Capítulo 14- Cambio de rumbo

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En Lys, la princesa descansaba entre sueños convulsos. Algunas veces murmuraba cosas ininteligibles y, en el momento del atardecer, suspiraba en sueños, añorante. Los druidas y sacerdotisas trataban de buscar soluciones, pero todo apuntaba a la fatídica Maldición de Majiás el Hereje.-La profecía habla de Catubdova, la Doncella Cuervo que hirió al Rey Eterno...-dijo una sacerdotisa de Hillen Mornen en medio del cónclave de sabios.-Sí, y que con ella caería la Sangre de Gwyddion.-No tiene sentido, la profecía se refiere a que Catubdova regresaría para asesinar a Lucille, pero ella cayó en el Lago Espejo. ¿Cómo se iba a levantar en la Torre de Lys?Las Damas de Hillen Mornen se miraron entre ellas. Entonces, una tuvo una idea.-¡Norna! Ella iba a vender un arco de los Días Antiguos a las Hadas del Paso de Allen. Podría acercarse a Berethin y consultar al Lago Espejo, y a los Lores de Elfawn...-Bien pensado, Brigga. Contactemos con ella.-¿Pero estará disponible? Los pájaros cuentan rumores de un hombre que la acompaña.-Yo creo que nos ha abandonado. Se ha marchado para vivir una vida lejos del Templo.- Masculló otra Sacerdotisa, menos inclinada a confiar en la pelirroja.-¡No digas tonterías, Ashling! Norna es una buena neófita. Lo ha demostrado con creces. Ahora, traed un espejo de Sombra.

En Yleone, Norna y Will se disponían a volver a la posada

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En Yleone, Norna y Will se disponían a volver a la posada. En la habitación, Cuervo jugueteaba con el espejo negro, que brillaba de forma extraña, reclamándola.-¡Me requieren!- dijo Norna, corriendo hacia el espejo y activándolo con un roce leve de sus dedos. En su superficie, apareció una anciana Mórnida que le habló.-Neófita Norna, ¿me oyes?-Así es, Anciana Scatha. ¿En qué puedo serviros?- Norna se inclinó reverentemente ante la imagen de la Anciana.-Debes dirigirte a Berethin con urgencia, y consultar a las Hadas de Elfawn sobre la naturaleza del Arco que portas. Tenemos una sospecha que queremos que confirmes. ¿Quién es el hombre que te acompaña?-Es un caballero de Lucenna, anciana. Buscaba ayuda para la Casa Real, y quería consultaros...La anciana frunció el ceño, pensativa. Los rumores de las aves eran ciertos. Norna viajaba acompañada.-No hará falta que lo lleves a Hillen Mornen, dado que estamos reunidas en Lys. Espero que sea un hombre honorable, si has decidido romper el voto de secreto...-Pido mil disculpas, Anciana Scatha. Me descubrió, y me es muy necesario en estos caminos. No tuve elección.La Anciana asintió con la cabeza. -Haz que se acerque- añadió.Norna le indicó a Will que se acercara. El soldado miró la profundidad del espejo negro, no sin reticencia. Aquellos artefactos mágicos le daban repelús. La anciana le observó con interés.-Así que buscabais la ayuda de Hillen Mornen y sus Oscuras Damas para curar a Lucille, ¿es así?Will asintió con la cabeza. -Así es, Anciana.- La voz cascada de Scatha le ponía los pelos de punta, y su mirada oscura parecía ahondar en su alma, a pesar de verla a través del vidrio de obsidiana.La vieja sacerdotisa sonrió.-El primero de todo su país. No debiste ir desencaminado. Os apruebo como Paladín de los Cuatro Rostros. Will se sonrió, pensando "la propia Gran Reina me llamó en sueños, pero es un alivio que sus representantes me acepten".-Es un honor para mí servir a la Gran Reina, Anciana. -inclinó la cabeza en señal de respeto. Norna le miró asombrada. La Mórnida pareció sorprenderse.-No sois un hombre común, parecéis un heredero de Rowen, hijo de Maeve, fundador de Norgon Hillen. Un hombre de honor. Os confío a Norna, caballero de Lucenna. Cuidad de ella.William hizo una pequeña reverencia, y devolvió el espejo a la joven.-Anciana, me alegro de que aprobéis a mi guardaespaldas.-Se una neófita honrada. Tu instructora, Morwen, te habrá recordado los votos, ¿verdad?Norna asintió gravemente. La anciana la miró con suspicacia.-Entiendo- dijo Scatha- haz honor a quien te encomiendas. Eres Doncella del Cuervo. No olvides todo lo que implica, y los votos especiales que tendrás que jurar.La joven volvió a asentir, mientras la imagen de la anciana se desvanecía en el espejo. Will resopló.-Qué raras sois las Mórnidas.Norna sonrió, cogiéndole la mano.-Y, de entre ellas, las Doncellas Cuervo las que más.Él la miró con extrañeza.-¿Por?- preguntó.-Porque estoy encaminada al Culto del Cuarto Rostro.- Miró al suelo. Will sonrió, apretándole la mano.-Aunque tuvieras que arrancarme el corazón y beberte mi sangre aún caliente, seguiría a tu lado.Norna sonrió y le abrazó.-Antes me he sobrepasado, Will.-Yo también, lo siento.-Pero es que... no puedo ocultarlo.- La joven hundió su rostro en el hombro del caballero.-Y yo, Norna, y yo.- Aspiró el aroma a hierbas de su cabello, y se percató de que lloraba en silencio. Cuervo la observaba desde la ventana, mientras Will trataba de tranquilizarla, acariciándole dulcemente el cabello.-No llores más, por favor...En Hillen Mornen, Morwen saltaba de alegría junto al pozo. El búho la observaba, y los cuervos graznaban comunicándole la noticia de que Scatha había aceptado a Will como paladín de Norna.-Y ahora sólo tiene que romper el voto... Y será una Dama Cuervo completa.

El Arco de Tejo NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora