Error

226 13 12
                                    

Gelda se encontraba sentada en una silla de la cocina con la cabeza recostada en el respaldo y con una toalla en el cuello, temerosa y arrepentida por la decisión que tomo en la última hora de su vida.

Celine se encontraba detrás de ella, con una brocha y tintura para el cabello, tiñéndole sus puntas de color rojo. Un rojo bastante fuerte y llamativo.

¿Cómo habían terminado así?

Cierto, hoy las gemelas no habían tenido escuela y ambas quisieron aprovechar la oportunidad, y visitar la peluquería. Pasaron un día entretenido ayudando en los quehaceres del negocio y Jericho les había enseñado como teñir el cabello. Celine fue quien se entusiasmó más con la idea, paso toda la tarde queriendo teñirle el cabello a alguien. No la dejaron hacerlo con algún cliente, y ni Ren ni Jericho ni tampoco Guila tuvieron el valor para ser el sujeto de pruebas de Celine. Amélie tampoco.

Al llegar a casa no aguanto a ver a su hija triste y se ofreció a que le tiñera el cabello pero solo las puntas para practicar.

Celine acepto y ahora se encontraba allí con su hija tiñéndole el cabello.

-Mama, relájate.-le dijo Celine.

-Estoy relajada.-le dijo un poco nerviosa.

-No se nota.-

-¿Dónde están Amélie y los chicos?- pregunto para desviar la conversación a otro rumbo.

-En la sala mirando televisión.-

-Okey.-

-Mama, ¿Por qué no escuchas algo de música para relajarte? Eso siempre te calma.-dijo Celine tomando el celular y los auriculares de la cartera de su madre.

-Mmm… No sé, cuando me relajo me quedo dormida.-

-Mama, no pasara nada. Alexander está aquí y papa no tarda de volver del trabajo.-

-De acuerdo.-

Gelda se colocó sus auriculares, reprodujo su lista de música y la primer canción que comenzó a sonar fue Can’t Help Falling In Love de Elvis Presley. Con los segundos se relajó y cerró los ojos.

Celine continuo con su trabajo de teñir las puntas cuando Amélie entro a la cocina con el teléfono inalámbrico en manos.

-Es Mary, dice algo sobre que tienes sus apuntes.-le dijo su hermana.

-Sí, los de matemáticas. Yo hablo con ella, tú sigue tiñéndole el cabello a mama por mí. No me tardo.-dijo Celine tomando el teléfono y yendo a la sala para hablar con tranquilidad.

Amélie tomo la brocha y la fuente de plástico en donde estaba la tintura, vio lo el progreso que había visto que su hermana tenía en el cabello de su madre.

-Celine tonta, se inicia desde las raíces. No desde las puntas.- murmuro colocándose los guantes de látex.

Y la gemela mayor comenzó a aplicar la tintura en las raíces, sin saber del acuerdo entre su madre y su hermana.

Celine regreso cinco minutos después.

-Ya regrese…-arrastro la última letra al ver lo que había hecho su hermana.

-Al final lo termine haciendo todo yo, ¿de qué tanto hablaron?- se quejó Amélie.

-Amélie.-dijo su hermana preocupada y asustada.

-¿Qué te pasa?-

-Solo eran las puntas.-

Amélie abrió los ojos con temor, lentamente se posiciono al lado de su hermana y ambas vieron el cabello de su madre, teñido por completo de rojo.

Amor En Invierno: Relatos Familiares [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora