[1º Libro] La Partida Final

Capitulo 1: La llegada a Hillerska

- No puedo creer que antepongas la Corona a la felicidad de tu hijo.

- Y yo no puedo creer que antepongas a ese chico a la familia. Es un Omega cualquiera, hay un montón de Omegas en la.

- Basta! No sigas hablando. Soy el futuro Rey y puedo elegir con quien casarme. Ni tu ni nadie me hará cambiar de opinión, así que tienes dos opciones. O dejas que Simon sea mi consorte y aceptas nuestro lazo o dejo la Corona en la próxima entrevista que tengamos. Tu sabrás cual elegir.

Os estaréis preguntando, como es que llegué hasta este punto. Pues bien, todo empezó con mi llegada al internado Hillerska hace apenas poco más de un año.

UN AÑO ANTES

- Una pelea? - preguntó Erik - En que estabas pensando Wilhelm.

- Erik por Dios ni que tu no te hubieras pegado con alguien en tu vida.

- No estamos hablando de mi, sino de ti.

- Ya claro, al futuro rey siempre se le perdona todo sin embargo a mi se me juzga cada cinco minutos.

- Wilhelm, se que tu no has tenido la culpa sino que ese idiota fue el que empezó dicha pelea. Pero tienes que entender que nuestra familia siempre va a estar en el punto de mira de la prensa, no eres una persona normal, eres el Príncipe de Suecia. Sabes perfectamente que la prensa no va a poner en los titulares "El Príncipe salva a un Omega de ser violado" sino que pondrá todo lo contrario.

- Lo sé - suspire cansado - la prensa apesta.

- Te entiendo perfectamente - nos quedamos en silencio durante unos minutos hasta que Erik volvió a hablar - Esta tarde en la rueda de prensa tendrás que pedir perdón a la nación, mama me pidió que leyeras esto esta tarde.

Me tendió un papel el cual contenía el guión del discurso que debería de dar ante los medios de televisión, me sorprendí demasiado al leer todo lo que contenía el papel.

- ¿ESTOY DESEANDO ENTRAR AL INTERNADO HILLERSKA? - grité - ¡Que es esto, Erik!

- Yo me opuse, me pareció indignante. Pero mamá y papá piensan que es mejor que estudies este año en el internado donde estudiamos mama y yo. Se que quieres ser normal, pero tal vez entrar allí es lo que necesitas para mejorar un poco y darte cuenta de que estar con los de la nobleza no es tan malo como piensas.

- No sé, tal vez tengas razón y cambiar de aires me vendría bien... Pero, por que no me consultan antes de tomar una decisión. A veces pienso que me ven más como Príncipe que como su propio hijo, me siento como un peón en esta familia Erik.

- No pienses en eso, ya sabes como son. Sabes que nos  quieren demasiado pero no saben como demostrarlo. - Se acercó a su hermano para abrazarlo e intentar reconfortarle aunque no fue suficiente para el joven príncipe. - Ahora tienes que vestirte y empezar a hacer las maletas, yo mismo te llevaré al internado. Si necesitas ayuda sólo tienes que decírmelo.

- Gracias

¿La entrevista? Bueno, la entrevista siguió su curso, dije todo lo que había en aquel papel que escribió mi madre. Ninguno de los presentes se creyó el discurso, nada me salía de forma natural por que no sentía nada de lo que estaba diciendo, todo era forzado al igual que mi sonrisa.

Los días pasaron demasiado rápido, hoy era el día. Iba a empezar mi "hermosa aventura" en aquel internado, como decía mi madre. Al llegar me fijé en lo hermoso que era el lugar y tal vez por un momento llegué a pensé que este lugar no estaría tan mal, pero todo cambio en cuento baje del coche y vi al mejor amigo de mi hermano, August esperándonos. August era un alfa alto de pelo oscuro y rizado y ojos castaños. Erik nada más verle fue a saludarle demasiado contento. Intenté coger mis maletas para poder llevarlas hasta la habitación, pero August me las quitó de las manos para poder dárselas a un joven Omega llamado Alexander el cual parecía un poco cohibido.

La bienvenida no sólo era hacernos unas cuantas fotos frente al instituto y dar un Tour para enseñarme el campus. No, también habían pedido al coro que cantaran una canción en honor a mi llegada. Todo me pareció un aburrimiento. No estaba prestando atención a los del coro, hasta que alguien pidió al cantante principal que levantará la voz al cantar. En ese momento levante la mirada del suelo y le vi. Un pequeño omega de pelo negro y rizado, ojos oscuros, labios finos y piel canela. Además de ser hermoso, cantaba como los Ángeles. No pude apartar mi vista de el en toda la canción y eso no pasó de desapercibido para Erik, el cual miro a su hermano y al Omega con una pequeña sonrisa deseando que ese joven haga ver a su hermano lo bonito que puede llegar a ser aquel lugar.

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Hasta aquí el primer capítulo, los primeros llegarán a ser un poco cortos e intensos para que podamos ir poco a poco entrar en materia.

Espero que os haya gustado.

Nos leemos pronto