CAPITULO 9

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Heechul sintió que acababa de cerrar los ojos cuando alguien lo sacudió tratando de despertarlo.

—¡Vete! —dijo arrastrando las palabras cuando su cerebro intentó volver a dormirse.

—No, es hora de levantarse. Quiero mostrarte algo.

—Siwon parecía demasiado alegre para esa hora de la mañana.

Heechul abrió un ojo y miró a las cortinas. Todavía estaba oscuro en el exterior, ni siquiera se veía una mota de luz.

—Vete, estoy durmiendo —dijo una vez más cubriéndose con las mantas.

Siwon se echó a reír, entonces Heechul sintió frío cuando las mantas fueron arrancadas de sus puños y una mano aterrizó en su culo. Gritó por el golpe y movió las manos para cubrir su parte trasera.

—¿Qué demonios?

Siwon se echó a reír otra vez. El hombre estaba demasiado nervioso para esa hora del día.

—Sal de la cama y vístete, vamos a correr.

—No hay manera en el infierno, hombre, no hay ni luz fuera. ¡Ahora dame las sábanas! —Heechul era usualmente una persona madrugadora, pero esto era ridículo. El sol tenía que haber salido antes de que considerara salir de la cama.

Siwon le tiró su ropa y cuando Heechul la tomó ofendido, le dio una palmada en el culo de nuevo.

—Vamos Heechul, si no salimos pronto, nos lo perderemos y realmente quiero que veas esto antes de irnos.

Heechul gruñó mientras se sentaba en la cama. Siwon tenía suerte de ser tan sexy, de lo contrario tendría mucho qué pagar. El hombre en cuestión se acercó a él y le dio un beso de buenos días.

—Deja de poner mala cara, y te haré un 'trabajito' en la ducha cuando volvamos —dijo Siwon mientras se levantaba y le guiñaba un ojo.

La polla de Heechul tomó un interés inmediato por la promesa y se preguntó si podrían saltarse lo demás e ir directamente a la ducha. Sus pensamientos debieron haberse reflejado en su rostro, porque Siwon se rió entre dientes.

—No, correr, ducha, y mamada, en ese orden. Nos encontraremos en la puerta en dos minutos, no llegues tarde. —Con eso, Siwon se volvió y salió de la habitación.

Con un suspiro resignado, Heechul se vistió rápidamente y encontró sus zapatos. Una vez que estuvo listo se unió a Siwon en la puerta de entrada. Siwon le dio otro beso antes de salir por la puerta.

—¿A dónde vamos exactamente? —preguntó Heechul mientras estiraba sus músculos. No era como sus hermanos, a él no le gustaba correr demasiado como humano. Prefería hacerlo a cuatro patas.

Siwon puso una maliciosa sonrisa, Heechul estaba seguro que iba a hacer papilla sus entrañas.

—Ya lo verás. —Y con eso se puso a correr.

Sacudiendo la cabeza, salió detrás de su compañero corriendo por la oscura calle.

Media hora más tarde, Heechul se preguntaba cuánto más tendría que correr. El sol estaba empezando a bordear el cielo. Otros diez minutos más tarde, bordearon una última curva y Siwon se detuvo.

En frente de Heechul, el camino continuaba lejos rodeado a ambos lados por interminables campos de caña de azúcar.

El frío de la mañana había dejado gotas de rocío en las hojas de los tallos de caña, el sol decidió en ese momento romper la oscuridad, la luz brillaba a través de los campos y Heechul no creía haber visto nada tan espectacular en su vida.

(4) Compañero Prohibido - SichulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora