Bellamy
La veo a ella de espaldas, solo puedo ver su precioso pelo castaño con ondas cayendo suavemente por su espalda, ella es la definición de perfección, todo en ella me parece tan perfecto como si no fuera de este mundo, nunca he visto su rostro pero se que es mas bello de lo que puedo imaginar, tal vez este loco por hablar de ella como si fuera la criatura mas perfecta del mundo y quizás no lo sea ante los ojos de los demás, puede ser que para las demas personas solo sea una chica común, pero ante mis ojos es única, es bella.
Camino por una calle desconocida y de pronto avanzo dando pasos lentos hacia ella, aun se encuentra de espalda, mi mano derecha roza un poco su precioso cabello haciendo que se sobresalte de un susto, pero mi plan cumplió su objetivo por fin puedo ver su cara, me quedo en shock por unos instantes, mi mente no puede creerlo es la hermosa Lucille, si es ella, siempre luciendo a la perfección su chaqueta negra, de mi boca no sale palabra alguna, estoy deslumbrado, ella mueve uno de sus brazos y su mano comienza a tocar lentamente mi cara, el roce de su mano me hace temblar, tenerla tan cerca de mi, hace que mi respiración se acelere, mis manos sudan, la veo acercarse mas a mi rostro, mi cuerpo puede sentir el suyo, puedo sentir su aliento, su cabello toca mi cuello, confieso que es uno de mis puntos débiles, suspiro tras suspiro sale de mi boca, siento nuestros labios ansiando ese encuentro, la tomo por la cintura y al tener nuestras bocas muy juntas así de cerca, hace que mis pensamientos se nublen, cuanto he esperado este momento, me quedo mirando fijamente sus ojos y al unir nuestros labios un sonido fuerte me hace despertar, no puede ser, fue un encuentro tan real y era solo un sueño, puedo sentir como el sudor recorre todo mi cuerpo, me levanto de la cama aun sintiendo su presencia, pongo mis manos sobre mi rostro y aun siento sus calidas manos, creo que no podre volver a dormir, lo mejor es darme una ducha fría para aclarar mis pensamientos, salgo de la ducha con una toalla alrededor de mi cadera sacudo mi cabello y con mis dedos trato de desenredarlo, ya aclarado el dia, me cambio y bajo a desayunar, no sin antes dejar todo en orden como siempre, me gusta mantener mis cosas ordenadas.
Como es de costumbre encuentro a mi madre hablando con los empleados muy alegre, acomodando las flores dentro de un jarron, ya ha desayunado, cuando nota mi presencia me da un beso en la frente, para luego marcharse a su oficina con una taza de café en sus manos, tomo mi desayuno unas tostadas con algo de mantequilla y mi taza de café, admito que no me gustaba el café, pero después de que a mi padre le dejo de importar su familia, mi madre y yo nos refugiamos en el, se nos hizo un vicio cada hora tomar un poco de café, he terminado de desayunar, agradezco por el desayuno y me despido de los empleados, tomo mis cosas y luego comienzo a caminar hacia la librería, si, es allí donde trabaja la chica de mis sueños.
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Lo que esconden tus ojos
FantasiaEn las noches siento tu mirada penetrarme es como si mi mente no pudiera funcionar, si un recuerdo tuyo llega a ella, te tengo tan llena de mi, que me asusta, me es imposible olvidarte , entonces hasta el día de nuestro encuentro mantendré vivos nu...