Dos bandas que han estado en conflicto durante años; una conformada por chicos y otra por chicas.
Pero, ¿qué pasaría si dos integrantes pertenecientes bandas opuestas se enamoran?
¿Dejar la banda? ¿Salidas a escondidas? ¿Amenazas? ¿Mentiras? ¿Sabota...
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Armin se dedicó a visitar a la chica durante todos los días esperando a que despertara, teniendo cuidado de no ir al mismo tiempo que las demás amigas de su novia.
Fue justamente en una de sus visitas, una semana después de lo ocurrido, que ella por fin despertó. Él estaba poniendo algunas flores ahí mientras esperaba cuando sucedió.
— ¿Armin? — preguntó ella en un susurro llamando su atención.
— ________, estás despierta... — por un momento sintió unas enormes ganas de llorar.
— ¿Qué pasó?
— Lo siento mucho; tú saltaste para salvar a una de tus compañeras y luego.... una de las luces te cayó encima. — sus ojos ya podían notarse llorosos y su voz comenzó a quebrarse. — Fue mi culpa; no debí haberlos dejado hacer eso. Si hubiera insistido un poco más, incluso cuando dijeron que me iban a echar de la banda, tú no estarías así ahora.
— Tranquilo, no fue tu culpa.
— Sí lo fue; y mira como terminó eso.
— Armin, está bien; por favor no llores.
— Pero..... tal vez debería dejar la banda para que no vuelva a pasar nada así.
— No llevas ni un mes ahí; además a ti te encanta tocar música y me sentiría mal si lo dejas por mí.
— ¿Y qué se supone que haga? ¿Cómo podré ver a los chicos a la cara luego de todo lo que ha sucedido? Estoy muy cansado de ésta situación.
— Lo sé, yo también.... realmente quisiera poder ser honesta con todos, pero... no reaccionarán nada bien.
— Ya pensaremos en algo, creo. Por ahora mejor descansa y trata de moverte mucho. ¿Cómo te sientes?
— Me duele todo.
— Está bien, quizás debería ir a avisarle a algún doctor que estás despierta para que te revise; ¿te parece?
— Gracias; ¿cuánto tiempo ha pasado, por cierto?
— Una semana más o menos.
— Dormí mucho tiempo.... ¿estuviste viniendo todos estos días?
— Sí, es que estaba muy preocupado por ti.
— Que lindo... — le sonrió, causándole un pequeño sonrojo.
— B-Bueno, creo que es mejor que me vaya antes de que vengan tus compañeras y me encuentren aquí. — la contraria asintió.
— ¿Vas a volver a venir?
— Por supuesto que sí; tal vez algo tarde porque no me puedo arriesgar a que alguien me vea, pero seguiré viniendo hasta que te den el alta.
— Entonces estaré esperando.
— Nos vemos, linda. — le dejó un pequeño beso en su cabeza antes de irse.
