hasta que se quedó dormido.
Le avisó a Jorge que no se iban a poder ver y le explicó la situación, creyó que se iba a enojar, pero entendió la situación, sin celos ni dramas, es que cualquiera que los viera pensaría mal... Incluso sus padres siempre pensaron que iban a terminar juntos, pero eso era imposible porque se quieren, se cuidan y se protegen como hermanos, cada uno estuvo en el peor momento del otro e iba a ser así por siempre.
Con respecto a Jorge, ella sentía que por primera vez, estaba en el lugar correcto y sano, hasta pudo admitir para ella que estaba hasta las manos con el muchacho de rulos que un día la levantó del piso, tanto literalmente como significativamente.
Todavía le preocupaba su carrera, pero ya tenía asumido que trabajaría durante este año y el siguiente empezaría con su carrera en la facultad habiendo ahorrado lo de su sueldo, sus papás estaban al tanto de lo ocurrido y no sabían cómo hacer para que su hija no se quedara sin estudios o sin sus sueños.
Finalmente, después de seguir acariciando el pelo de Miguel y que su cabeza vaya a mil por hora pensando en su futuro y en Jorge, se quedó dormida también.

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¡Hola, Hola! Oficialmente quedan cinco capítulos para que la historia llegue a su fin. Estoy muy emocionada, porque es la primer historia que logro terminar.
Hay posibilidades de que haya una segunda temporada porque me encariñé mucho con esta historia, y estos personajes, entonces no estoy dispuesta a soltarlos tan fácilmente.
También quería consultarles si les gustaría que suba más historias sobre Jordanna.

Saludos,

Gia 🥀
           

 

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