capitulo 8: Nuevos pensamientos.

18 2 1
                                    




Lucille:

Además de leer, también amo escribir en el diario que me regalo mi padre, pero bueno eso es algo que siempre menciono.

Desde pequeña siempre he tenido una obsesión por grabar cada momento extraño o feliz que pase en mi vida, talvez, porque era una costumbre de mi madre, ella siempre disfrutaba hacerlo, recuerdo cuando nos grababa jugando con mi padre los tres juntos éramos muy felices hasta que todo se derrumbó.

Cuando mi madre llega tarde de su trabajo, yo me entretengo y me pierdo mirando fotos de nuestra antigua casa, fotos al lado de mi padre, lagrimas caen de mi rostro recordando cada momento feliz que vivimos junto a él, a decir verdad su despedida no la he superado, pienso que ha sido una de las situaciones mas dificiles que he tenido que vivir y todavia no entiendo y me pregunto porque tuvo que pasar, me he preguntado una y mil veces si yo tuve algo que ver en la decisión de mi padre, una parte de mí se fue con él cuando nos dejo.

Aunque he sufrido mucho y he tenido que evitar mostrarle al mundo y a mi madre el profundo dolor que esto me causo, lo he hecho solo por ella, me he mostrado fuerte por que se lo merece y no quiero sumarle a su dolor el mio, siento que ha pasado por tanto y yo solo quiero que no se sienta sola , que se sienta como en nuestra antigua casa, aunque solo sea a mi lado, debo ser su soporte ya que solo somos nosotras dos contra el mundo.

Secando las lagrimas de mi rostro suspiro profundamente, empiezo a guardar una a una las fotos en la mesita de noche de la habitación de mi madre, pero de pronto siento unos pasos avanzando dentro de la casa, me quedo en silencio mientras escucho como mi madre deja su bolso en la mesita de sala de estar junto a sus zapatos, aprovecho para salir de su habitación y así no tener que dar explicaciones porque me encontraba allí, la detallo desde mi cuarto mientras juego con un esfero que deslizo entre mis dedos, la veo muy cansada ultimamente siempre esta así, creo que pronto quedara profundamente dormida.

Voy hasta su cuarto le doy un beso en la frente, tapándola para que no sienta frío apago la luz y cierro su puerta, caminando despacio y sin hacer tanto ruido llego a mi habitación, creo que voy a leer un rato, tomo un libro que hace rato no miraba, encuentro el separador que me regalo mi padre y creo que ya hubo bastantes recuerdos por hoy, mejor voy a dormir es lo mejor para olvidar.

Lo que esconden tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora