Enemies Or Not - Armin Arlert

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Justo como habían acordado, Armin fue al día a a buscar a Historia para preguntarle acerca de la rivalidad entre sus amigos las amigas de su novia. No le fue difícil hacerlo, pues al parecer ella era una chica popular y mucha gente la conocía o mínimo sabía quién era.

La encontró en su salón a punto de irse y la detuvo antes de que pudiera hacerlo.

— Tú eres Historia ¿verdad? — le preguntó, aunque ya sabía la respuesta.

— Lo soy, ¿quién eres tú?

— Soy Armin Arlert, sé que no me conoces pero... realmente necesito un favor tuyo.

— ¿Un favor?

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— Y eso es lo que sucede... — le terminó de explicar la situación Armin.

— Ya veo, entonces de eso se trata.

— No quiero molestarte, pero realmente necesito tu ayuda.

— ¿Por qué quieres saber todo eso?

— Es porque yo no odio a las estrellas de la noche, pero mis compañeros me presionan para hacerlo. — evitó contar la parte donde se enamoró y empezó a salir con una de ellas. — Pensé que tal vez si descubría por qué se odian tanto podría resolver el conflicto. ¿Te enteraste de lo que pasó la última vez que nos atacamos? Alguien terminó en el hospital.

— Lo entiendo, parece que el asunto es mucho más serio que antes. Hasta ahora, jamás habían llegado a esos extremos, pero sabía que el día iba a llegar.

— Y la persona que terminó herida estaba muy mal; ahora ya está mejor pero aún así le ha llevado tiempo recuperarse.

— Espera.... ¿tú cómo sabes eso?

— ¿Qué cosa?

— Sabes con certeza el estado de la persona que terminó herida aún cuando se supone que es tu enemiga; y aunque me hayas dicho que no odies a las estrellas de la noche sigue siendo muy sospechoso.

— N-No, estás confundiendo las cosas.

— ¿Estás saliendo con una de ellas?

— ¿Cómo me descubriste tan rápido?

— Tranquilo, no le voy a decir a nadie y también te contaré lo que quieres saber. Sólo una cosa... ¿con cuál de ellas?

— A ella no la conoces, entró después de que tú te fuiste.

— Hmmm entonces es mi reemplazo. Bueno, la historia del por qué ambas bandas se odian en realidad no es tan larga; escucha bien.

— Claro...

— Fue más o menos cuando entramos a nuestro primer año de secundaria; todos éramos muy buenos amigos y la rivalidad que ahora conoces no existía. Entonces sucedió algo, un evento que nuestra escuela estaba organizando y fue cuando se formaron las dos bandas.

— ¿Hace tanto tiempo?

— Sí, los de la escuela pensaron que un festival de música en primavera sería buena idea, así que lo anunciaron e invitaron a los alumnos a participar explotando sus talentos. Sin embargo, sólo se podían permitir 5 personas en cada banda y nosotros éramos muchas personas para formar una sola, así que tomamos la decisión que creímos más razonable: formar dos bandas separadas; una con todas las chicas y la otra con los chicos.

— Entiendo...

— Al comienzo todo estaba bien, durante los ensayos y en el resto del tiempo seguíamos siendo amigos, nos dábamos consejos y nos preparamos todos juntos para el festival. Fue ese día en que nuestra amistad se arruinó por completo.

— ¿Sabes? Esta historia comienza a darme miedo.

— Cuando los chicos subieron al escenario para su presentación, todo salió mal. El escenario entero se cayó en pedazos, y los instrumentos estaban dañados y desafinados.

— ¿Eh? ¿Por qué?

— Me temo que no lo sé, las chicas y yo tratamos de calmarlos, pero ellos insistieron en que había sido obra nuestra porque éramos las únicas que sabían todo lo que tenían preparado y cuáles instrumentos iban a usar.

— Pero ustedes no lo hicieron, ¿verdad?

— Claro que no, pero que ellos creyeran eso sólo fue el inicio de un enorme ciclo de odio y resentimiento. Poco después de eso nos dejaron de hablar y decidieron vengarse de algo que no habíamos hecho, y eso sólo lo empeoró más porque el resto de las chicas se enojaron y decidieron vengarse de vuelta. Una y otra vez, todo se repitió.

— ¿Y qué hay de ti? ¿Tú no los odiabas?

— No, yo no. Siempre traté de que mis compañeras entendieran la situación; les dije que no teníamos por qué vengarnos y que podíamos buscar pruebas para demostrar nuestra inocencia. Pero fue en vano, ellas no quisieron hacer caso.

— ¿Fue por eso que dejaste la banda?

— Así es, el año pasado no pude soportar más el inmenso odio que se tenían, así que decidí abandonar la banda para no tener que lidiar con todas sus peleas....

— Entonces eso fue lo que pasó.

— Lo lamento si esperabas más respuestas, pero no hay nada que no te haya dicho ya; al menos nada que yo sepa.

— No te preocupes, me ayudaste mucho y ahora sé qué es lo que tengo que hacer.

— ¿Qué es lo que harás?

— Buscaré las pruebas de su inocencia; apuesto a que ellos ni siquiera recuerdan por qué empezaron a pelearse en primer lugar y sólo están concentrados en odiarse los unos a los otros.

— Pero, ¿cómo piensas hacer eso? Sucedió hace años; jamás podrás encontrar nada.

— Tal vez pueda, tengo a alguien que me va a ayudar. No digo que será fácil, pero creo que vale la pena intentar si es para detener todo esto; incluso tú podrías volver a ser amiga de todos como lo era antes.

— Realmente estás decidido.

— Me tengo que ir ya; tengo contarle a alguien todo lo que me dijiste para que me ayude... en cuanto salga del hospital. — corrió hacia la puerta del salón.

— Espera Armin. — él se detuvo justo antes de salir.

— ¿Qué pasa?

— Mucha suerte, espero que puedas resolver este estúpido conflicto y que tú puedas ser feliz junto a tu novia; que sean una pareja normal. Imagino que han tenido que ocultarlo durante todo éste tiempo.

— Gracias, y sí.... yo también espero que podamos dejar de ocultar lo que sentimos. Empezaré por contarle todo a ella y luego nos pondremos a investigar juntos; ¡muchas gracias por toda tu ayuda! — se despidió antes de volver a salir corriendo.

🎶 Siendo sincera ya no sé cómo seguir esta historia y alargar la trama, así que la terminaré pronto.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.