⠀⠀⠀✧〻 𝑭𝑶𝑹𝑻𝒀 𝑶𝑵𝑬.

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Es increíble como la vida te presenta nuevas oportunidades para cambiar el destino de esta misma

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Es increíble como la vida te presenta nuevas oportunidades para cambiar el destino de esta misma. A veces alejándote de lo que te hace daño, otras veces aprendiendo a confiar en nuevas personas que llegan, dejando el miedo atrás para conseguir la felicidad, empezando a ver el propio bienestar y el de los que te rodean.

Pasos que te hacen avanzar en el camino, otros que te hacen detener. Algunas veces puedes caer, pero eso no significa que no puedas levantarte.

Y es así como Minho pensaba, luego de haber pasado tantas cosas, buenas y malas, felices y tristes. Se sentía una persona dichosa y afortunada de tener personas maravillosas a su lado.

El omega soltó un profundo suspiro, observando con fascinación las pequeñas estrellas.

─¿En qué piensas?─ susurró Chan quien estaba recostado a su lado.

En el medio de la plenitud de la noche, viendo las relucientes estrellas en aquel fresco campo; ambos se encontraban echados, abrazados y compartiendo una agradable calidez ante la cercanía.

El omega dejó de mirar el cielo para llevar su vista hacia el esbelto rostro de Chan.

─En lo feliz que soy ahora.─ contestó, sonriendo de una manera amplia y preciosa.

El alfa sintió como la dulzura de los gestos de Minho envolvían su corazón. Todo estaba bien, toda la pesadilla había acabado.

─Entonces es una felicidad compartida. ─ habló suavemente, mientras envolvía la cintura del omega con ambos brazos.

El pelinaranja se apegó a Chan, llevando sus manos al pecho del alfa y rozando sus narices en un acto cariñoso y cálido, íntimo y agradable. Simple pero perfecto.

─Estoy agradecido con todo, siento que fui afortunado al toparme contigo aquella mañana.─ dijo el omega, viendo con adoración las suaves pero a la vez marcadas facciones de su alfa.

─Todo sucede por algo, todo tiene un cómo y un por qué.─ susurró cerca a los labios de Minho. ─Nada de esto es una coincidencia.

─Tú lo sabes... Ahora yo lo sé.─ sonrió tímidamente, dejando que el alfa terminara por acortar la distancia. Uniendo sus labios en un profundo y dulce beso.

─El destino estuvo celoso de nuestro amor, pero nuestra felicidad siempre estuvo programada.─ prosiguió Chan, con suavidad y calma.

─Finalmente el universo se movió por nosotros, porque me amas y porque te amo.─ susurró con las mejillas ruborizadas. El alfa sonrió, y es que aquel delicado rostro derrochaba ternura con ese tono carmesí en la piel de su omega.

─Sí. Porque me amas y porque te amo.─ repitió complacido, sintiendo como su corazón latía con desenfreno y su lobo se sentía pleno y orgulloso.

𝘁𝗿𝗲𝗮𝘁 𝘆𝗼𝘂 𝗯𝗲𝘁𝘁𝗲𝗿 ꗃ᤻ chanhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora