Capitulo17: Necesito.
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-Luces bastante cansada… Enserio, no tengo problema en hacer lo que te queda de guardia. Deberías ir a dormir.
-No, Heath. Así estoy bien… No necesito que hagas esto. Estoy bien, es solo… Tantas cosas que me sucedieron, ya me quitan el sueño – Reí – Pero estoy bien, deberas.
-Es Chandler… ¿No?
Quedé en silencio después de escuchar su nombre. Cada vez que alguien lo nombraba o yo misma lo recordaba, el corazón me daba soplos, y volvía a tornarme triste. Ya había pasado una semana desde entonces… Desde esa noche que pidió que me alejara de él. No habíamos vuelto a hablar desde entonces, y cuando cruzábamos miradas, él la corría rápidamente.
Es horrible sentir esa sensación de rechazo por parte de alguien que amas tanto, como yo amo a Chandler. Ya comenzaba a hacerme la idea de que él me odiaba… Que esto se había terminado, y me rompía el alma en mil pedazos.
-Yo… Si dije algo fuera de lugar, lo siento mucho – Dijo Heath.
Sonreí vagamente – No, está bien. Es que, es solo que… Él me odia.
Bufó – ¿Eres tonta o que te pasa? __________, él te ama. Todos aquí lo sabemos… Solo debes darle tiempo. Ya le pasará, ambos están dolidos, ambos se dijeron sus cosas… Deben dejar que el tiempo arregle sus sentimientos. No pienses estupideces, ambos se amas.
-Heath, claro que lo amo… Pero siento que él ya no lo hace conmigo. Me mira como si fuera… Un monstro. Me esquiva, se aleja de mí, ni me saluda… Y me duele mucho. Odio decir esto, pero comienzo a creer que no hay un futuro para nosotros… Al menos para nosotros juntos ya no.
-… ¿Sabes? No voy a escucharte más. No quiero oír estupideces – Contestó.
-Gracias.
El resto de aquella hora permanecimos en silencio. Lentamente el sol volvía a salir de entre las montañas, iluminando lo que sería un nuevo día para nosotros.
No faltaba mucho para que termine mi guardia… Pero quería irme unos minutos antes de que lo haga. No necesitaba más momentos incómodos ni más espadas en el pecho.
-… Y ahí viene.
Dave lo miró por detrás de sus hombros.
Apenas lo escuché decir que se aproximaba, me paré rápidamente, tomé mi escopeta y traté de salir de aquella escena sin cruzarme de forma dura con él. Miré hacia el suelo, evitando un frío choque de miradas. No necesitaba más eso… No quería resultar más lastimada de lo que estaba.
-No soy el diablo. Porque yo venga no significa que tengas que irte.
Me había chocado bastante su comentario.
¿A qué mierda quería jugar? Si yo hubiera permanecido unos segundos más allí, él se habría ido. No quería darle una excusa más para que me odie, no quería más peleas. Si él quería jugar así, me veía obligada a seguirle, para que después no diga ‘’Siempre jugabas conmigo, y siempre ganaste’’.
Me resultaba bastante molesto.
Solo lo miré con indiferencia y me fui.
-Dije que si quieres quedarte, que lo hagas – Reprochó.
Sentí su mano tomarme por la muñeca, deteniendo mi paso. Volví a mirarlo, y esta vez nuestras miradas se chocaron. Al principio fueron serias, pero luego se volvieron distintas.
Ambas se extrañaban.
Tenerlo cerca, poder volver a verle directo a los ojos… Era la sensación más hermosa y horrible al mismo tiempo para mí. Sus ojitos azules, sus tiernos labios eran tan amenazantes para mí, que deseaba volver a sentirlo… Y eso era lo horrible. Que no podía… No en la situación en la que estábamos.
