Lo que esconden tus ojos

Capitulo uno: Nuestro primer encuentro.

Bellamy stoll:
Estaba caminando tranquilamente por la calle del pueblo más triste y deprimente que puede existir, pensando en varias cosas al mismo tiempo, cosas que no me dejaban dormir tranquilo, me detuve en un lugar vacío era algo que personalmente me gustaba, luego me senté sobre una pequeña  silla  esta se encontraba al lado de un bar, ya estaba demasiado tarde Por supuesto no habría ni un humano pasando por ahí, así que, este era mi momento para estar solo

Ser el hijo único de una familia bastante rica tiene sus desventajas una de ellas, es que en ningún momento puedes estar solo, siempre hay alguien vigilando tus acciones ni si quiera en tu habitación tienes privacidad, eso ya me estaba sofocando necesitaba organizar mis movimientos Si pasaríamos aquí el resto de nuestras vidas.

Después de terminar mi cigarrillo en la soledad que estaba,me dispuse a caminar nuevamente, intenté llegar otra vez a donde estaba aquella multitud, Actuando como si solo hubiera estado perdido, pero en realidad si estaba perdido en mis propios pensamientos, No encontraba un lugar para ser yo mismo, salvo, cuando mi madre hablaba en privado conmigo.

Eso era lo que mas me hacía sentir frustrado,  ni siquiera mi padre sabía lo que estaba pasando en mi vida en este momento solo me obligaba hacer cada rato lo que él queria.

Había llegado al lugar donde estaba mi madre ella se encontraba hablando con una señora de casi su misma edad, ambas parecían conocerse, Ella no había notado mi llegada hasta que aquella mujer me sonrió amablemente, yo no quería interrumpir su conversación, pero mi madre me obligó a unirme a ella, tuve que sonreír falsamente Luego mi madre intento hacerme hablar, dirigiéndose a mi primero:

-Hijo, Ella fue una amiga de mi infancia estudiamos juntas y quería presentarnos a su hija tiene tu misma edad creo que podrían ser muy buenos amigos, dice que Trabaja en una bliblioteca por aquí cerca, dijo Señalando una bonita biblioteca que se encontraba Por aquí cerca, no es cierto bella?, la mujer que se encontraba a su lado nos hizo caminar hacia aquella misteriosa biblioteca que nunca vi antes.

Parecía muy alejada, me agradaba como dije antes los lugares solos siempre serán mis favoritos en todo el mundo, después de llegar mi madre miraba con curiosidad este bellísimo lugar ninguno de los dos dijo algo hasta que Bella la madre de la chica desconocida hablo :

-Esperen un momento debe estar ocupada o leyendo, la traeré enseguida. Termino diciendo esto con una enorme y orgullosa sonrisa. mientras que las esperábamos mi madre y yo nos pusimos a recorrer el lugar, todo era completamente nuevo para nosotros,  Parecieron horas infinitas cuando ellas lllegaron nuevamente, Aquella chica venía vestida con unos pantalones negros ajustados,  a sus hermosas curvas podrías verlo a simple vista, Luego Vi su camisa blanca algo corta dejando ver asi un poco de su bella piel, verla me dejo hipnotizado, parecio que todo mi mundo se paralizó por completo, esa bella chica aun no me miraba hasta que sucedió, Sus lindos y azules ojos se conectaron con los míos haciéndome perder el aliento todo en ella era tan perfecto, No escuchaba lo que mi madre decía a mis espaldas por completo, luego nuestras madres hablaron haciéndome volver a la realidad; por fin se conocen, Creo que ninguno de los dos se recuerda y eso que pasaron toda su niñez juntos, eran inseparables luego tu padre consiguió trabajo en otro lugar y tivimos que irnos, mi madre logró hacerme girar hacia ella, confundido por las palabras de mi madre, pensaba, como era posible que ambos nos conociéramos pero ninguno hablara para comenzar una conversación, no pude procesar ninguna palabra, así que salí corriendo de ese lugar, con la esperanza de no volverme a encontrar  aquella chica de nuevo, sin saber que al girar hacia ese lugar para verlo por última vez, pude verla corriendo hacia mi.